Para Airdramon, sentir como su energía era drenada era parecido a tener una herida abierta la cual no paraba de sangrar. Emociones desesperadas pero violentas invadieron su ser, más cuando notó que el enorme escarabajo estaba cayendo en picada con la intención de aplastarle. Con su peso sumado a la fuerza de gravedad, éste último era capaz de efectuar un poderoso ataque capaz de poner fin al combate. El dragón lo sintió, su instinto le estaba advirtiendo que luchase con todas sus fuerzas, forcejeó hasta que el espectro materializado por la carta se esfumó. Luego, se arrastró por la tierra como una serpiente normal y de a poco se fue elevando del suelo. El insecto tuvo que frenar pues no quería terminar estampado contra la tierra, sin embargo, parecía algo frustrado por no poder completar su movimiento. Quizás era porque esa había sido su última oportunidad, él no podía seguir aguantando esa forma por mucho más tiempo.
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¡...! ¡Esta huyendo! - exclamó el dramon acuático con sorpresa. No esperaba que la rabiosa bestia fuese capaz de entender cuando retirarse. El problema es que no estaba volviendo a la cima del Monte Infinito, si le dejaban seguir su camino tranquilamente, Airdramon terminaría llegando a File City. -
¡Vamos Kuwagamon tenemos que segui-! - cuando se volteó a ver a su compañero, vio que había perdido su evolución regresando a ser un simple Tentomon. Chasqueó su lengua, le dio la espalda y empezó a perseguir a su blanco por su cuenta. El child no criticó esa acción, la prioridad era cumplir con el trabajo y él ya había hecho su parte. Se encargó de recibir la mayoría de los ataques y debilitar a su objetivo lo más que pudo. Seadramon debía ser capaz de terminar el combate por su cuenta.
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...¿Qué está pasando? - susurró Law siendo incapaz de comprender como se desarrollaba la situación. Debido a su posición actual, no pudo seguir los movimientos de Airdramon y Seadramon, era necesario volver por dónde vinieron y reunirse con él, de otro modo ni siquiera podía usar las cartas. -
El reloj evolutivo de Tentomon ha terminado, confío en que pronto nos alcanzará. - comentó el tuerto sugiriéndole a su compañera de volver.
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Por mi está bien, sin embargo~ - ella se levantó del suelo, sacudió el polvo en su chándal y señaló el camino destruido por el ataque de Unimon. -
¿Crees que puedas saltar eso~? - era la única forma de bajar, la ladera de la montaña estaba demasiado empinada como para tomar otros rumbos. Law tragó saliva y calculo la distancia del salto.
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Em, es sólo un salto de un metro y medio...creo que puedo. - dijo con un tono bastante dudoso. Daba algo de vértigo intentarlo, él sabía que sólo necesitaba dar un paso en falso para terminar como una mancha roja en el suelo. Ringo fue la primera en hacerlo, lanzó su mochila al otro lado del sendero, tomó distancia para conseguir el impulso necesario y sin ninguna dificultad atravesó el obstáculo. Por suerte el viento no estaba en su contra, era mucho más sencillo de lo que parecía. El joven repitió el mismo procedimiento, por alguna razón sus piernas se sentía mucho más pesadas, la altura le estaba afectando. Pero aún así era consciente de que tenía un trabajo que terminar, se guardó sus quejas y brincó como si su vida dependiese de ello. Obviamente lo logró, aunque perdió un poco el equilibrio cuando aterrizó.
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¡Bien~! ¡Vamos por Seadramon y Tentomon! - exclamó la distraída mientras emprendía un trote ligero.
Mientras tanto la anguila seguía persiguiendo a su objetivo, aún con todas esas heridas, el dragón mantenía una velocidad superior. Podía decirse que Seadramon no estaba ni lastimado, no obstante, su fatiga si era mayor que la de su contrincante. -
(A este paso no lo voy a atrapar a tiempo, tengo que llamar su atención.) - pensó al tiempo que buscaba soluciones. Recordó la cascada del Monte Infinito y el arroyo que estaba en su base. -
(Sí...ahí puedo ganar.) - formó una distorcionada sonrisa y aceleró su paso, ya estando muy cerca, disparó su Ice Arrow contra el alado. Cuando éste último recibió el ataque, pudo notar que su anterior presa le estaba siguiendo. Ya no estaba en la postura de "el cazador", ahora se sentía acorralado y cuando eso sucedía respondía de forma violenta. -
¡¿Qué pasa mierdero!? ¡¿No me ibas a matar como a ese tal Unimon?! ¡¿Eh!? - sus provocaciones sin sentido eran solo una fachada pues él en realidad no confiaba tanto en su fuerza como aparentaba. Por supuesto el dragón no respondió a esas burdas palabras, sino al ataque gélido. Un gruñido bestial fue emitido desde las fauces del berserker, luego, cargó contra la pequeña interferencia. Seadramon huyó casi al instante. -
(¡Eso es! ¡Ven bastardo!). - su respiración comenzó a agitarse y la intensidad de sus palpitaciones cardíacas aumentaron considerablemente. Él entendía que no debía dejarse morder por la serpiente, esos dientes estaban diseñados para desgarrar la carne como si se tratase de mantequilla.
Después de volar siete minutos a toda velocidad, ambos por fin llegaron. La catarata dejaba caer cientos de galones de agua por minuto, era un caudal bastante animado. El arroyo en su base por otro lado, conectaba con el interior de la montaña y una especie de cuevas subterráneas, aunque claro, ninguno de los dos presente sabía eso. Ambas serpientes se miraron la una la otra, un momento de silencio y serenidad invadió el área. ¿Cual de estos dos sería el primero en atacar?
.Wolfe