Buenas a todos, este es mi primer fanfic en esta plataforma y también mi primer fanfic erótico, acepto críticas y sugerencias para mejorar y dependiendo del recibimiento será la rapidez con la que se actualice, espero les guste. Todos los personajes son +18 en este historia, los personajes le pertenecen a Pokémon company
DESCANSANDO DEL VIAJE POR HOENN
CAPITULO 1: Encuentros y desencuentros.
Habían pasado varios meses desde que comenzó su viaje por la región de Hoenn, casi 6 meses para ser más exactos, y en lo que se refería a la razón de realizar este viaje por aquella región se podría decir que estaba cerca de conseguir su objetivo, pero ahora lo único que deseaba era tomarse un descanso porque merecido se lo tenía, pero la situación en la que actualmente se encontraba no era lo que ella definiría como “descanso”, pues perdida en el bosque de noche y sin señal alguna de civilización era lo contrario a lo que ella buscaba.
6 meses atrás, Palermo le había aconsejado viajar a Hoenn para participar en los concursos y mejorar como artista Pokémon, en ese entonces su único objetivo era participar y reunir experiencia para un día volver a Kalos y convertirse en Reina, pero esto dio un gran giro luego de perder sus primeros concursos, razón por la cual tomó personal el participar en estos y demostrar le a todo Hoenn, y a ella misma, que podía ganar el gran festival. La chica pelimiel se encontró con la verdadera dificultad de un concurso, fueron 3 concursos seguidos en los que no pudo ni siquiera pasar de la primera ronda, siendo su 3° concurso el más bochornoso de todos.
Dicho concurso se marcó en ella y en gran parte de los aficionados a los concursos de Hoenn, pues en aquel festival, que era el más pequeño en el que había participado, había dado todo de su junto a su braixen para pasar a la segunda ronda pero un mal cálculo de sus movimientos termino con su Pokémon zorro quemando la ropa de la muchacha dejándola en ropa interior frente a todo el público de aquel evento, hasta día de hoy daba gracias de que aquel concurso no haya sido transmitido por televisión. Aquel incidente casi le costó su registro como coordinadora, pues el patrocinador y organizador de aquel concurso la tachó de indecente y peligrosa para el público, lo bueno es que Serena pudo convencerlo usando sus “habilidades especiales” de no revocar su permiso como coordinadora. Con la segunda oportunidad ganada, Serena se preparó y siguiendo aquella frase de su amado, volvió a los concursos.
Serena finalmente gano su primer concurso en su 4° intento y con su primera victoria su motivación de para conquistar el gran festival de Hoenn se elevó por lo cielos. En su tiempo como coordinadora, a veces ganaba y otras no, en algunas ocasiones solo entraba a los concursos como espectadora para aprender o para divertirse y cuando finalmente ganó penúltimo concurso decidió que se tomaría un descanso de su viaje, no se desplazaría por Hoenn para llegar al siguiente concurso, solo iría a donde el viento la llevara.
Fue así que faltando 2 meses para el gran concurso y a un listón de poder tener derecho a participar, y con más de una docena de concursos restantes, Serena había decidido tomar un descanso de los concursos. Siendo su última participación en el concurso de ciudad Calagua, ella aprovechó para darse una vuelta por el safari y turistear por el monte pírico para finalmente deambular por la ruta 123. Una ruta famosa por estar llena de sembradíos de ballas y una que otra granja, y a pesar de ser una zona de campo, la ruta tenía lo que a Serena tanto le había encantado de Hoenn, su gente amable y alegre, y por supuesto, personas que siempre estarían dispuestas a divertirse como a Serena le gustaba.
Durante su andar por aquella zona de Hoenn, Serena tuvo la oportunidad de conocer a muchas personas que le alegraron su break de los concursos, gente de campo que en su vida habían visto a alguien como la pelimiel e inclusive uno que otro fan de ella, estos encuentros le mostraron lo placentero que podía ser su descanso.
Pero lo importante y que condujo a que serena se encontrara en la situación actual fue el encuentro que tuvo con 2 entrenadores hace 3 días.
Después de estar deambulando por la ruta 123, Serena se encontraba un poco perdida por la mala señal que tenía su tableta, pero por suerte se encontró con una pareja, aparentemente de su misma edad, que viajaba con destino a la liga Pokémon, chico y chica, amigos de la infancia que recientemente habían entablado una relación amorosa, y para sumarle más a la pareja, estos también eran rivales, pues ambos viajaban retando gimnasios.
Serena encontraba esto romántico y le recordaba a cierta persona con la cuál comparaba el viaje de los 2 enamorados. Un viaje con tu amigo de la infancia por toda una región, una experiencia que estaba segura ellos habían disfrutado tanto como ella lo hizo en su momento.
Luego de su encuentro y comprobando la amabilidad de los oriundos de Hoenn, la kalense terminó viajando con ellos durante 3 días, 3 días que ella disfrutó de viaje con esa pareja, sobre todo con el chico, un muchacho algo alto y un poco atlético, guapo a sus ojos y que desde el primer momento vio que su mirada era fácilmente atraída por sus generosos pechos. El chico era algo atrevido, pensó ella, pero sin duda le encantaba que fuera así, ignorando el hecho de que estaba en una relación, el chico era guapo a sus ojos y pensó que, si jugaba bien sus cartas con el chico, no solo se divertiría con él, sino que también con la chica. Con el pensamiento de conseguir diversión con el entrenador, Serena molestó en cada situación que pudo al muchacho, poniéndolo incomodo y acercándose a él de forma sugerente sin que se diera cuenta la novia, todos estos acercamientos fueron durante el primer día y cuando llegó la noche no se vio sorprendida cuando este llegó a su tienda de campaña a mitad de la noche.
El chico era virgen, se dio cuenta de eso cuando la falsa valentía que tuvo al entrar a su tienda de dormir durante la madruga y el acorralarla se esfumo cuando ella lo encaró, al principio trato de huir, pero los encantos de Serena lo atraparon y lo convencieron de seguir. Fue algo torpe al principio, pues era su primera vez, pero con la experiencia de Serena, el chico aprendió a tocar los puntos que más le gustaban a ella y la llevaron a sentir un gran placer "que suertuda es está chica" pensó algo celosa luego de que el ex virgen había caído rendido luego de venirse 3 veces seguidas, un completo animal había surgido y todo por culpa de la pelimiel.
En el segundo día con los chicos, trató de insinuar a la chica pero no supo cómo abordarla, por lo que tuvo que conformarse con volver a pasar la noche con el entrenador, que por cierto mejoró mucho, hasta podría decir que lo hizo de forma más “salvaje”
Al llegar el tercer día y después de pasar una mañana tranquila, Serena pensó que podría volver a tomar la noche con el chico y convencer a la novia de unirse, pero el muchacho no pensó lo mismo, o más bien no pudo aguantarse hasta la noche y cuando su novia fue a buscar agua, interrumpió a Serena, quién en ese momento cocinaba la comida de la tarde, y la obligó a tener sexo con él. La sorprendió al abrazarla por la espalda, poniendo sus manos alrededor de su cintura, la acción le permitió sentir de inmediato su falo completamente duro restregándose en su culo.
Serena forcejeó ante su agarre, pero no podía librarse de aquel chico que ahora se sentía todo un hombre y la erección que se frotaba en su trasero demostraba que estaba decidido a mostrárselo.
Comenzó a mover sus caderas como un animal tratando de aparearse, frotando su erección fuertemente en el culo de Serena, mientras aprovecho la posición para meter una mano debajo de su falda y comenzar a frotarle los labios vaginales. Después de unos minutos de hacer esta acción y sacarle varios gemidos a Serena, la pelimiel estab completamente empapada y el chico sintió esto, por lo que, sin dudarlo, la giro y la empujo hacia la mesa del comedor improvisado de su campamento, dejándola recostada de espaldas en la mesa.
Entonces, el joven entrenador se desabrochó los pantalones y liberó su ya endurecido pene para empezar a frotarlo sobre la falda de Serena. Frotes que comenzaron lentos y que fueron aumentando en velocidad, así como su hambre por devorar a esa chica sobre la mesa. Entre frote y frote y aprovechando la posición en la que estaba con Serena, el chico comenzó a besarla, primero en la boca, luego cuello y finalmente en el pecho sobre la ropa, lugar en el que se entretuvo por un rato.
Mientras, Serena solo jadeaba ante el toque de aquel hombre que la tenía prisionera en la mesa y que sabía que en cualquier momento comenzaría a degustar el festín que el mismo se había servido. Pero sabía que tenía que detenerlo, o si no su novia podría encontrarlo.
—No podemos, ah.. no.. podemos hacerlo...uhh tu nov..— no pudo terminar de hablar por el gemido que lanzó pues el pene del chico finalmente había encontrado lugar bajo su falda y justo había tocado su clítoris, cerró los ojos ante el toque y el chico aprovecho para levantarle la polera negra por debajo del vestido rosa que usualmente usa Serena, dándose cuenta así que ella no llevaba brasier, gracias a esto le fue más fácil poder tomar los generosos pechos de la pelimiel con las manos.
—D..de..detente.. ella volverá...ah ..en c..cualquier ah ah momento..ah.— dijo con trabajo pues ahora el chico, que más que un hombre ahora parecía un Pokémon en celo listo para aparearse con su hembra. Sumándole el hecho de haber logrado exponer su pecho derecho para comenzar a ser atendido por su boca, Serena comenzaba a querer “aparearse”.
—No puedo…mmm —Dijo sin dejar de lamer y mordisquear el pezón de la chica.
Ella ya estaba hecha un desastre, acostada sobre la mesa, aprisionada por el peso del chico, sus bragas totalmente mojadas y su ropa desarreglada por completo, el entrenador sobre ella había levantado su vestido para que el agujero del mismo localizado en el abdomen ahora se encontrara a la altura de sus pechos y haciendo que el corte de la falda llegara a su ombligo, su polera negra alzada alcanzaba su barbilla y con la tela del vestido que se había alzada le cubría por completo la visión de lo que hacia el muchacho, lo único que sabía era que le estaba dando un deliciosos cuidado a sus pechos.
De golpe detuvo el ruido de succión y besuqueo, entonces Serena sintió que el chico dejaba de presionarla sobre la mesa, lo sintió separarse por unos segundos y de repente tomando sus piernas la empujo aun más sobre la mesa, la ropa juntada en su barbilla no la dejaron ver que hacía pero cuando sintió como tocaba hacía aun lado sus pantys y comenzaba a jugar con sus labios supo lo que él hacía, gimió cuando la lengua del entrenador entro en ella para comenzar a hacer un desastre en sus adentros.
—Más.. más… más … ahh. — los lengüetazos que le daba eran como ella le había enseñado las noches pasadas, la forma en la que le gustaba que le comieran el coño y el chico ni corto ni perezoso obedeció.
—Ahh si así.. sigue— sus gemidos eran de goce total, y no era para menos, el chico no sabía a lo que venía, sabía sus puntos gracias a ella y esto combinado con el pequeño temor de ser encontrados por la novia la hacían estar en un éxtasis total en la que solo existía ella y esa lengua que jugueteaba libremente dentro de ella y que la hacía gemir y gemir.
—¡Por favor no pares!¡Así!¡Así! ¡AHH! — grito al sentir su primer orgasmo del día el cual la hizo retorcerse bajo la mesa mientras ponía las caras más obscenas que podía.
Feliz de esa reacción, el chico comenzó a estimular el clítoris de la chica pellizcándolo y jalándolo lentamente, jugando deliciosamente con el.
La pelimiel no podía creer que aquel chico hubiera sido virgen la noche pasada y que ahora la estimulaba de múltiples formas, todo su cuerpo sentía las descargas de placer y estaba más que listo a responder con el siguiente orgasmo.
—¡Eres muy bueno! ¡Muy bueno! ¡AH! — finalmente el delicioso orgasmo llegó y el entrenador sintió el placer más grande de su vida al sentir como su lengua era estrujada por las paredes vaginales de Serena.
—¡Serena! —Escuchó que gritaba su nombre mientras sentía como se separaba abruptamente de ella.
—si… sii…— perdida en la delicia de su orgasmo balbuceaba sin saber lo que pasaba a su alrededor.
—¡Si, te voy a dar lo que deseas maldita zorra! — alcanzó a escuchar la pelimiel aquella frase que tantas veces había escuchado durante sus múltiples encuentros pasados, palabras que durante el calor del momento la excitaban pero que ahora eran una verdadera amenaza.
—¡Serena corre! — el entrenador gritó sacando del trance a Serena quién ahora yacía tendida en el piso y podía ver a la novia del muchacho totalmente cabreada y con sus pokebolas en mano —¡Corre!
Fue entonces que cayó en cuenta que la razón de que el chico interrumpiera tan deliciosa comida de coño, fue porque la novia lo había jalado previamente. Ahora que ella los había interrumpido y se alistaba para sacar sus Pokémon, Serena tomó su chaleco rojo, su mochila, sus pokebolas y salió corriendo del lugar para adentrarse en el bosque. Ella corrió y corrió mientras a lo lejos escuchaba lo que parecía ser una violenta pelea que ella bien sabía que era por qué había terminado con una relación de años.
Ya lo suficiente alejada del ruido, tomó tiempo para arreglarse la ropa pues había huido con su ropa levantada y fue entonces que se dio cuenta que ya no llevaba bragas, pero por suerte traía más en su mochila. Tras esto continúo su camino siguiendo la poca luz que quedaba del día, esperando que está la guiará a algún lugar donde poder dormir, pues entre el alboroto había terminado por olvidar su tienda de campaña y no tenía en qué o cómo pasar la noche. Y conforme fue oscureciendo fue sintiendo un poco de decepción por haber tenido que separarse de aquella pareja, sobre todo de tan hábil chico como ese.
—Espero que esa chica sepa aprovechar a ese hombre. Jiji estoy segura de que si arreglan las cosas ella gritara tanto o más que yo jiji.
Y después de caminar ya oscuras unas horas, y de empezar a perder las esperanzas de encontrar algún lugar para pasar la noche o mínimo señal para su tableta electrónica. Finalmente, Serena divisó los sembradíos de bayas bajo la luz de la Luna, sembradíos que indicaba que había una casa cerca. Al acercarse pudo ver qué no era una típica granja como las había visto antes por el camino, era una casa más grande, hasta podría decirse que era una finca o algo parecido.
Tenía varias parcelas de cultivo que rodeaban por completo, unos cuantos edificios pequeños ubicados esparcidos cerca de donde terminaban las parcelas de cultivos, uno silos y unas cercas metálicas de aproximadamente 1.5m de alto que rodeaban gran parte de la propiedad.
Serena pensó que podría pedir asilo para esa noche, no perdería nada con solo preguntar.
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