Al ser Yohken de menor rango que sus compañeros, el objetivo del Adult felino se trató de Flamon quien había ido a darle apoyo a D’arcmon. Con garras al frente, Meicoomon intentó arañarlo, pero el Child logró sujetarle de las manos antes de que terminara de llegar a su rostro. A pesar de ello, el Digimon de pupilas en forma de cruz no fue retenido por mucho tiempo, pero al menos fueron segundos significativos para sus compañeros, siendo Skullknightmon el que lanzó una flecha en la espalda del gato con dos colas para hacerle daño. Al verse acorralado, el enemigo de pelaje naranja lanzó una bola de pelo de su boca hacia Flamon, quien lo vio con asco en tanto esquivaba haciéndose a un lado y soltando al felino, que no dudó en patear lejos al hibrido, quien terminó dándose contra un árbol. Luego de ello, Meicoomon saltó para esconderse nuevamente entre las hojas de los árboles, moviéndose rápidamente alrededor del pequeño grupo de Tamers y Digimon compañeros.
– Estén todos atentos. – Indicó el líder de Armany's Lion.
– ¿Estás bien, Flamon? – Preguntó Shelldon preocupado por la salud de su aliado. – Debemos tener cuidado con sus ataques y con su simple toque, recuerden que puede volverlos mentalmente inestables si es portador del virus.
– Pues, estoy bien, no me siento extraño. – Respondía el demonio humanoide poniéndose en guardia al oír unas ramas caerse a causa del enemigo que los acechaba.
– Al diablo con esto. – Gruñó Whisper aleteando para quedar por encima de los árboles.
– ¿Qué va a hacer? – Decía el vago del grupo alzando la vista.
– Un desastre, eventualmente. – Murmuró la de cabellera oscura volteando a ver al francés. – ¿Crees que tu compañera pueda hacer una barrera con la carta Hum lo suficientemente resistente para protegernos a todos?
– Con esa carta, tal vez. – Dijo rápidamente el de ojos bicolor.
– Tal vez no es algo que denote certeza. – Comentó bajando la vista al no level y sacando su Digivice y dos cartas. – Tú servirás.
A continuación, un fuerte viento azotó los alrededores creando una onda de choque que empezó a cortar los árboles, por su parte, ambos franceses habían usado la carta
Hum para que D’arcmon y Shadow, este último con ayuda extra de la carta
Nakama no Kizuna de Charley, y así crear una barrera en conjunto que los protegiera a todos del ataque, los troncos y las ramas que comenzaban a caer sobre ellos. Cuando el polvo se dispersó, notaron que los alrededores estaban ligeramente vacíos de árboles en los que Meicoomon pudiera esconderse. En cuanto al felino, se hallaba en sus cuatro patas con los pelos erizados viendo con odio al dragón oscuro que descendía.
– Engla, tras él. – Señaló Shelldon al gato que iba dispuesto a saltar contra Devidramon.
– Shadow, flechas. – Decía Rhydian en tono serio.
– Yo también participaré. – Añadió Flamon sin esperar a que su Tamer dijera algo al respecto.
El trio de Digimon de la Armany's Lion fue tras su contrincante, quien al verlos acercarse, comenzó a lanzar arañazos formando una X haciendo que estos se dispersaran. El primero en atacar fue Shadow, que inició lanzando flechas para distraer al felino, esto dio tiempo suficiente al hibrido que se envolvió en un aura de fuego para comenzar a dar puñetazos al Adult, quien fue cubriéndose con sus colas desviando los golpes del Child. Por último, D’arcmon blandió su espada dispuesta a cortar en dos al gato, pero este dio un salto hacia atrás alejándose del repetitivo ataque del demonio humanoide y del filo del arma de la Digimon ángel.
– Es bastante habilidoso para defenderse. – Comentó Shelldon pensativo.
– Debemos buscar una manera de detener sus movimientos más de un par de segundos. – Dijo Yohken sacando sus cartas para intentar ayudar a su compañero. – Luego pueden atacar entre todos.
– Tal vez no podamos eliminarlo rápidamente, pero con tantos ataques lo agotaremos. – Asintió Káiser estando de acuerdo con el plan que su amigo estaba comentando. – Shadow, esta vez debemos usar la naginata.
– Entendido. – Asintió SkullKnightmon.
Charlotte no hizo comentario alguno, simplemente se mantenía observando sin perder de vista al Adult de dos colas, después de todo, su compañero les había permitido conservar en su campo visual al enemigo. No muy lejos del pequeño grupo, Devidramon se enfrentaba en una pelea de zarpazos contra Meicoomon, sin embargo se le dificultaba golpear al Digimon naranja dado que este poseía un tamaño menor que el dragón oscuro. Al final, el felino logró montarse encima de Whisper para luego usar su
X Scratch sobre la espalda de este, lo que ocasionó que el compañero de la falsa canadiense se estrellara contra el suelo. Ante esto, Engla fue tras el Adult enemigo apuntándole con la punta de su espada para luego chocar esta con las garras de este.
– Ves, Whisper, ser grande no te hace más fuerte. – Decía Lightwood en su Sound Linker para que su Digimon aliado la escuchara, por lo que este gruñó en respuesta.
– Charlotte. – Llamó Taylor a la de ojos púrpura, quien se giró a verlo. – ¿Crees que Devidramon tenga la fuerza suficiente para retener a Meicoomon?
– Tengo una carta que puede ayudar a atraparlo un par de segundos. – Comentaba la Medium sacando la carta Thorn Bind Hostage. – Son lianas que se enroscaran en el enemigo y en el momento en que este intente zafarse, estas explotaran, ¿les sirve?
– Por supuesto. – Asintió Asakura detrás de su líder. – Cualquier ayuda cuenta.
– Haremos un ataque en conjunto e intentaremos derrotar a Meicoomon. – Dijo el rubio también con cartas en manos.
La batalla entre los Digimon a pesar de no ser equilibrada por la diferencia de cuatro contra uno, ese único contrincante compensaba todo con su fuerza y agilidad para contraatacarlos y defenderse. A pesar de que los Digimon que eran aliados de los humanos eran diestros en las peleas, Meicoomon suponía un nivel más allá de lo que estaban acostumbrados, por lo que estaban conscientes de que tendrían que vencerlo con algo más que su fuerza normal, es decir, necesitarían ayuda de sus Tamers, tan solo deberían aguantar mientras estos parecían ponerse de acuerdo con lo que harían a continuación.
Del lado de los Tamers, se sentía la ansiedad del cuarteto dado que enfrentarse a un posible enemigo que pudiese portar el virus anteriormente mencionado pondría en peligro la salud de sus compañeros, por lo que sabían que debían ir con extremo cuidado. Una vez que su plan estuvo listo y sus respectivas cartas, memorias y dispositivos preparados, solo esperaban que todo fuera a su favor desde ese momento.