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¡RizeGreymon, asciende y combate en las nubes, mantén los ataques lejos de los edificios y noquéalos!
"Esa no es la decisión correcta"
"No podemos seguir matando y destruyendo indiscriminadamente, File City está recibiendo demasiado daño"
"Masaki, ¡Concéntrate!"
Mientras el Juttoushi del Fuego se enzarzaba en un combate de cuerpo a cuerpo contra un Turuiemon, un fuerte debate mental se llevaba a cabo en su cabeza, con ambas partes del Hybrid en desacuerdo por primera vez en mucho tiempo. Agnimon chistó al sentir como el Mekyo-Shisui que había activado un minuto atrás se desvanecía por la turbulencia mental dentro de su ser, obligándole a retirarse del enfrentamiento para esquivar los precisos ataques del conejo oriental que estaba siendo su oponente. Una vez que recuperó la distancia, el guerrero hindú se apresuró a acortarla con el Fire Dash, acompañado por el Gatling Burst que le permitió finalmente derribar al zombie contrincante. La victoria, no obstante, era vacía, ya que el Hybrid solo podía sentir una mezcla de cansancio, frustración y molestia en su interior que giraba en torno al estrés de la situación. Simplemente no podían seguir así, luchando contra todo hasta quedarse sin energía, sin embargo, ¿Qué más podrían hacer?
"Cancela la Spirit Evolution, necesitamos hablar"
Haciendo caso a la voz interna de AncientGreymon, Masaki dejó que la esfera de luz y datos rodeara su cuerpo, regresándolo de inmediato a su forma humana y materializando a la presencia del guerrero frente a él. Agnimon le indicó que subieran a la terraza de uno de los edificios más cercanos para estar más seguros que en la tierra. El japonés miró hacia el cielo, donde su compañero hacía su mejor esfuerzo para mantener a raya a los Digimon aéreos y terrestres que veía acercarse, y luego volvió a enfocarse en el espíritu, obedeciéndole y emprendiendo una carrera apresurada hacia la vivienda más cercana.
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Masaki, comprendo que no estén acostumbrados a un ambiente como este - comentó Agnimon con seriedad mientras el chico hallaba las escaleras y las subía a toda prisa -
Sin embargo no pueden seguir así, están desperdiciando sus energías.
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¿A qué te refieres? - El chico trató de enmascarar el mal humor que le estaba provocando el estrés, sin embargo el Juttoushi no se vio engañado por ello. Conocía al japonés demasiado bien como para saber que rondaba por su mente, en especial luego de una Spirit Evolution.
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Sonará drástico, pero este escenario no es diferente a una guerra - afirmó Agnimon, hablando desde sus milenios de experiencia -
Una situación donde la batalla es continua e inevitable, no puedes dialogar con tus enemigos y tú y tus aliados no cuentan con refuerzos o una idea clara de que está ocurriendo. Dijiste que era similar a la "Noche del Ogro". Ahora piensa: ¿Qué es diferente entre esa noche y hoy?
Masaki no necesitó pensarlo demasiado para saber la mayor diferencia: El nivel propio y del objetivo. Durante la pelea contra Ogremon él aún era un Amateur y por tanto no tenía mucho poder a su disposición para usar, se las había arreglado como podido, agradeciendo a Yggdrasil que sus oponentes fueran de su mismo nivel. Ahora, un año después, él era un Elite que opacaba con creces a su yo del pasado tanto en poder como en recursos, sin embargo sus oponentes también habían aumentado tanto en número como en nivel. Llegó a un impase: La situación era diferente pero el resultado era igual, entonces: ¿A qué quería llegar el Juttoushi con esa reflexión?
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Masaki Nakai, ¿Qué rango eres? - preguntó Agnimon con seriedad.
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Elite.
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¿Qué evolución tiene tu compañero ahora?
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RizeGreymon - Al momento que el japonés vio a donde se dirigía la discusión, su rostro se tensó -
No puedo usar la etapa Ultimate en plena ciudad, quién sabe cuanto llegaríamos a destruir... ¡Hay personas y Digimon inconscientes en las calles y edificios!
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¡Humanos y Digimon que igual morirán si nos quedamos sin hacer nada! - La reprimenda de Agnimon salió con un tono de voz que, hasta el momento, el chico solo había visto ser dirigido contra oponentes. Se detuvo en seco en uno de los peldaños, mirando a su espíritu con sorpresa -
No te engañes, por más que intenten evitar daños y muertes ambas ya ocurrieron, y seguirán aumentando mientras más alarguen la batalla. Dijiste que querías ahorrar energías hasta saber que hacer y lo acepté, pero ya sabes cual es tu misión y te sigues conteniendo.
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¿Que sugieres? ¿Qué evolucione a ShineGreymon y vuele la mitad de la ciudad sin importar quien esté allí?
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Mira a tu compañero.
La orden del Juttoushi fue dada sin explicación alguna, haciendo que el japonés se apresurara a subir el resto de los peldaños y mirar por una de las ventanas. Sobre sus cabezas, RizeGreymon volaba en persecución de un par de Birdramon, a los cuales buscaba noquear limpiamente con un golpe de su Solid Strike. La maniobra estaba funcionando, sin embargo era notable la energía que el Perfect gastaba en sus propulsores, al igual que los ataques que recibía de ambas aves sin intentar esquivarlos o golpearlos por la urgencia de la situación.
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RizeGreymon...
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Cada movimiento hecho en mente de no dañar o matar a nadie es uno que debe hacerse con cautela y precisión, sacrificando a su vez otros aspectos como el cuidado en uno mismo o tácticas más efectivas y rápidas - explicó el líder de los Juttoushi -
No está mal querer salvarlos a todos Masaki, de verdad la considero una buena cualidad en ti, sin embargo no es algo práctico en este momento y lo único que logras es agotarte a ti y a RizeGreymon más de la cuenta. Ya File recibió daños que tomarán semanas o hasta meses de reparar, y es casi seguro que al menos un Tamer o Digimon murió en el fuego cruzado o la destrucción de un edificio, hayamos sido nosotros o no.
Silencio. Sin contestar a las palabras del Juttoushi, Masaki continuó subiendo la siguiente sección de escaleras, tenía que llegar a la terraza cuanto antes.
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Al momento en que se nos agote la energía seremos los próximos en caer - Le recordó duramente Agnimon -
Sin nosotros cubriéndoles, Andiramon y Ryuko serán abrumados por los Digimon antes que logran derrotar a Pajramon. Dime, ¿después de eso que pasará? ¿Crees que Tamers de otra Central vendrán si no hay una llamada de auxilio? ¿O que las Holy Beasts intervendrán? Aún si ocurre, ustedes ya ustedes habrán muerto en vano, junto a todos aquellos que perecieron a causa del combate alargado.
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¡Lo sé! ¿Qué se supone que haga?
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¡Pelea! - Ordenó AncientGreymon -
Termina el combate antes que sea demasiado tarde y salva a los que puedas, en lugar de obligarte a ti y a tu compañero a llevar un peso que los terminará aplastando. ¡Haz la decisión correcta!
En ese momento Masaki no lo supo, sin embargo había una razón detrás del modo de pensar de Agnimon. Descubrir el motivo tras ese razonamiento era solo cuestión de usar el DigiWindow para saber las técnicas que el guerrero milenario había tenido en vida: "Gaia Tornado" un tornado de fuego que consumía al oponente y lo que le rodeara; y "Omega Burst", una explosión cataclísmica con un rango devastador que, se decía, podía alcanzar kilómetros. Así es, AncientGreymon también portaba el "estigma" de poseer técnicas devastadoras, ataques que destruían indiscriminadamente sin diferenciar entre aliado y enemigo. Si AncientGreymon hubiese temido usar esos ataques por el daño colateral, ¿Qué habría sido de él como guerrero? En definitiva jamás habría atacado a nadie por temor a destruir, ni siquiera a Lucemon. Eso era lo que el Juttoushi quería que su heredero comprendiera: Que no podía estarse limitando eternamente, y que llegaría el momento en el que tendría que poner la vida de muchos por sobre la de unos pocos. Si, posiblemente esa noche murieron más que "zombies", sin embargo ¿Cuantos más lo harían si File seguía así y nadie despertaba?
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Yo...
- No los defiendo - Agumon suspiró - Solo digo que para ellos el bien del Mundo Digital pesa más que las vidas que se sacrifiquen. "El bien mayor", se le dice.
Con cinco mil años de antigüedad, tanto los Juttoushi como los Devas compartían el mismo pensamiento, uno que podría ser considerado "cínico" o "realista" dependiendo de quien lo viera. Masaki se encontraba en una encrucijada entre esas dos opciones: Su modo de ser le decía que era extremista, que había una mejor manera de salvar a todos y que solo tenía que aguantar un poco más confiando en las habilidades del Deva. Su experiencia en cambio, la que había sido formada con un año y medio de sucesos en el Mundo Digital, se inclinaba hacia el lado del realismo: Su energía tenía un límite y la estaba desgastando al prolongar un encuentro que podía terminar pronto si se "ponía serio". Mientras debatía consigo mismo que hacer y que respuesta darle al Juttoushi, vio por fin el final de su escalinata: La puerta que daba a la terraza de aquel edificio. La abrió con fuerza y salió al frío aire de la noche, donde lo primero que vio fue a RizeGreymon aún disparando balas solitarias contra los enemigos.
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¿Qué harás? - insistió el Juttoushi, con una pregunta que se sintió casi como una prueba del Templo del Fuego. Masaki lo continuó pensando, ¿Ryuko que haría? En el poco tiempo en que la había conocido, la Shijin había demostrado no tener pizca de duda sobre su labor como alguien con ese título, aún si eso implicaba luchar contra otro Deva y acabar con la vida de Digimon que, ella bien sabía eran inocentes. Su determinación era implacable, ¿Acaso era por ser una Shijin y no una Tamer? Si era así entones, ¿Un Tamer podría hacer uso de ese mismo nivel de determinación?
"Ayudar al Mundo Digital" - Eran las palabras que el chico había dicho a uno de sus estudiantes de la Academia cuando este le preguntó sobre el propósito de ser un Tamer -
"Estamos aquí para asegurarnos que este mundo prospere y se recupere de los problemas del pasado. Para eso, es nuestro deber velar por el Mundo Digital y los Digimon, cumpliendo los encargos y misiones que se nos asignan"
Aquel día esas palabras habían salido por inercia de la boca del japonés, sin embargo esa noche habían cobrado un nuevo significado: Sin importar si se trataba de un Shijin, Deva, Juttoushi o un Tamer de Gungnir, todos los que estaban defendiendo la ciudad esa noche tenían en mente un mismo objetivo: Asegurar la prosperidad del Mundo Digital. Si para ello tenían que reducir Digimon a Digitamas o derribar un par de edificios, que así fuera. Al final de cuentas eso sería mejor un precio a pagar menor en comparación a ver la ciudad que albergaba a los Tamers primerizos completamente destruida o invadida.
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¡Masaki!
La segunda voz que lo llamaba no provenía del Juttoushi, sino de su propio Digimon. Desde el cielo RizeGreymon miró, frustrado, como una caravana considerable de Digimon se acercaba al flanco que el japonés defendía, siendo liderado por un gigantesco BishopChessmon. Masaki observó como el Golem se abría paso por las calles lentamente, dejando cráteres por cada zona que sus pies pisaban. Aunque difícil de distinguir por la distancia y la pobre iluminación, una mancha salpicada de color rojizo en uno de los pies de la criatura blanca se hizo visible al ser iluminada por un poste de luz. Eso le dio al Elite un nuevo punto de vista. ¿Cuanta gente había sido aplastada en su sueño esa noche, aún sin que ellos lucharan? La Guild nunca logró poner a toda la ciudad a salvo a pesar que en varias ocasiones lo intentó con algunos, lo que significaba que varios inocentes seguramente habrían muerto por el solo hecho de estar fuera de sus casas cuando el evento comenzó. Mientras la Digisoul emanaba por inercia del chico por la sobrecarga de emociones, finalmente comprendió lo que el Juttoushi había estado tratando de decirle desde el principio: Querer evitar todas las muertes era una batalla que habían perdido desde el principio, y por eso es que su prioridad debía ser acabar con el incidente cuanto antes, por la fuerza abrumadora de ser necesario. Con un nuevo nivel de determinación, el chico de cabello verde sacó una DigiMemory de su estuche y la activó en el reloj de su muñeca, para acto seguido concentrar la Digisoul en un solo resplandor blanco.
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¡Sin contenernos! - Le ordenó a su Digimon -
Digisoul Charge ¡Overdrive!
Al unísono, la energía de la Digisoul y el círculo de invocación se materializaron de los dispositivos del Tamer, siendo enviados al cielo y la tierra respectivamente. RizeGreymon fue rodeado por una esfera de luz que comenzó su transformación, devolviéndolo un instante a Child para inmediatamente comenzar su crecimiento a su última etapa. Su cuerpo creció de manera descomunal mientras adquiría una forma más humanoide, empezando por sus brazos y piernas hasta llegar a su espalda, que desarrolló alas mecanizadas, y su cola; que se extendió hasta terminar en una especie de anillo de pinchos. Su cabeza fue cubierta por un casco con cuernos, mientras una armadura blanca, roja y amarilla cubría todo su cuerpo. Finalmente, el recién evolucionado dragón liberó la energía a su alrededor, separando la luz de la evolución y las nubes cercanas para que se pudiera vislumbrar en el cielo su nueva forma.
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¡ShineGreymon!
Sin duda alguna, la evolución a Ultimate era una experiencia nueva, abrumadora y atrapante. ShineGreymon podía sentir en su ser como el nuevo poder que habían desbloqueado con su ascenso fluía con fuerza en cada parte por completo. Sin embargo, no era perfecto: Las constantes batallas que había tenido durante la noche habían mermado sus reservas de energía lo cual, sumado a que fuera su primera vez evolucionando a esa etapa, reduciría enormemente su duración. El Ultimate no sabía cuanto tiempo tenía, pero aún con el apoyo de la Digisoul de Masaki no creía que pudiera mantenerlo la mitad del tiempo que podría en condición óptima. Aún así no importaba, el Light Dragon había recibido en esa carga las intenciones de su Tamer y sabía que no tendrían que alargar el combate. Su imponente apariencia, notable a calles de distancia por el resplandor y tamaño de su cuerpo era una señal de que era momento de acabar con ello.
En la tierra la DigiMemory seguía en proceso de invocación, algo notable por el hecho que el círculo mágico continuaba creciendo paulatinamente. En un hecho extraño para los objetos, cada crecimiento del símbolo era marcado por el sonido de alguna clase de aguja de reloj, hasta finalmente alcanzar el tamaño para albergar un Digimon de gran tamaño, comparable con el propio ShineGreymon. Un rostro surgió de la nada, perteneciente a una criatura de piel curtida, armadura azul con finos cuernos y ojos saltones que veían en direcciones completamente opuestas. La criatura empezó a salir de su círculo lentamente, dejando ver su cabello rubio y esquelético ser que le daba una apariencia sencillamente perturbadora. Sin duda alguna era un Digimon más que horrendo, que miraba hacia el frente con un rostro tieso e inexpresivo, esperando una orden para cumplirla. Masaki observó a la criatura, sin evitar pensar que, de poder, aquella DigiMemory se habría relamido los labios con la simple idea de poder "alimentarse" de lo que se acercaba a él.
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Derrota a todos los Digimon que se atraviesen en tu camino - ordenó Masaki a su invocación -
Todo lo que te ataque es tu enemigo.
Diablomon no necesitó que le repitieran su indicación para empezar a ejecutarla. Poniendo sus brazos en el suelo e iniciando su carrera a cuatro patas como un animal, la criatura se abalanzó sobre la multitud con su boca abierta, empezando por BishopChessmon como su primer objetivo. No fue cuestión de más de unos segundos para que ataques empezaran a volar en todas direcciones mientras el demonio desgarraba, mordía o simplemente pisoteaba con su gran tamaño a todo el que demostrara hostilidades contra él. Era una escena repulsiva para la ideología del japonés, sin embargo sabía que no tenía de otra. Gracias a su orden contaría con tres minutos de un Ultimate despiadado en ese flanco, a comparación de lo que habría recibido con solo ordenar el uso del Catastrophe Cannon. En el cielo ShineGreymon esperaba su orden propia, algo que hacer que seguramente no tendría que ver con el grupo con el que Diablomon ya se estaba encargando. Sin perder más tiempo, Nakai sacó su lector de cartas y tres tarjetas, pasándolas simultáneamente por el dispositivo.
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Cosmo Flash, Aurvandil's Arrow y Homing Laser - declaró Agnimon en voz alta para que el Light Dragon comprendiera que había recibido -
Masaki, esa combinación es...
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Lo sé, pero es la mejor opción - dijo el chico para luego ver a su Digimon -
Vuela por la ciudad y ataca a todos los Digimon salvajes que veas - ordenó -
¡Usa el Cosmo Flash junto al Homing Laser para golpear a la mayor cantidad de oponentes simultáneos que puedas, no malgastes ataques ni energía!
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Entendido - Aunque el Ultimate sabía que esa táctica y combinación de cartas no se compararía a lo que MetalGarurumon podía hacer con sus sensores y Grace Cross Freezer, no perdía nada con intentarlo. Sin más, un ruido ensordecedor delató que el dragón había partido a cumplir su parte de la estrategia, dejando a su Tamer en la terraza atento a las acciones de Diablomon. Agnimon se volvió a plantar frente a él con sus brazos cruzados y una mirada enigmática, preguntándose si su portador había aprendido de esa situación.
Poder abrumador: Eso era algo que un Elite poseía y con lo que ninguno de los cuatro Tamers de Gungnir contaba hace un año. Durante toda la noche los Digimon habían demostrado no tener el poder de uno normal por su "evolución acelerada" sin embargo habían sido problemáticos porque los integrantes de la Guild se habían empeñado en ahorrar sus energías y evitar la mayor cantidad de daños posible. Si se comparaban con Andiramon, el conejo jamás había hecho eso: Desde el principio el Deva había demostrado que no gastaría energía extra en tenerle piedad a los zombies, y aún si eran inocentes continuaría devolviéndolos a Digitamas con el fin de cumplir su labor. Ahora que ellos empezaban a hacer uso de sus Ultimate contra los cuales los Adults no tendrían oportunidad, era más fácil ver la situación desde el lado del Deva: Derrotar a los oponentes sin darles la oportunidad de defenderse significaba que la batalla era más corta y causaba menos daño, algo que era ventajoso a largo plazo aún si en un principio parecía cruel y despiadado. En retrospectiva, tal vez eso era lo que Andiramon había buscado horas antes en su masacre a la Guild de secuestradores: Acabar con la amenaza que ellos provocaban con su existencia velozmente, antes que las consecuencias en los niños afectados fuera peor o irreversible. "
Cruel to be Kind", podría llamarse a eso.
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No soy el único que lo ha notado, ¿verdad? - preguntó el japonés al ver, a lo lejos, como algunos Digimon voladores eran congelados por lo que, deducía, eran los misiles de MetalGarurumon.
Esa noche cada uno de los miembros de Gungnir habían encontrado un nuevo modo de combatir y una justificación tras ello, así como un escenario para usar el poder que, hasta ahora, solo había sido reservado para emergencias. "Elite" no era solo un término "cool" que a alguien se le había ocurrido a la hora de idear los rangos con los que la Central, y la sociedad de los Tamers, trabajaría; era una marca: Una muestra de un Tamer que había superado sinfín de situaciones y sabía que hacer en el momento adecuado. Fue esa la noche en que, por primera vez, Masaki entendió lo lejos que habían llegado individualmente y como equipo; así como la responsabilidad sobre sus hombros: Ya no eran cinco (luego siete) personas unidas bajo el estandarte de una pequeña casa disfuncional, eran una Guild verdadera, una que haría cumplir el lema del que siempre se había jactado.
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Aprovechando la ventaja táctica que el campo de hielo creado les proporcionaba, MetalGarurumon fue avanzando entre los edificios identificando y atacando a los Digimon que se acercaban a su flanco con una expresión seria en su rostro. El combate, además de constante, empezaba a volverse desagradable a causa de los Digimon controlados, los cuales no se detenían en sus intentos a pesar que no tenían oportunidad alguna de ganarle a un Digimon que les superaba con dos niveles de diferencia. Sencillamente llegaba a dar un tanto de repulsión participar en un combate así, en el que contrincante no tenía la capacidad cognitiva para siquiera entender lo inútil de sus esfuerzos. Aún así, ni el lobo metálico ni el Juttoushi sobre su lobo se detuvieron, continuando sus ataques con el fin de acabar con la pesadilla de esa noche.
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A la derecha - El Ultimate alertó de un grupo de Tankmon intentó abrirse paso por el suelo escarchado, perdiendo tracción casi de inmediato y resbalando a causa del terreno inestable. Wolfmon asintió y volvió a cargar su Licht Kugel, disparándolo contra los Adults para luego permitirle a su compañero culminar la tarea con los misiles de sus hombros. Digitamas cubiertos de escarcha aparecieron en el lugar que antes había albergado a los tanques, señal que le permitió al Cyborg alzarse en el aire junto a su Tamer para continuar la defensa del perímetro desde arriba. El resplandor lejano de la evolución les hizo ver a lo lejos como RizeGreymon pasaba a la etapa siguiente. Raisa no había sido la única en aceptar las condiciones de su combate.
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Greymon lo convenció - comentó la parte Digimon del Hybrid al ver por primera vez la forma Ultimate del dragón. Raisa no comentó nada al respecto dentro de la mente compartida, en su lugar enfocándose en los Digimon al frente. Un enjambre de Kuwagamon se acercaban hacia ellos, indicándoles que debían abrir fuego para continuar su labor. Sin más preámbulo, MetalGarurumon liberó otra tanda de Grace Cross Freezer, congelando y derribando a los objetivos a la vista de quienes giraran en esa dirección. Podía sentir sus reservas de energía y munición disminuyendo con cada misil disparado, sin embargo no por eso iba a detenerse, hacerlo sería echar por la borda todo el esfuerzo que la Guild había invertido esa noche por File, Ryuko y ellos mismos.
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¿Esa es la lagartija? Sigue creciendo cada vez más.
Mientras Beelzebumon se encargaba de dejar fuera de combate a un Leomon que se que le había abalanzado, el resplandor de la evolución que iluminó la noche lo hizo ver a las nubes, justo a tiempo para ver la gigantesca figura de ShineGreymon cuando apareció. Loweemon también lo observó de reojo sin hacer comentario mientras continuaba su propio combate, enfrentándose fieramente a un Digimon de armadura negra y múltiples ojos en su cuerpo. No sabía exactamente porque, sin embargo algo en la apariencia de ese guerrero le causaba un dejo de repulsión a la reencarnación de AncientSphinxmon, como si esa especie y él tuvieran relación directa. Blandiendo la Danzai no Yari telekinéticamente gracias a su Nibelungen Ring, el Juttoushi de la Oscuridad bloqueó las dos "Blut Evolution", espadas rojas como la sangre que salían de los brazos del silencioso Digimon.
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¡Esteban, atrás! - La orden vino del Demon Lord, que harto de ver a su Tamer siendo atosigado con Duskmon decidió acabar con el Digimon con un disparo veloz de su Berenjena, gracias a su "Heartbreak Shot". El guerrero de la oscuridad se desintegró en un Digitama, dejando a ambos protectores de aquel flanco con un momento breve para reunir sus ideas -
¿Estás bien?
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Sí, gracias Belzie - contestó el Hybrid para luego ver nuevamente en la dirección del Light Dragon. ShineGreymon había partido de su zona a un área más alejada, donde había empezado a atacar quien-sabe-qué con una técnica que, el Demon Lord identificó, era el Cosmo Flash, el ataque característico de Insekimon otorgado por una carta.
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Nos tocará darle una disculpa oficial a Jijimon luego de esto... - comentó el Demon Lord rascando su nuca con su garra libre. Loweemon asintió, para luego enfocarse en su propio compañero.
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¿Cómo están tus energías?
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Podría estar mejor - contestó el Demon Lord llevando a Berenjena hasta su hombro -
Aunque no sé cuanto más pueda seguir recargando las balas de esto.
El Ultimate tenía razón, su forma era una difícil de mantener, especialmente si se la pasaban dando saltos, zarpazos y disparos por doquier. La parte Juttoushi del Hybrid estuvo agradecido de que el Tamer decidiera guardar la energía de su compañero, de no ser por eso seguramente habrían sido los primeros en de-evolucionar.
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Derrotemos a todo lo que podamos - dijo Loweemon finalmente -
Si sientes que tu energía se agota avísame y nos retiraremos.
Belzie sonrió y asintió, mientras le quedara energías no iba a dejar que la "lagartija" fuera el único que se luciera aquella noche.
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¡Machine-Gun Destroy! ¡Gurenjūouha!
Con furia y precisión, el león Perfect se abría paso por las hordas de Adults y Childs incinerándolos con sus técnicas y armamento. Las explosiones retumbaban en el ambiente con fuerza, dejando ascuas e inicios de incendios que la Juttoushi del Viento apagaba con su control elemental cada vez que tenía la oportunidad, algo no muy sencillo gracias a los Digimon que pasaban la ofensiva del Perfect para encararla a ella. Creando distancia con las kamaitachis que generaba, la Hybrid procedió a contraatacar a un solitario Ogremon con el Roseo Temporale cuando tuvo la oportunidad, noqueando al ogro sobre su espalda con una barrera de fuertes patadas continuas.
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No había tenido una noche así desde que estaba viva - comentó Irismon desde el cuerpo de la Hybrid. Ni Flaremon ni Mai tuvieron tiempo de responder a ese comentario, puesto que la siguiente tanda de oponentes se empezaba a acercar por su lado. El felino rugió y comenzó la ofensiva deshaciéndose de la armadura, y aprovechando su ventaja con la carta para descargar la Starlight Velocity en el grupo antes que el Card Slash terminara su efecto. Con la técnica ejecutada la armadura se desvaneció, dejando al Perfect en medio del pequeño grupo de Adults derribado por su fuerza. Emitió un segundo rugido, esta vez mediante el Seisei no Houkou para restaurar un poco sus heridas antes de enfrentar al siguiente "zombie" que había mostrado su cabeza por la calle que defendían. La Juttoushi por su parte se elevó en busca de más enemigos aéreos, observando de reojo como un gigantesco Digimon volaba por un costado hasta perderse en la oscuridad. La sorpresa de ver a ese gigante fue eliminada al comprender que se trataba de la evolución Ultimate de Agumon, una etapa que la líder de Gungnir no había visto nunca ya que su novio no la había revelado, ni siquiera más temprano aquel día durante su misión con Andiramon.
"Mai, vienen más"
La advertencia en su cabeza era innecesaria ya que ambas mujeres compartían su visión en ese estado, sin embargo aún así Irismon la hizo. Abajo en la tierra, cerca de donde Flaremon combatía, una nueva horda de Digimon se acercaba lentamente, esta vez liderada por dos Perfect. La líder de Gungnir chistó y descendió hasta una terraza cercana, donde permitió que la luz de la evolución la retornara a su forma humana. Fulminó con la mirada la dirección en la que los Digimon provenía y aferró su D-arc con fuerza. La frustración de tener que pelear eternamente en esa noche y la destrucción que estaban provocando todos los Digimon controlados empezaban a sacarla de sus casillas, reavivando el mismo sentimiento negativo que había tenido por la Rogue Guild horas atrás ¿Cuantos niños e inocentes habían muerto por culpa de esos Digimon? La respuesta a eso no era una que la Elite necesitara para saber que hacer: Acabar con el incidente y restaurar el balance a la ciudad.
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¡Flaremon!
Aún a la distancia el león comprendió lo que pasaba cuando la luz de su propia evolución lo envolvió. Podía sentir el poder de su Tamer sobrecargarlo de la misma forma que había ocurrido esa mañana. Brillando intensamente como el sol, Flaremon fue creciendo y llenándose de armadura hasta convertirse en un titán frente a sus oponentes. Sus dientes apretados, mirada furiosa y fuego emanando por sus puños delataban una hostilidad atemorizante, y un deseo por detener a todos los que ponían en riesgo a su Tamer a toda costa.
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Apollomon.
Su presentación fue interrumpida por una nueva tanda de ataques dirigidas hacia su ser, esta vez encabezada por el Gatling Burst de los dos Andromon que "lideraban" al grupo. El Dios Olímpico gruñó, colocando sus puños al frente de su rostro y reavivando las llamas que consumieron las técnicas mientras protegían su cuerpo. Empezaba a comprender las palabras de Andiramon y Masaki: Sus oponentes no solo carecían de mente, también lo hacían de poder. No sabía si la teoría de la "evolución acelerada" era correcta y, francamente, no le importaba; Lo único importante es que, mientras esa última evolución durara, él iba a seguir peleando. Con pesados pasos arremetió con su grupo, barriéndolos con sus gigantescas extremidades sin prestar atención a quién salía herido por ello. Desde la terraza, su Tamer activó dos cartas más para apoyarle: Thermal Mane y Volcano Blaze, la señal que le indicaba al Ultimate que Mai tampoco deseaba que siguiera conteniéndose esa noche.
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¡Lárguense! - bramó al sentir ataques molestando en su espalda y girarse en busca de los culpables. Un pequeño grupo de Digimon había logrado evadir la embestida inicial y continuaba atacando sin pensar en su seguridad. "Asqueroso" salió de los labios del león, a medida que bajaba su mano con fuerza para aplastar e incinerar a los que se empeñaban en causar daño. Nunca se había sentido como en esa noche, sin embargo a su manera era una sensación... ¿Gratificante? No sabía como describirlo y no era momento para hacerlo, pero lo que el Digimon estaba viviendo en ese momento era catarsis: Alivio de poder al fin luchar libremente y desquitar todo el daño de esa noche. Si Mai o Fairymon sabían o compartían lo que pasaba por la mente del Ultimate en ese momento era un misterio. Sus miradas se mantenían impasibles, observando a su compañero hacer gala de sus ataques sin pensar en nada más que en su seguridad y la de la Guild.
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Luces de evolución, explosiones y ataques. Aunque Ryuko no podía saber con certeza que estaba ocurriendo en los distintos flancos podía intuir por lo menos que algo había cambiado en la Guild que la había escoltado toda la noche. Se trataba de algo que no podía discernir con conjeturas, pero que seguramente comprendería una vez que todos se reunieran nuevamente luego de vencer a Pajramon, ya fuera para celebrar su victoria o para preparar un nuevo plan para lidiar con el resto de los enemigos. En sus cuatro puntos cardinales podía sentir como la batalla se desarrollaba juzgando sus sonidos y efímeras imágenes sin embargo, aún cuando quería saber más al respecto de los sucesos y sus protagonistas, tenía una última misión que cumplir.
Durante esos eternos minutos los dos Deva se habían aislado en el mundo de su propio combate, ignorando por completo el pandemonio que se escuchaba a su alrededor producto de los Digimon que trataban de defender a uno de los dos bandos. Aún controlada Pajramon había demostrado que sus habilidades legendarias no se habían mermado ni un momento, lo cual ponía en desventaja a Andiramon que había estado enfrentando Digimon durante la noche. Claro, la oveja tampoco estaba airada y el uso de su técnica somnífera en toda la ciudad había usado parte de sus reservas de energía, sin embargo aún poseía una ventaja sobre su homólogo, el cual se veía obligado a mantenerse a raya bloqueando y esquivando las flechas de luz que siempre iban destinadas a matarlo. Lo que Andira necesitaba era una oportunidad: Un momento de descuido del carnero que le permitiera asestarle un golpe contundente, no obstante no había señales de que eso ocurriría pronto. Tanto la Shijin como el Deva sabían algo: Que esas oportunidades se creaban, no se esperaban.
Así fue como, cuando Andiramon logró hacer que Pajramon descendiera a tierra una vez más, Ryuko le dio una orden sobre que hacer: Mantenerlo ahí, aunque fuera por tres segundos. El leal mamífero asintió y se abalanzó contra la oveja con ambas hachas en alto, obligándole a usar su Pao Gong para defenderse de los despiadados filos de las manos de su rival. Un sonoro chirrido metálico retumbó en la calle desolada acompañado de chispas mientras ambos Devas forcejeaban con sus armas en contacto, ambas igual de resistentes y negadas a ceder, sin embargo eso no era lo importante. Ryuko sabía que el arma de uno de los "Doce" no sería destruida fácilmente, aún en manos de un homólogo, y era por eso mismo que su estrategia nunca se centró en eso. Aprovechando la cercanía para emprender la carrera, la atlética joven cargó en su puño el aura zafiro característica de su ser, asestando un puñetazo en una de las patas de la criatura que no la vio venir por estar en trance. El golpe hizo eco y, en cuestión de segundos, el Perfect trastrabilló. Sí, era cierto que, al ser un Deva, Pajramon no podía ser afectada por la Digisoul común de un Tamer de la misma forma que un Digimon normal lo era, pero también era cierto que el aura que emanaba de Ryuko no era una Digisoul cualquiera: Era un aura influenciada por el propio Qinglongmon, y que superaba con creces a cualquier otra que estuviera en la ciudad en ese momento. Al final de cuentas, la Holy Beast había prevalecido sobre el Deva aún sin hacer presencia, y esos segundos que la habilidad más básica de la carga áurea creó eran justo lo que Andiramon necesitaba. Con un veloz movimiento, dos profundos tajos fueron hechos en el torso del centauro, el cual soltó un berrido lastimero antes de desplomarse pesadamente en el suelo, soltando su arma y quedando completamente inerte. Casi instantáneamente una presión en sus oídos se liberó, como si un sonido que hubiesen tenido en su cabeza toda la noche sin percibirlo hubiese desaparecido repentinamente, haciéndose notable por su ausencia. Por primera vez en la noche Ryuko suspiró aliviada. La primera parte de su misión había concluido.
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¿Está viva, Andiramon? - preguntó, viendo el cuerpo de la oveja que no se había empezado a desintegrar. El hecho que no lo hiciera parecía alentador, pero no podía estar muy segura de ello debido a las irregularidades de aquella noche.
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Lo está, Milady - informó el Deva -
Gracias a su asistencia.
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Tenemos que avisarles a los chicos - dijo la japonesa casi al instante -
espero que todo termine pronto con esto.
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Mientras Diablomon desaparecía luego de atrapar con sus dientes a una última presa y, en el cielo, ShineGreymon disparaba el Cosmo Flash contra los enemigos que encontraba cerca, Masaki miró hacia atrás. Un pilar de luz azul se había formado en el área donde habían dejado a Ryuko anteriormente, formando una especie de "torre" al cielo que el chico identificó como una de las habilidades más avanzadas conocidas de aquella aura: La "Torre de Digisoul" ¿Acaso esa era una señal? Tan solo segundos después recibió su respuesta: su compañero había regresado hacia él luego de agotar el efecto de las tres cartas para informarle de algo nuevo: En toda la ciudad, resplandores evolutivos empezaban a hacerse presentes, producto de los Tamers y Digimon que empezaban a despertar de su letargo para encontrarse con los salvajes cerca de ellos. No fueron necesarios más de unos momentos para que el cielo por toda la ciudad se llenara de resplandores de ataques y explosiones que, como fuegos artificiales, parecían festejar el regreso de los habitantes de File City a la batalla, esta vez dispuestos a protegerla y limpiarla de lo que fuera que estuviera pasando. Al diablo las explicaciones, si algo los atacaban ellos se defenderían, una doctrina de pensamiento que, para alivio del chico, no había cambiado desde esa fatídica noche del ogro. Miró en la dirección de sus compañeros de Guild esperando que ellos también hubiesen comprendido lo que eso significaba: Su batalla finalmente había terminado.
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Vamos, ShineGreymon - dijo, al tiempo que el Ultimate extendía su mano para que se montara -
De vuelta con nuestra familia.
[...]
Con el paso de las horas Gungnir no tardó en confirmar lo pírrica que había sido su victoria de aquella noche. La ciudad estaba a salvo y, gracias a los esfuerzos de los Tamers, DS y la Central, el resto de File City había sido limpiada de Digimon "zombies" en cuestión de horas, sin embargo los daños eran extensos y mientras colaboraban en las labores de búsqueda y rescate se fueron dando cuenta de cuanta gente había salido herida en el incidente, o incluso fallecido durante este. Claro está, no había sido su culpa y ningún ente u organización tenía planes de hacerlos responsables de lo ocurrido (en especial con una Shijin y Deva respaldando su historia y tomando responsabilidad en nombre de las Holy Beasts) sin embargo eso no hacía menos amarga la experiencia para el grupo. El nuevo nivel de determinación que la Guild había obtenido también había provocado un fuerte cansancio mental en todos, la suficiente para no tener energías para siquiera debatir si habían hecho lo correcto o si se les había pasado la mano. Fue por eso que, al salir de la Alcaldía de Jijimon luego de ser convocados para dar el reporte oficial de los sucesos y recibir los agradecimientos pertinentes por sus servicios a la ciudad, el gremio se encontraba completamente agotado, solo deseando tirarse en un INN y dormir hasta el año entrante. No obstante su misión no había terminado del todo, y les faltaba tener unas últimas palabras con la chica que los había guiado esa noche, y que los esperaba fuera del edificio al haber sido la primera en hablar con el Alcalde y, por tanto, la primera en haber salido del interrogatorio.
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¿Cómo les fue? - preguntó. Masaki no pudo evitar notar como esa pregunta y disposición de la chica la hacía parecer una joven normal, un fuerte contraste en comparación con la fuerte Shijin que había convivido con ellos toda la noche.
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No parecía molesto por nosotros, escuchó toda la historia haciendo preguntas cuando era necesario - comentó el japonés -
Supongo que eso es bueno, en especial tomando el cuenta el desastre que causamos.
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Nadie los culparía de los daños tomando en cuenta que fueron quienes me ayudaron a resolver el incidente - dictaminó Ryuko, girándose levemente para evitar que la luz del sol saliente le pegara en sus ojos -
Sé que tomaron muchas decisiones difíciles esta noche, pero en verdad quiero agradecerles y felicitarles por todo. Sin ustedes la ciudad seguiría dormida y quien sabe que habría ocurrido.
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Igual creo que le debemos algo a Jijimon - comentó Gabumon solemnemente, no por rechazar el elogio sino porque era necesario tomar eso en cuenta -
Ayudaremos con la reconstrucción apenas nos recuperemos.
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Aunque eso posiblemente nos tome meses... - añadió Impmon, llevándose las manos a la nuca -
No creo que tomemos una Quest en un largo tiempo.
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Agreed - Coronamon soltó esa palabra medio adormilado en los brazos de su Tamer, el cual aferró un poco más su agarre del Digimon. En su hombro, Z'ev dormitaba plácidamente, siendo el único que no había requerido estar despierto para el interrogatorio. Ryuko rió ante el comentario, llevándose su mano a la boca para enmascararlo sutilmente.
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Si no es mucha molestia, ¿me acompañarían a la salida de la ciudad? Ya es hora que me retire y de mi propio "reporte" a Qinglongmon.
Aunque el grupo estaba tan cansado que apenas podía caminar sin arrastrar los pies, no tuvo intención de rechazar esa oferta. Después de todo, hacerla les permitiría compartir un rato más con la Shijin luego de todo el ajetreo. El camino a la reja de File City transcurrió con calma, con el grupo haciendo charla sobre cosas que, luego de haber vivido todos los eventos de esa noche, parecían nimiedades. Al final no habían podido recolectar información clara sobre lo ocurrido, ya que ni los Digimon habían vuelto en sí luego de la derrota de Pajramon ni la oveja había recobrado el conocimiento para cuando Andiramon se ofreció a llevarla a las afueras de File para hacer la situación menos "incómoda". Solamente una pregunta "seria" se creó en el grupo mientras salían de la ciudad, una que, como tantas otras, tampoco sabían responder.
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¿Por qué el Vahnijvala no nos afectó?
Sería una mentira decir que la pregunta no había surcado la mente de la Shijin en algún punto de la noche. De hecho, muy probablemente era algo que consultaría con Qinglongmon una vez se reuniera con él. Sin embargo, por el momento tenía una posible teoría al respecto, una que funcionaba para ella mientras esperaba las verdaderas respuestas.
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Tal vez fue por haber convivido con un Deva antes - teorizó la Shijin. Aquella hipótesis no pareció agradarle del todo a Raisa, que tendría que agradecerle una cosa más a Mihiramon si ese era el caso -
Pero si Esteban también estaba despierto... ¿Tal vez fueron los Juttoushi?
Era una teoría posible, después de todo los Tamers estaban técnicamente unidos a los Spirits en una especie de conexión mental, la que les permitía verlos y hablarles aún fuera de la Spirit Evolution. Sin embargo, de ser ese el caso, ¿eso no significaba que Hanz y Ewain habían estado despiertos esa noche también? ¿Donde habían estado? La respuesta a eso no llegó para cuando se encontraron en la salida de File City, pudiendo ver a un costado el silencioso campus de la Academia afortunadamente intacto. Era curioso rememorar todos los eventos que habían transcurrido allí en esa semana, tan extensos y variantes que casi se sentía como si hubiesen sido meses los que hubiesen transcurrido. Incluso los recuerdos del principio de la noche se sentían vagos y distantes por el cansancio. ¿Habían pagado la comida en el café donde estaban antes que todo comenzara? Masaki no recordaba si lo había hecho, pero seguramente iría de vuelta allá luego de tomar un merecido descanso.
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Aquí nos despedimos - dijo Ryuko al ver al fondo a Andiramon y Pajramon, acompañados de un gigantesco Digimon marrón y un hombre de aspecto anciano, ropa blanca y lo que parecía ser un parche en su ojo. La curiosidad se disparó en algunos miembros de Gungnir, sin embargo el cansancio los superó lo suficiente para no tener ánimo de averiguar la identidad de los recién aparecidos -
De nuevo gracias por ayudarme, fue un placer conocerlos a ustedes y a su Guild. Espero que nos veamos nuevamente en el futuro.
Sin duda, la semana de la inauguración de la Academia de Tamers había sido una de cambios, progreso y encuentros sorpresivos para todos los que la habían vivido. Incluso los Shijin, que no tardarían en notar una curiosa coincidencia cuando se reunieran y hablaran sobre sus versiones de lo ocurrido aquella noche. Lo que ninguno de los miembros de Gungnir ahí presentes sabía era que aquel anciano había conocido a los otros dos miembros "desaparecidos" esa misma noche durante su recorrido por la ciudad, completando a los seis integrantes de ese entonces que, sin saber sobre el otro bando, se habían unido bajo la misma meta y estandarte una vez más. Nuevamente la lanza no había fallado esa noche en ninguno de sus flancos, acumulando a su paso nuevas experiencias, eventos y, porqué no, casualidades en cuanto a los sucesos que la rodeaban. Mientras el cuarteto y sus Digimon se devolvían a las maltrechas calles de File, sus respectivos espíritus acompañantes se materializaron a sus espaldas sin hacer comentario o indicación alguna de su presencia. Solo observaron, con orgullo, el avance de aquellos cuatro chicos que, un año atrás, llamaron a sus Templos sin saber que resultarían ser miembros de una misma Guild ni que llegarían a pelear juntos de aquella manera ese día. Aquel debate que los Juttoushi habían tenido antes de descender sobre si los humanos merecían que les brindaran su poder había recibido una respuesta indiscutible esa noche, al menos entre los que habían escogido Gungnir como su hogar.
[Sí, lo merecían]