Dos especies… Dos vidas…
Dos caminos se encontraron por caprichos de la vida marcando un futuro incierto.
¡Al ritmo de las tonadas del destino, músicas alegres y tristes guiaran aquel camino de ambos jóvenes en diversas aventuras en este basto mundo!
Capítulo I – El bromista callejero y
la vestal de las flores
Dos caminos se encontraron por caprichos de la vida marcando un futuro incierto.
¡Al ritmo de las tonadas del destino, músicas alegres y tristes guiaran aquel camino de ambos jóvenes en diversas aventuras en este basto mundo!
Capítulo I – El bromista callejero y
la vestal de las flores
Cada última noche de luna llena, aquel sueño se presenta sagradamente. Una vieja memoria de hace 7 años… con el cantar de los grillos y el danzar del viento como únicos testigos.
Su largo cabello blanco se movía al compás armonioso de un arpa, los pequeños ojos rosa resaltaban contrastando sobre los demás colores que cargaba encima.
Asustada y desconfiada intentaba mantener distancia, estaba muy lastimada, sin mencionar su ropa en estado haraposo y sucio.
Poco a poco me aproximaba, debíamos tener edades similares.
“No tengas miedo, mi nombre es Sklad, tengo 10 años, al igual que tú”
“¿S… Kla… d?”
“¡Exacto! Hace frío por qui, ¡vamos mejor con el viejo maestro, seguro te dejará vivir con nosotros!”
Fue ese momento donde quede cautivado al verla desplegar un par de alas tan blancas que reflejaban la luz de la luna en todo momento. Nunca imaginaria que ese encuentro sería un antes y un después en mi vida.
“Mmm… ese sueño nunca deja de sorprenderme. ¿Eh? otra vez me quede dormido sobre una pila de libros… al menos ella podría intentar despertarme siquiera”
Fui incorporándome poco a poco notando un cobertor a mi alrededor y unas cuantas plumas desperdigadas en el entorno.
No podía culparla por el desorden siendo sincero, el único lugar en el cual podía desplegarlas era aquí dentro. Aquella fue la orden de quien nos adoptó… habiendo múltiples razas presentes de toda índole en la ciudad, pero con nadie como ella, podría causar cierto alboroto si llegase a ser descubierta.
Aquella noche donde la traje a escondidas, nos estuvo esperando como si supiera todo. Siempre mencionaba acerca de sus ojos capaces de ver la naturaleza de los vivos, explicando que esa niña pertenecía a doncellas conocidas como Valquirias.
“Ha pasado mucho tiempo desde aquel entonces… Espero se encuentre bien maestro, donde quiera que esté. ¡AH! ¡Será mejor me deje de divagar entre viejos recuerdos!”
Había olvidado que hoy era un día importante, en la noche se celebra el carnaval por la fundación de la ciudad y también el cumpleaños de Arpegio.
Salí del herbolario con prisa. Los mercantes estaban instalados desde temprano, era evidente el caos que se armaría solo por celebrar cuando llegue el momento…
Apresure el paso para dirigirme al taller de los Enanos Cobrizos (1) a quienes les había pedido con varios meses de anticipación un colgante para este momento. Sorpresa que me llevé cuando el jefe estaba esperando con alegría.
“¡SKLAD! ¡Como te encuentras pequeño alborotador! ¿Sabes? Tu petición en verdad fue un dolor de barbas, ¡pero estamos conformes con nuestro trabajo!”
“¡Es una pieza en verdad hermosa! Nunca han dejado de sorprender a quienes frecuentan este lugar. Gran jefe, ¿Cuánto le debo por todas las molestias?”
“Nada joven, el viejo hizo mucho por nosotros. Lo mínimo que podemos hacer ahora que no está, es ayudar en lo que necesiten”
Estaba utilizando su rostro intimidante para que aceptara la pieza sin más… era al grado que hasta sus trabajadores preferían mantener distancia.
“Casi lo olvido Sklad, este año más les vale volver a sorprendernos cuando inicie el cantar del bardo. Ustedes dos en verdad bailan como si fueran la música misma”
“¡Sin falta! ¡Ambos daremos lo mejor!”
“Esa es la actitud, quien los viera antes y ahora. Bien, será mejor volver al trabajo… por cierto, ¿Cómo se encuentra la vestal de las flores? He oído que es muy popular últimamente”
“Sigue como siempre, ahora es más independiente y es bastante apasionada en su trabajo. Por cierto, guarden esas armas… saben que no dejare que nadie le haga daño”
“¿Armas? ¡Cierto! ¡Estas armas hechas especialmente para quien quiera hacerle algo a la señorita! Puedes estar tranquilo, solo son de exhibición, no es como si realmente quisiéramos matar a alguien, ¿Verdad muchachos?”
“No existe día que los ánimos decaigan aquí… ya debo retirarme, tengo otra parada importante ahora”
Un choque de codos como señal de despedida era lo habitual, tras un par de calles fui a dar justo donde quería; el sector comercial.
Mercantes locales competían arduamente captando el interés de cada viajero que osara a cruzar ese sector especifico. Quienes mejor encarnaban ese espíritu, frecuentaban ser los especializados en artesanía y orfebrería por traer objetos inusuales en el país.
Entre tanta multitud era difícil avanzar, pero debía encontrar un puesto especialmente único a diferencia del resto…
“Se supone debía estar por aquí… mmm… ¿Me habré equivocado la dirección?”
“Disculpe joven, ¿Será por casualidad es usted el compañero de la joven Arpegio?
“¿Eh?”
Giré buscando el origen de aquella voz femenina, un enorme ramo de flores vino a dar con mi rostro de manera inesperada. Se oía algo nerviosa intentando hablar luego de lo sucedido.
“N-No era mi intención! La joven hizo esto, pero olvido llevárselo. Espero no sea mucha molestia, pero ¿Podría entregarlo en sus manos?”
“Siempre suele olvidarse de cosas importantes… no se preocupe, creo suponer donde se encuentra. Por cierto, el tamaño de estas flores es anormalmente grande ¿Cómo es esto posible?”
“¡AH! Respecto a eso, es una de mis habilidades proveniente de mi magia (o bendición) Natura. ¡Es por ello por lo que cumplí mi sueño de ser florista!”
Suspire profundamente, algo me decía que este sería un largo día. Opté por despedirme y así dirigirme al cementerio…
Tarde un buen rato caminando hasta dar con el lugar. Pase las rejas entreabiertas sosteniendo aquel ramo de flores, se sentía bastante pesado luego de cargarlo por una hora consecutiva.
Dejando de lado la costumbre de dar vueltas en este lugar, fui directo a esa tumba. Una figura se visualizaba mirando una lápida… Un vestido color negro con ondulados dorados desde la mitad hacia abajo contrastaban con su cabello blanco aperlado.
Ella volteo tras escuchar pasos, sus alas se extendieron dada la sorpresa dejando caer otra vez unas cuantas plumas.
“Olvidaste esto mi querida Vestal, la florista me pidió entregártelo”
“¡Sklad!”
Sus reacciones pasaron de pánico a ser alegría al ver quien estaba cerca, recibió su llamado adorno floral para dejarlo sobre el espacio donde yacía quien nos crio.
Era natural sentirla apegada en casi todo momento, pues yo con el viejo, era lo único que ella poseía desde que tiene memoria. Costo bastante lograr que se incorporara a la sociedad, tenía miedo a todo, hasta del viejo en un inicio.
“¡Gracias por traerme ese arreglo, seguro el estará feliz por nuestro presente!”
“Eso es seguro, aunque debe estarlo más por vernos ahora. Ambos vueltos adultos hechos y derechos”
“Pero si yo aun… espera… ¡acaso tú!”
“Así es, ¡Feliz cumpleaños!”
Junté ambas manos y al separarlas, hice aparecer un ave que vi en un libro del viejo. Esta se hizo de siete colores para al final volverse aquel paquete donde yacía su presente.
El asombro evidenciaba todo, abrió esa sorpresa lentamente quedando atónita frente a ese colgante.
“¡E-Es hermoso! ¡En verdad es mi regalo!”
Ver como se complicaba al intentar colocarlo, decidí asistirla. La forma constaba en una estrella de cinco puntas con dos pares de alas a su alrededor que la envolvían cruzando las mayores en diagonal de arriba hacia abajo y las otras repetían el proceso, pero en forma horizontal.
Extendí una mano en señal de invitación mientras me inclinaba levemente escondiendo el otro brazo. Tras eso, sentía su cálida y delicada tomada en respuesta.
Recordando viejas memorias de ambos, comencé a recrear un ambiente musical en el cual habíamos estado varias veces con anterioridad. Dimos inicio con un par de pasos lentos similar a los nobles en sus fiestas, manteniendo respeto durante todo momento por quienes descansaban hasta esta fecha.
Perdimos la noción del tiempo, estaba oscureciendo. Luces pequeñas surgían desde debajo de ambos ascendiendo con lentitud en colores azules y amarillos. Aplausos a nuestros alrededores seguían el ritmo, provenientes de cada dirección posible.
“¡Es mi turno Sklad!, ¡También quiero animar la fiesta!”
“¡Veamos lo que puedes hacer pequeña miedosa! jajaja, ¡Nuestra audiencia no quiere estar fuera por lo visto!”
“¡No soy miedosa, solo me tomaste por sorpresa antes! ¡Ahora veras…!”
Luego de esas palabras, sus ojos rosas brillaban similar a un par de gemas. Desplego ambas alas sin entorpecer el espectáculo, contrario a lo esperado, permitió llevar a cabo nuevas combinaciones sincronizando tanto en tierra como en aire…
Al inicio estaban presentes quienes descansaban en este lugar, pero ahora también llegaban personas. No solo visitantes, incluso algunos conocidos hicieron acto de presencia y los bardos tampoco se hicieron rogar.
Buscaron el ritmo ideal para el lugar; elegante, animado y respetando a los difuntos. Quienes solo observaban asombrados, ahora se sumaron a la fiesta improvisada con quien fuera el primer candidato.
“¡E-Espera un momento! ¡Que estas tramando ahora! ¡Sabes que no puedo volaaaaaaar!”
De golpe se elevó rápidamente unos metros más en el aire.
“¡Solo déjate llevar! ¡Mis plumas desperdigadas te sustentaran durante unos minutos!”
“¡¿Tienes razón, estoy suspendido en el aire?! ¿¡Acaso es algún encantamiento!?”
“¡Olvídate de eso ahora!, quiero preservar este lindo y breve instante hasta donde sea posible”
Exacto… una vez al año, esta ciudad se vuelve un carnaval donde llegan visitantes de todas partes del mundo solo a divertirse y compartir. Sin hacer distinción al origen individual, sea plebeyo, noble, humano, enano, dragón e incluso... el curioso caso de una joven valquiria.
A causa de una nefasta guerra llevando al borde de la extinción a cada forma de vida por demostrar supremacía, se fundó esta ciudad en pleno sitio donde muchos dejaron de existir derramando su sangre por egoísmo. Fue esa la razón, del porque esta ciudad siempre es paradójicamente llena de vida, en memoria de todos los inocentes… realizando un homenaje a los caídos para desearles lo mejor donde quiera se encuentren sus almas.
“A-Arpegio… sería mejor detenernos un segundo, ¿No crees?”
“Me estoy divirtiendo mucho! ¡Quiero conti-!”
Aquel efecto había acabado, poco a poco comenzaba a perder sustento debajo de mi calzado. Estábamos en severos problemas ahora, pues ascendimos muy por sobre lo esperado… sin mencionar que sus alas estaban al límite de su resistencia.
“¿No tienes miedo, joven vestal?”
“¡Con el bromista callejero cerca, todo se vuelve divertido!”
“Me das mucho mérito… deberías considerar en ocasiones evitar exponerte”
“Confianza, esa es la razón. Siempre logras salir con sorpresas de la nada, jeje”
Realmente parecían hormigas desde nuestro punto de vista… la distancia sería equivalente a la de la torre del reloj ubicada en pleno centro, deberían ser estimado unos treinta pisos…
Gritos de horror se escuchaban desde abajo, algunos intentaban utilizar elementos de agua o viento para amortiguar la caída sin efecto. Hasta estudiantes de academias estaban impotentes ante tal situación, creo entender al viejo cuando decía que eran inútiles en cierta forma.
“¡Aun cuento con suficiente reserva para apoyarte en tu acto final! ¡Estoy ansiosa por verlo!”
“No tengo de otra… ¡Tendré que tomar prestadas las reservas de ambos!”
“¡Vamos hasta el final juntos Sklad!”
Por palabras de nuestro mentor, nuestras habilidades diferían de lo conocido en los tiempos actuales. No pertenecían a categorías prohibidas, arcanas, legendarias, milagros o maldiciones…
Sin embargo, muchas veces intente cosas diferentes a medida leía los libros del viejo a pesar de encontrar varias aburridas. Falle en reiteradas ocasiones hasta tener resultados… Seguía sin entender cómo funcionaba, similar a ilusiones, pero no limitándose a meras imágenes.
“Aquello frente a mi vista,
duro como la roca e implacable ante impactos.
Capaz de soportar cualquier golpe sin moverse,
¡Responde a mi presencia siendo lo que ordeno!,
¡Estiraos como finos telares y revotadnos!
duro como la roca e implacable ante impactos.
Capaz de soportar cualquier golpe sin moverse,
¡Responde a mi presencia siendo lo que ordeno!,
¡Estiraos como finos telares y revotadnos!
Cuando quienes presenciaron nuestra caída aterrados en un inicio, ahora carcajeaban al vernos revotar como si una especie de catapulta nos arrojara.
Pensaban que era parte alguna broma preparada o improvisada como de costumbre… esta vez fue algo real, apenas podía moverme y en el caso de Arpegio tendría que cargarla se vuelta a casa.
Varios aplausos recibimos, aunque continuamos temblando por dentro ante una posible muerte de descuidados que fuimos…
“¿Y tú de que ríes? Por un instante creí que no lo lograría…”
“Jejeje, ¡Pero lo importante es que si lo hiciste! ¡Incluso te ganaste los corazones del publico!”
“Dame un respiro quieres…”
Logramos incorporarnos eventualmente, me sentía exhausto después de mucho tiempo. Esta chica en verdad disfruta a la hora de vivir aventuras, ojalá la estés viendo viejo, se ha convertido en toda una dama… aunque, también encontró su lado espontaneo tomándome por sorpresa en más de una ocasión.
Se hacia tarde, debíamos volver para descansar… todo el día corriendo de un lado a otro, además de bailar y caer de las alturas agota a cualquiera. Otro problema a cuesta viene siendo que ahora no podríamos usar algún truco hasta el amanecer.
“No te vayas a quedar dormido otra vez en los libros Sklad. Tienes que descansar de la manera correcta, sino estarás con dolores y sueño”
“Sí, sí, ya entendí. A cierto, si alguien pregunta por las plumas, ya sabes que decir…”
“¡Me deje llevar! ¡Prometo que no volverá a ocurrir!”
Emprendimos rumbo al herbolario donde vivíamos, aunque conociéndonos, nos desviamos por varios lugares previos llenos de gente. Probamos comidas, dulces de diversos lugares cuyos sabores desconocíamos.
Una noche de diversión y glotonería, nada podría arruinarlo hasta toparte con un estudiante “ejemplar” perteneciente a una academia de magos jactándose de méritos que no le pertenecían.
Sin duda estaba buscando problemas solo con intensión de fastidiar. Optamos por una ruta alterna, aunque fue inútil.
“¿Así que esta es la hermosa vestal de las flores? Sin duda un digno premio para alguien como yo”
“Lo lamento, pero esta chica está bajo mi cuidado. Mejor anda a ver entre las nobles, tienes para regodearte”
“Sin duda, los chicos de las academias nunca han sido populares entre las chicas. Vámonos a casa mejor Sklad, recuerda prometiste enseñarme a crear pociones cuando sea adulta”
El tipo de un momento a otro comenzó a hacer rabietas en plena calle alegando sobre sus derechos en conjunto a sus privilegios. Solo lo ignoramos como de costumbre hasta donde arroja una bola de fuego al tontas y locas impactando contra nuestro hogar.
“¡Nuestro hogar! ¡Se están incendiando muy rápido!”
“Esto ahora es personal… primero lo primero…”
Tome un valde con agua empapándome completamente, para luego adentrarme por lugares que aún no eran consumidos. Tantos libros escritos a manos cuyo conocimiento estaba destinado a perderse… todo a causa de la arrogancia e ignorancia de quienes creen estar en la cima.
Me centre en lo importante, tomar aquel bolso donde puedo llevar cuanta cosa quiera. Tras eso, introduje todo lo posible… libros, hierbas, dinero, equipos para creación de lo que fuera, etc…
Durante un momento me sentía mal, estaba sofocado. Necesitaba ayuda para avanzar…
“¡Dame tu mano!”
“¡Porque estas acá!”
El techo se venía abajo, ambos nos sujetamos para salir volando en dirección a la entrada principal del pequeño lugar pasando entre las llamas.
Las alas de Arpegio se encontraban en buen estado, un poco chamuscadas y sucias. Fuera de eso, nada más que preocuparse.
Quienes eran cercanos, estaba alegres de vernos salir ilesos. Muchos tenían cariño por el viejo por medio ermitaño que fuera, lo que predispuso el ser acogidos en una taberna cercana.
Por otro lado… aquel idiota que causo el incendio recibió una paliza publica de la cual nadie se atrevió a prestarle ayuda.
“Estoy agradecida con todos los que nos ayudaron, pero… perdimos nuestro hogar. Es triste… aunque también seguimos juntos”
“Quería partirle la cara, sin embargo, no vale la pena… y si, rescate tanto como fue posible. ¿Sabes? Pensaba en algo interesante”
“¡Tu! ¡Pensando! ¡Creo que algo bueno se viene de mi querido bromista!”
“Eso dolió… bueno, la idea es irnos de aventura. Estaba algo aburrido de la rutina y siendo sincero, no encontraba una excusa para poner el plan en marcha”
Al terminar esas palabras mientras estaba recostado, ella se arrumó por encima mío. Su mirada ilusionada reflejaba aceptación ante algo como eso.
Estaba decidido, dejaríamos esta ciudad a cambio de conocer el mundo y vivir aventuras.
Autor: Ronin
Coautor: Byleth
- Reciben su nombre dado el color de sus barbas
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