Es una Navidad atípica, mucho más triste y solitaria de lo habitual, pero mucho más esperanzadora. Pero soy afortunada de tener a tantas personas que me quieren y buscan mi bienestar. En lo malo se ilumina lo bueno, y en lo bueno se revela lo malo. No voy a olvidar sus nombres, sus caras, sus palabras, sus gestos y acciones, me voy a intentar dar la oportunidad de perdonar... No porque sea débil ni bonachona y tampoco sé si podré. Pero ya estoy acumulando muchos malestares que no quiero tener. Las personas heridas hieren personas, es el verdadero ciclo sin fin, Simba. Y hay que aprender a disfrutar la vida con sus subidas y bajadas, y no quedarnos atascados en el malestar.
Mi papi está bien, saliendo de esta. Mi mami está pendiente de mí y de mi hermana, que a su vez está conmigo siendo inseparables. Mis hermanos están todos bien y mejor que antes, superando etapas, creciendo, siendo mejores, siendo felices.
He aprendido cosas nuevas este año, desde cocinar cositas más complejas a escribir mejor, a negociar mejor XD, y leí mi primer libro 100% técnico, ví muchas series nuevas, hice mucho yoga, medité mucho, me volví más fuerte, mi relación con mi papá mejoró demasiado, etc.
Quiero aprender a ser paciente y benevolente, que las heridas que me haga el herido no me marquen de por vida. No me lo merezco. Que las heridas que provoco como persona herida sanen y no provocar más de estas. Este año me hicieron mucho daño, desde lo más pequeño hasta lo gigante, pero me fortalecí, salí de mi zona de confort y si bien no perdoné inconscientemente mi mente sí me dijo que lo intente, y la consciencia es el primer paso.
Este año fue de fortaleza, paciencia y ver las cosas desde el cuadro grande. Aprendí a ver apreciar las pequeñeces viendo el cuadro grande. Y eso, viniendo de mi, es algo increíble.
Me perdono por mis pendejadas, o al menos intento hacerlo.
Me admiro por superar ciertas cosas y por crear más cosas por y para mí. Por pensar más en mí misma aunque me cueste mucho y lo siga haciendo del c*lo. Por abrirme más en mis cosas y por permitir más acercamiento.
Admiro lo cercana que me he hecho con mi familia y lo muy bien que he tomado cosas que antes me habrían hecho pedazos.
Y me digo a mí misma: lo hiciste lo mejor que pudiste con lo que tuviste y te lo agradezco, te amo y te admiro. Seguiremos dando lo mejor, seguirás siendo la mejor en mi vida.
Gracias.