Aquel día había comenzado de manera ajetreada, Theo hubo sido detenido a mediados de su rutina matutina debido a una movilización considerable de parte de Digital Security; varias calles estaban cerradas formando un perímetro relativamente grande alrededor del Museo (también Alcaldía) de File. Vryzas apenas se quitó uno de sus audífonos para poder escuchar las indicaciones de los miembros de la policía encargados de asegurarse de que no cualquiera entrase al área en cuestión.
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Esta área está fuera de límites, sigue avanzando. – La instrucción fue concisa y Theo asintió cuasi robóticamente, sintiéndose incómodo con la idea de estorbar en las labores de Digital Security. Se dio la media vuelta a la par que consideraba el modo de completar su rutina tomando en cuenta el camino que debía evitar y estuvo por movilizarse cuando otra persona llamó su atención.
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¿Eres un tamer? – El policía interrogó al azabache, el cual asintió nuevamente con un movimiento de cabeza. –
¿Tienes alguna misión hoy?
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No, pensaba ir más tarde a la central para…
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Danos una mano, ¿quieres? Estamos cortos de personal y hay mucho que hacer. – El primer policía miró a su compañero con un gesto dudoso, ¿eran indicaciones de Gale? No lo cuestionó frente al médium, simplemente esperó (junto con el recién llegado) la respuesta del griego.
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Ehh, ¿qué tendría que hacer?
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Solo investigar, no te preocupes. Requerimos apoyo interrogando a los testigos, es una tarea sencilla.
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¿Puedo ir por mi compañero? Está en el Inn, no tardaría. – El encargo sonaba simple, como algo que él podía manejar, así que no vio como algo malo el aceptar y ayudar a los miembros de la policía.
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Sí, pero date prisa. – El oficial replicó firmemente, provocando que Theo asintiera y comenzara a correr en u instante, dirigiéndose hacia el Inn donde se quedaba; le tomó menos de quince minutos llegar y respiraba agitadamente conforme saltaba varios escalones para subir hacia el piso donde estaba su habitación. Por fin entró a la misma, informándole a Vorvomon lo sucedido conforme se cambiaba de ropa y metía sus cosas a la mochila.
[…]
Ya tras presentarse de vuelta con los miembros de Digital Security, aquel que había solicitado su apoyo le informó sus opciones: apoyar a investigar un asesinato o conseguir información sobre el robo de una espada. Vryzas se apresuró a dar su respuesta, evidentemente prefería involucrarse en el robo de la espada y no en el asesinato, le incomodaba la idea de que quizá terminaría metiéndose en más líos directamente con el asesino.
Indagar sobre el robo de un arma parecía mucho más sencillo y tras recibir sus instrucciones, se adelantó a ingresar al museo. Vorvomon seguía mirando a su tamer con curiosidad, era la primera vez desde hace meses que era el humano quien tomaba la iniciativa para participar en alguna quest, cosa que le alegraba de cierto modo.
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¡Encontraremos al culpable! – Era una confirmación, el dragón sonrió ampliamente luego de decir aquello y el azabache replicó con un gesto similar, aunque tímido.
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Ayudaremos a investigar para que la policía pueda hacerse cargo, solo estamos apoyando. – Corrigió el griego con calma, Vorvomon suspiró, quizá había cantado victoria muy pronto. El dúo se movilizó por el lugar, dirigiéndose primeramente al sitio donde había estado en exhibición la espada y mirando los alrededores cercanos; les llamó la atención la ventana y un miembro de la policía les informó que esa había sido la ruta de escape. Tanto el Child como el humano inspeccionaron la zona más de cerca, observando los vidrios tanto en el interior, como en el exterior del establecimiento.
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Quien sea que haya pasado por aquí, es grande. – Meditó el de piedra en voz alta, llamando la atención de su acompañante.
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¿Por qué lo dices?
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Por la forma en que la madera está rota aquí – apuntó al borde inferior de la ventana, donde aparentemente algo o alguien se había apoyado, el material estaba sumido y astillado –
, ¿ves?
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Sí, tienes razón. – Se rascó la barbilla y giró, mirando nuevamente todo lo que los rodeaba. –
¿Quiénes son los testigos a los que había que interrogar? – Alzó la voz un poco, lo suficiente para que el policía más cercano le escuchara.
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Los vecinos, trata de no interrumpir si están siendo interrogados sobre el asesinato. – Replicó el otro, mirando sobre su hombro para encontrarse con los ojos del de menor rango y acto seguido volviendo su atención a lo que sea que estuviese haciendo. Theo asintió y le hizo una seña a su amigo para que salieran del museo.