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Recién entrando a la cueva, Kaito pensó que estaría completamente oscuro pero raramente en el interior hay varios cristales con un efecto luminiscente que ilumina los rincones del pasillo rocoso por los que va caminando el Ootsutsuki pero sin bajar la guardia sin dejar de sujetar con fuerza su kunai al tiempo que miraba de vez en cuando a su alrededor al dar pasó por pasó por el suelo rocoso del corredor iluminado por los cristales que morán en la cueva.
―
Bien... Estoy ya en la cueva pero, ¿En donde estar la espada?, ¿Será que está en la parte más profunda?, tendré que adentrarme para averiguarlo... *suspiro* Estúpidos Shinobis que no les pasó por sus idiotas cabezas marcar los caminos para que algún otro pudiera encontrar la espada, cuando termine está misión sí es que consigo hacerme con la espada o siquiera moverla me quejare con los de la oficina de misiones... ― Dijo para el sólo al seguir caminando por el pasillo de la cueva mientras miraba a los alrededores viendo cada uno de los cristales que iluminan el camino pero tras tan sólo dar como unos 50 pasos más este se topa con lo que no quería encontrarse. ―
Es en serio... Una bifurcación de caminos... ¿A ver por dónde...?, ¿Izquierda o derecha?, por donde iré, por donde, por donde... AAAAH DEMONIOS POR KAMI-SAMA ESTÚPIDOS CHUUNIN O JOUNIN QUE NO MARCARON EL CAMINO O QUE SÍQUIERA NI SE MOLESTARON EN INCLUIR EL CAMINO EXACTO DENTRO DE LA CUEVA... ― Grito a todo pulmón completamente enfadado mientras su voz hacia un gran eco por toda la cueva y por las bifurcaciones cosa de la que se arrepiente al comenzar a respirar lentamente con la intención de calmarse mientras pensaba. ―
Ya tranquilízate, Kaito Ootsutsuki... Ya estás en la cueva... Sólo tienes que concentrarte en encontrar esa espada y largarte de esa cueva y sí es probable que se aparezcan bandidos o cazarrecompensas sólo... Rómpeles la cara para liberar tú tensión... ― Dijo para el mismo mientras trataba de calmarse pero algo parecido a un susurro interrumpe sus pensamientos.
― Por la derecha y sigue recto... No te desvíes... Confía en lo que digo... ― Dijo una voz al peliplata en su mente.
Al oír eso provoca un sobresalto que lo hace sacar otro Kunai y ponerse a la ofensiva. ―
¡Eh y eso que fue...!, sea lo que haya sido... No puedo ignorar esa... Rara indicación, tendré que hacer caso por mucho que me asusté... Aunque creo que lo que me hablo fue mi consciencia... Ok nota mental, no pasar tanto tiempo vueltas en el bosque sí no sabes dónde estás porque te puede volver loco y hacer que oigas voces... ― Atendiendo a la indicación de dudosa procedencia que puede que haya sido su propia imaginación que tal vez se su con consciencia ya que normalmente sería un pequeño pensamiento inaudible pero sí uno que puede percibirse por un extrañó presentimiento mientras reflexiona sus acciones al estar pensando.
Siguiendo el camino exacto el peliplata cada vez más escucha como sí cayera agua, algo parecido al sonido de las goteras, el sonido va en aumento mientras más se acerca siguiendo el camino recto tras haber dejado atrás la bifurcación mientras que por ciertas razones algo lo incita a continuar el camino por el que se están escuchando las goteras mientras que en sus adentros el peliplata se decía una y otra vez que estaba yendo directo a la boca del lobo, a su posible muerte ya que no sabe lo que le espera allí pero mejor optó por seguir el camino sin echarse para atrás, ¿Que más podía perder?, ya consiguió llegar a la cueva, entrar a ella y conseguir una misteriosa pero beneficiosa indicación de lo que pudo o no pudo haber sido su consciencia o quizás una voz imaginaria que surgió de su cabeza por el hecho de que tanta vuelta en el bosque lo estaba ya poniendo mal de la cabeza al punto de querer destrozar cada árbol del bosque para tener una vista más clara de los caminos y encontrar de mejor manera su objetivo pero, eso habría sido una completa locura sin mencionar que hubiera tenido problemas pero se vale soñar cosas descabelladas.
En lo que se refiere ahora a los bandidos, en el exterior un grupo de 7 personas recién llegan a la entrada de la cueva pero no se esperaron encontrar a los 10 caninos del Kuchiyose vigilando la entrada y pues claro la cosa no término muy bien para ese grupo de 7 que acabó siendo atacado por los perros que simplemente los dejaron a casi todos a excepción de 2 que se colaron a la cueva sin que los caninos se dieran cuenta de los acontecido mientras que en el interior de la cueva, el peliplata aún sigue ese raro sonido de goteras incesantes que ya de por sí le parece molestó escucharlo tantas veces hasta que su respuesta le llega como caída del cielo y es cuando allí frente a él está un amplio espacio lleno de pura luz natural ya que el techo estaba completamente abierto dejando que pasen los rayos del sol que iluminan el centro de esa habitación amplia de la cueva en la que justo en su centro hay un estanque y alrededor del techo hay varias estalactitas que gotean agua y caen en el estanque en el que en lo que parece un yunque de roca está clavada una gran espada envuelta en vendajes, al parecer esa es la famosa espada que nadie ha podido mover desde que fue descubierta hace poco, a simple vista la espada le parece interesante a Kaito sin contar la apariencia que tiene siente como sí está lo estuviera llamando pero debe ser sólo su imaginación por un simple y racional hecho; escuchar voces sobrenatural que vienen de un objeto inanimado es imposible pero olvidando ese detalle lo siguiente que hace el peliplata es guardar sus kunai mientras se acerca al estanque que al pisar la zona acuosa se da cuenta que no es muy profundo pero opta por aplicar el Chakra en la planta de sus pies para caminar sobre está para evitar mojar los pies y sus pantalones poesía lo que ahora está dando unos cuántos pasos hasta estar frente a la espada a la cual este posada su mano en el mango de está, cuya parte del arma se siente increíblemente ligera ¿Eso sí es raro, sí tiene ese tamaño porque es tan ligera?, sin pensarlo 2 veces el Ootsutsuki lleva sus manos al mango de la espada mientras comienza contar para poder hacer fuerza y sacar el arma del yunque de piedra.
―
Esto... Sí que es raro es ligera pero.... ¿Porque a los otros Shinobi se les dificulto el poder sacarla para llevársela? ― Comienza a hacer fuerza para jalar de ella y se impresiona al ver cómo está lentamente moviéndose. ―
¿Que...?, e-está moviéndose... ¿Porque hasta ahora lo hace?, ¿Será que se aflojo por la fuerza y esfuerzo que pusieron los demás Shinobi que vinieron antes de mí? ― Continua jalando con toda su fuerza hasta conseguir sacarla del casi a la mitad, hecho que lo deja sorprendido de la facilidad con la que el arma está saliendo parte por parte hasta finalmente salir por completo y a plena vista de Ootsutsuki. ―
Esto... Es extrañó... La siento muy ligero pero porque a cualquiera se le haría difícil sujetarla.... ― La mira de cerca, examinando sin saltarse ni un sólo detalle pero esos pensamientos son interrumpidos por el sonido de unos pasos detrás de él.
Al voltear Ootsutsuki ve que se trata de otros dos bandidos y por sus expresiones se nota que están tan impresionados como Kaito por el hecho de que la espada haya cedido finalmente ante alguien pero estos dos hombres nunca esperaron que el arma cediera ante las manos de un niño, cosa que deja boquiabiertos a los bandidos quienes sin dudarlo toman sus armas en mano para comenzar su ataque contra el peliplata quien sin dudarlo por un momento con la espada en sus manos se pone en guardia y se decide a atacar a esos dos bandidos de poca monta a quienes en menos de un segundo deja totalmente desarmados y sin forma de poder volver a tomar sus armas además de que estos tienen un ligero corte en sus brazos dominantes donde sostenían sus cuchillos, acto que deja impresionado a Ootsutsuki por el poder del arma y eso que solo hizo un ligero movimiento horizontal y vertical invertido (hacia abajo), el poder de la espada es lo que uno podría llamar “sobrenatural” pero en un sentido bastante extraño ya que esta arma envuelta en ventas pudo cortar a pesar de tener el filo cubierto.
Los dos hombres seguían sin palabras y sin poder moverse ni un milímetro por el miedo que ahora le tienen al Genin ojiazul verdoso con el arma que nadie había podido sacar de su pedestal por lo cual ni se molestan en seguir al peliplata que ahora está caminando de regreso por donde vino pero antes de eso este silba bastante fuerte para que los caninos lo escuchen mientras se hace su camino de salida de la cueva en el que se encuentra a 2 de sus Kuchiyose quienes lo guían sin ningun desvió hasta la salida para encontrarse con los demás caninos que estan parados encima de los bandidos que dejaron fuera de combate, Silver sonríe un poco mientras mira la espada que tiene en sus manos preguntándose porque solo él pudo sacarla de donde estaba clavada pero sus dudas quedan aún inconclusas ya que este dice a los perros que fue suficiente por lo que estos desaparecen en una nube de humo y el peliplata se va de allí en un salto dejando atrás a los desafortunados intentos de bandidos que estaban en la cueva.