I-AM-ROSY!!
O-O¬ Baton pass!!
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:3 Y aquí una nueva historia con nuevas chicas, como mencioné antes, iré subiendo mis fics y el fin de semana o ya más adelante subiré las imágenes owo ya que tenga más tiempo libre por mi trabajo. (Aunque es muy probable que suba de este fic porque adoro a estas chicas :d)
PUNTO 1
La Step Fast School, la mejor academia del mundo, con niveles de secundaria, preparatoria y universidad, donde estudiaba la elite que deseaba convertirse en la excelencia del mundo deportivo. Cada año, miles de jóvenes de todo el mundo aspiran a entrar a ese grupo selecto, ya fuese por los exámenes que pedían resultados lo más perfectos posibles o las visorias que realizaban alrededor del globo, para encontrar a los futuros deportistas o especialistas deportivos. De entre todos ellos, una joven de origen griego, había logrado entrar al instituto donde estudió la jugadora que más admiraba en la vida, Melissa Topazzio.
A los quince años, era el primer escape para la joven Isabella Filiko, primera vez donde actuaría de forma independiente, con la confianza de sus padres puesta en ella, de demostrar que su sueño era algo digno por cual luchar, de dejar en claro porque fue seleccionada para entrar a la SFS, por todo eso, su sonrisa no paraba de mostrarse, mucho menos, cuando lo primero que hizo tras terminar el evento de bienvenida, fue ponerse el uniforme de primer año que le habían dado y salir corriendo hacia las canchas de volleyball, su deporte favorito. La alegría de Isa, cómo le llamaba su familia y amistades, fue mayor al ver aquella cancha principal, que llevaba el nombre de su heroína, tocando la pared del recinto como si fuese una maravilla.
- Lo logré, señora Melissa, estoy aquí, seré tan grande como usted, se lo juro. - Pensaba Isa mirando la fotografía de bienvenida que estaba tras cristal rígido, tocándola.
- Oye, niña, no lo toques. -
- ¡Perdón! -
- Si vas a practicar, tienes que pedirle las llaves a la directora o a la entrenadora, está cerrado. - Habló el intendente en japonés, uno de los idiomas obligados junto al inglés para estar en la academia.
- ¿Qué no las horas de práctica son de ocho de la mañana a una de la tarde? -
- Si, pero el club de volleyball está cerrado. -
- ¿Qué? ¿Por qué? -
- ¿Acaso no lees? Ahí lo dice. - Señaló el anciano una hoja pegada en la puerta del edificio.
- “AVISO: El club de Volleyball cesará sus actividades hasta nuevo aviso, cualquier información, dirigirse a la dirección o la entrenadora. Atentamente, la capitana del club. “ -
- No puede ser… ¿Por qué? -
- Ten entendido que el equipo estrella se disolvió. - Hablaba el intendente rascándose el interior de la oreja. - Tuvieron algunos problemas, es lo único que sé. -
- Que mal… Oiga. -
- ¿Oiga? ¿Qué clase de niña mal educada eres? -
- ¡Perdón! Disculpe, señor intendente ¿Sabe quien es la capitana del club? -
- Creo que se llamaba Victoria… Mm, del apellido, deja lo pienso… Ya recordé, era igual al de la muchacha de la foto, incluso, se parece a ella. -
- ¿A ella? - Preguntó Isa mientras el anciano señalaba hacía su ídolo. - A esa muchacha, se llama Victoria Topazzio. -
- ¿Topazzio? ¿Será algo de Melissa Topazzio? -
- ¡Yo que sé! Eres muy preguntona, mejor ve a preguntarle a ella, que todavía me queda mucho que limpiar. -
- ¡Lo siento! ¡Que tenga un buen día! -
Isabella siguió su rumbo, pensando en ir a la dirección o la sala de profesores para preguntar por aquella chica, pero, su fino oído le hizo escuchar un balonazo golpeando el suelo, el rebote de un balón de volley, por lo que volteaba para todos lados, notando la dirección del tiro. La rubia cruzó unas jardineras, llegando a lo que parecía un área deportiva más casual, encontrando una cancha de volleyball rodeada de malla ciclónica, estando en el interior, una rubia alta y una morena, ambas de cuerpos trabajados, se notaba que tenían buen nivel al estar practicando remates y rescates, pero, lo que más le captó la atención era que aquella chica que se parecía a su heroína, tenía un brazo biónico.
- Tenemos visitas. - Dijo la morena deteniendo el balón, colocándolo al lado de la cintura.
- Trae el uniforme de primero de bachiller ¿A poco no es linda? -
- ¿Ya vas a empezar? -
- No seas celosa… ¡Hola! ¿Quieres jugar? - Saludó la rubia levantando su mano, mientras Isabella entraba lentamente, curiosa por ver que sus ropas no parecían hacer juego.
- ¿Son del equipo de volleyball? ¿De casualidad eres Victoria Topazzio? -
- Si, soy la capitana del equipo, aunque, en estos momentos estamos ¿Cómo se dice? Inactivas. -
- El equipo será cancelado. -
- ¿Qué? ¡No puede ser! - Exclamó Isa sorprendiendo a las chicas por su reacción. - ¿Por qué? -
- No será cancelado, jaja, no le hagas caso a Nivy, es algo cortante. -
- Ya te dije que no me gusta que me llames así frente a los demás… Soy Nivaria. -
- Pero Nivy suena más lindo. - Río la rubia mientras cambió su risa al ver la cara algo preocupada de Isa. - No te preocupes, el equipo no será cancelado ni dado de baja, tenemos un pequeño problema de organización y comunicación, luego se resolverá. -
- ¿En serio? -
- Sí, te lo juro por el tiburón que se comió mi brazo y que seguro murió de indigestión. -
- ¿Te la comió un tiburón? - Preguntó Isa asustada tapando su boca, mientras Victoria llevaba sus manos a la cintura y mostraba una gran sonrisa.
- Igual yo le reventé un ojo de un puñetazo, así que no se fue sin un recuerdo. -
- Deja de hablar de eso como si fuese poca cosa. -
- ¿Siempre tienes que ser tan seria? -
- ¿Y tú tan despreocupada? - Cuestionó la morena mientras Victoria sacaba la lengua, recordándole a Isa las veces que vio en vídeos y fotos a su heroína hacer ese gesto. - ¿Pasa algo? -
- Te pareces mucho a ella, a Melissa Topazzio. -
- Es que ella es mi tía abuela. -
- ¿En serio? ¿Ella te contó alguna vez como tener esos saques perfectos? O cómo su hermana, la mejor libero de la historia, Samantha Topazzio, lograba aquellos rescates imposibles. -
- Jaja, para nada, mis abuelas solamente se la pasan descansando, una que otra vez me cuentan de sus hazañas y me dan consejos. -
- ¡Genial! -
- Pareces ser una fanática de ellas. -
- ¡Si! ¡Por ellas quise jugar volleyball! El equipo de la Step Fast School, liderado por Melissa Topazzio hace más de cincuenta años, invencible a nivel internacional, ella ha sido la mejor capitana de la historia, además, su hermana, la gran Samantha, me dio la confianza para ser una libero, que aún con mi estatura puedo ser de las mejores. -
- Sí mi abuela te escuchara seguro empezaría a decir que era la mejor, que blablablá y más blablablá, jaja. - Río Victoria por el animo que traía esa rubia, extendiendo su mano. - Encantada de conocerte, puedes decirme Vicky, estoy en segundo año de universidad junto a Nivy. -
- Nivaria. -
- ¡Nivy! -
- ¡Perdón, no me presenté! Me llamo Isabella Filiko, acabo de entrar a la preparatoria, sé que es pronto para decirlo, pero… ¿Puedo entrar al equipo como libero? -
Las dos mayores se miraron entre sí, era claro que esa jovencita estaba más que motivada, era como una niña cumpliendo su sueño, pero, había un inconveniente del cual no sabían como explicárselo, aunque, era mejor decírselo, pues, eso le ayudaría a entender mejor la situación y velar por entrenar fuera del equipo, como lo hacían ellas.
- Tendríamos que ver que tan bien juegas, la libero que teníamos se fue a Estados Unidos por un asunto familiar y la suplente se embarazó. - Habló Vicky con sus manos en la cintura suspirando. - Le dije, si vas a querer a jugar, tienes que ponerte el equipo adecuado. -
- ¿Por jugar te refieres al… Sexo? -
- ¡Bingo! -
- ¿Entonces? ¿Puedo entrar? -
- Espera, es cierto que nos quedamos sin una libero decente, el problema es que, no estamos practicando, el equipo está desarmado. -
- ¿Por qué? -
- Eres muy preguntona. - Dijo Nivy mirando algo afilada a Isa, haciéndole retroceder un poco.
- Ya, déjala en paz, a todas andas asustando, lo que pasa, es que, digamos que hubo un pequeño problemita, muy chiquitito, una discusión entre una jugadora y yo, ella logró convencer al segundo equipo de desarmarse y el equipo principal pues… Digamos que, para no meterse en esto, se fueron a otras disciplinas. -
- Así que, mientras ellas cambian de parecer, el equipo está disuelto. -
- En espera, en espera. -
- Odio que todo lo tomes a la ligera, Victoria. -
- Ya, no te enojes, aunque, te ves linda cuando te enojas. - Rio Vicky abrazando de la cintura a Nivaria, quien le daba la espalda al molestarse.
Isa estaba pensando en que hacer, por fin estaba en la escuela que tanto quiso, tenía la oportunidad de estar en el equipo que alguna vez su heroína guío, además, estaría al lado de su nieta, que seguro tendría grandes anécdotas y enseñanzas que transmitirle de ese legendario equipo, pero, sin un equipo, hasta ahí llegaría su sueño. Fue cuando algo en su mente apareció, una idea que le hizo sonreír y mostrar una mirada determinada, apretando sus puños antes de observar fijamente a la pareja.
- ¡Yo lo haré! -
- ¿Hacer qué? -
- Convenceré a las demás de volver al equipo. - Dijo Isa con una cara llena de determinación y alegría, cosa que hizo reír a Vicky y levantar la ceja a Nivy.
- ¿Crees poder hacerlo? -
- ¡Si! ¡Ya verán, el equipo de volleyball volverá a estar unido! -
- Entonces, ve con la entrenadora, seguro que ella tendrá información de donde están las demás. -
- ¡Gracias! - Exclamó la joven corriendo hacía el aula de profesores, mientras Vicky se reía.
- Es muy linda ¿O no? -
- Es muy ingenua… Pero, tal vez, eso ayude, las chicas le harían más caso a alguien como ella que a ti. -
- Vamos, me haces ver como la mala de la historia. - Habló Vicky llevando las manos a su cintura. - Tú sabes que hice de todo para que el equipo no se separara. -
- Lo sé, pero… El detalle estaba con ella, lo sabes. -
- Mmm… - Suspiró la rubia mirando a otro lado. - Bridgette es tema del pasado. -
- Pero la necesitamos en el equipo, tampoco me agrada, sabes que no me divierte que tu ex esté de nuevo en el equipo. -
- Olvidemos eso ¿Sí? ¿Seguimos? -
- Ok… - Contestó Nivaria viendo a lo lejos a Isabella. - Ojalá, tú hagas ver a las demás que, el equipo vale más que una disputa. -
Isa se dirigió hacia la zona playera-acuática, en específico, a las canchas de volibol de playa, ya que era el área más cercana para buscar a una de las integrantes del equipo, además, siendo que ella seguía practicando un deporte alternativo al original, sería más fácil convencerla de que volviera a participar. Al llegar a dicho lugar, sacó de su mochila la carpeta que le dio la entrenadora, viendo las fotos para poder encontrar a Ariel, a quien rápidamente encontró entre las canchas por su piel morena y gran salto que daba al rematar. Isabella no sabía como llegar y decirle ¡Ey ¿Puedes volver al equipo?! Seguro la mandaría por un tubo en cuestión de segundos, tenía que pensar en que hacer, fue justo el momento de suerte para ella, cuando vio que la compañera de Ariel empezaba a guardar sus cosas.
- ¿En serio ya tienes que irte? -
- No todas tenemos buenas calificaciones, perdonen chicas. -
- No te apures, suerte con los repasos. -
- ¿Y ahora? Nos falta una. -
- ¿Puedo jugar? -
Las tres chicas que quedaron voltearon a Isabella, fue Ariel quien rápido identificó su uniforme rosa correspondiente a las de primer grado, parecía tener experiencia, sus piernas y brazos mostraban señal de trabajo y se le veía algo de aspereza en sus manos.
- Creo que ya somos dos parejas. - Sonrió Ariel ofreciendo su mano a Isa. - Soy Ariel. -
- isabella, pero puedes decirme Isa. -
- Bien, Isa ¿Has jugado volibol de playa? -
- A veces, con mis amigas, haré mi mejor esfuerzo. -
- Con eso basta, quédate atrás, tu altura me ayudará en la defensa. -
- ¡Si! -
Isa se quitó sus tenis deportivos y calcetas para pisar la arena y prepararse para jugar, bastó desde el primer instante que se movió, que Ariel lo comprendió, Isa tenia experiencia como libero, su reacción y alcance para rescatar pelotas era casi de una profesional, le faltaba pulirse un poco, pero, sería una gran jugadora si seguía así. El encuentro siguió a un solo set, sorprendiéndose las tres jugadoras por la habilidad de la rubia, quien estaba en el suelo recuperándose al no haber calentado lo suficiente antes de jugar.
- ¡Guau, en verdad lo hiciste bien! -
- ¿No quieres unirte al equipo? - Preguntó una chica mientras Isa recuperaba su aliento y veía que Ariel le ofrecía una botella de agua.
- No lo creo, ella es del equipo de volibol de salón ¿Cierto? -
- ¿Cómo … Lo… -
- El uniforme, el color rosa es que le dan a las de reserva, mientras no conformen una de las dos selecciones, aunque, ahorita no tienen ninguna. -
- Lastima… Oye, si el equipo sigue disuelto, puedes unirte con nosotras, también tú, Ariel. -
- No lo sé, solamente quiero divertirme un poco, pero… Lo pensaré. -
- Piénselo, nos vemos luego, quedamos de desayunar con alguien. -
- Suerte. - Dijo Ariel despidiéndose de sus amigas, sentándose al lado de Isa quien bebía el agua y limpiaba su sudor. - Eres muy buena. -
- Gracias… Pero, tú eres mejor, tus remates son geniales. -
- Eso es porque tuve una buena compañera… Dime ¿Qué haces aquí? ¿Te mandaron ellas? -
- ¿Ellas? Oh, Vicky y Nivy, no, para nada, yo vine a platicar contigo. -
- Mm… No parece que estés mintiendo… Sabes que el equipo está en pausa ¿Verdad? -
- Sí, por eso quisiera que vuelvas al equipo ¿Sí? - Contestó Isa sin dar rodeos, haciendo que Ariel sonriera al pensar en lo sincera que era.
- No tengo muchas ganas de volver al equipo, menos por lo que pasó. -
- ¿Lo que pasó? -
- ¿No sabes porque se separó el equipo? -
- No, ellas me dijeron que tuvieron un pequeño problema. -
- Pequeño problema ¿Eh? Pareces una buena chica, te recomiendo que no te metas mucho en esto, lo mejor que puedes hacer, es buscar nuevas integrantes y formar un nuevo equipo. -
- Pero, yo quiero estar en el equipo estelar, ganarme mi lugar. -
- Créeme, sin dudas lo ganarías. -
- ¿No hay ninguna forma de convencerte? -
-Mmm… Iré, a ver como están las cosas, sólo si convences a Marishka de ir. -
- ¿Marishka? ¿La que estaba como defensa? -
- Sí, tuvimos una discusión tras la pelea dentro del equipo, se molestó porque me puse del lado de Vicky cuando ella me insistió en que no me metiera, pero, no pude evitarlo, conozco a Vicky desde la secundaria y sé que no se molestaría así sino fuese algo grave. -
- Ya veo… Marishka está ahorita en el equipo de atletismo. - Dijo Isa al recordar el expediente que le prestó la entrenadora.
- Así es, no contesta mis mensajes ni mis llamadas, creo que ya fue demasiado tiempo para que siga con ese berrinche… Tal vez, no hubiera pasado nada de esto si le hubiera hecho caso. -
- Parece que tu amiga se toma las cosas muy en serio. -
- No es mi amiga, es mi novia… Bueno, creo que aún lo somos. - Contestó Ariel haciendo que Isa se sonrojara y volteara a otro lado por la pena.
- ¡Perdón! -
- Ya, no es nada nuevo, así es ella, siempre hace mucho uso de la razón en todo, más que el corazón, pero así me gusta. - Rio la ojiazul al pensar en su pareja. - Tal vez, si te escucha a ti y la convences de ir un día al gimnasio, podría echarme una vuelta. -
- ¡Haré todo lo posible! ¡Gracias por el agua! -
Isa empezó a ponerse su calzado para caminar en dirección a la zona de atletismo, dejando a Ariel con un buen sabor de boca sobre ella, tal como dijo, parecía ser buena chica y esperaba que su novia, le prestara caso a alguien ajena a sus problemas, ya que, no podían seguir molestas por algo así. La joven llegó al área de atletismo, sentándose en una de las gradas al estar cansada todavía, sacó de nuevo la carpeta para ver la foto de esa chica, viendo que se encontraba trotando, por lo que esperaría a que se desocupara en un momento. Mientras Marishka daba vueltas en la cancha, Isabella pensaba en que habría pasado en el equipo, para que una pareja saliera mal y para que Victoria se molestara, no parecía ser una persona violenta, más bien, parecía ser buena onda ¿Qué la podría hacer enfurecerse?
Al pasar unos veinte minutos, Marishka se sentó en la cancha, para poder descansar, momento justo que aprovechó Isa para bajar de las gradas y acercarse a ella, pensando y pensando en que decirle para que se diera un momento para ir a la cancha.
- Buenos días, Marishka. -
- Hola ¿Nos conocemos? - Dijo la chica volteando por su hombro, viendo a Isa, notando su uniforme rosa.
- ¡Disculpa! me llamo Isabella, pero puedes decirme Isa, mucho gusto. -
- El gusto es mío. -
- ¡Eres muy buena corriendo, estás al nivel de las demás! -
- No lo creo, ellas se han esforzado mucho para lograrlo, yo apenas llevo unos días aquí. -
- No quiero ser grosera, pero, acabo de llegar y quiero formar parte del equipo de volibol, las chicas me dijeron que estaban en pausa, no sé, si podríamos juntarnos todas y platicar, ver si podemos trabajar juntas, se que podemos hacer que… -
- ¿Te mando ella? -
- ¿Ella? -
- Ariel. -
- No, claro que no, pero ella me dijo que solo iría si tu vas. -
- ¿Eso te dijo? - Susurró Marishka sorprendida por las palabras, agitando su cabeza antes de pararse y caminar en dirección a su bolso deportivo.
- ¿Qué dices? ¿No sería genial volver al equipo? -
- No me parece nada genial volver a un equipo que no puede dejar de lado los asuntos personales, un equipo así está condenado al fracaso. -
- ¡Por eso! Si nos juntamos, podemos platicarlo y resolverlo, juntas. - Hablaba Isa con una confianza y positivismo que le hizo entender a la castaña que no sabía el motivo de esa ruptura.
- Eres muy chica para entenderlo. -
- ¿Entender qué? -
- Olvídalo… ¿Me disculpas? Tengo que irme a la regadera. -
- Ok… - Contestó Isa al ver que esa chica no parecía interesada en volver, por lo que, al menos quería cumplir en la promesa que le hizo a Ariel. - Ariel, parecía arrepentida. -
- ¿Arrepentida? -
- Me dijo que, tal vez, si te hubiera escuchado, nada de esto hubiera pasado y… Dice que le preocupa que no le respondes a sus mensajes y llamadas. -
- Idiota… Nunca hace nada de lo que pido y siempre se le hace fácil disculparse. - Susurraba Marishka agachando un poco el rostro, apretando sus puños, tratando de que Isa no viera su cara triste. - Luego la llamaré. -
- ¡Genial! -
- Pero no es por lo del equipo, es por lo de nosotras ¿Entendido? -
- Ok… -
Isa vio como Marishka guardó sus cosas y se dirigió a las regaderas, dejándola pensativa, parecía que ella era muy seria y se comportaba de forma madura, aunque su rostro pareciera ser él de una chica frágil, tenía un carácter fuerte y causaba algo de presión a su alrededor, muy distinto a Ariel que parecía ser la típica chica en busca de diversión, no obstante, las dos parecían muy interesadas en la otra, tan sólo esperaba que ellas arreglaran su problema, no era bonito que una pareja estuviera peleada, aunque le importaba la situación del equipo, importaba más que ellas estuvieran bien entre sí.
- Bien… No he tenido mucha suerte… Queda una más. - Pensaba Isa viendo la foto de una chica de bello rostro, de tez canela. - Bridgette Mcclennan… La más grande del equipo junto a Vicky… Espero que ella acepte. -
PUNTO 1
La Step Fast School, la mejor academia del mundo, con niveles de secundaria, preparatoria y universidad, donde estudiaba la elite que deseaba convertirse en la excelencia del mundo deportivo. Cada año, miles de jóvenes de todo el mundo aspiran a entrar a ese grupo selecto, ya fuese por los exámenes que pedían resultados lo más perfectos posibles o las visorias que realizaban alrededor del globo, para encontrar a los futuros deportistas o especialistas deportivos. De entre todos ellos, una joven de origen griego, había logrado entrar al instituto donde estudió la jugadora que más admiraba en la vida, Melissa Topazzio.
A los quince años, era el primer escape para la joven Isabella Filiko, primera vez donde actuaría de forma independiente, con la confianza de sus padres puesta en ella, de demostrar que su sueño era algo digno por cual luchar, de dejar en claro porque fue seleccionada para entrar a la SFS, por todo eso, su sonrisa no paraba de mostrarse, mucho menos, cuando lo primero que hizo tras terminar el evento de bienvenida, fue ponerse el uniforme de primer año que le habían dado y salir corriendo hacia las canchas de volleyball, su deporte favorito. La alegría de Isa, cómo le llamaba su familia y amistades, fue mayor al ver aquella cancha principal, que llevaba el nombre de su heroína, tocando la pared del recinto como si fuese una maravilla.
- Lo logré, señora Melissa, estoy aquí, seré tan grande como usted, se lo juro. - Pensaba Isa mirando la fotografía de bienvenida que estaba tras cristal rígido, tocándola.
- Oye, niña, no lo toques. -
- ¡Perdón! -
- Si vas a practicar, tienes que pedirle las llaves a la directora o a la entrenadora, está cerrado. - Habló el intendente en japonés, uno de los idiomas obligados junto al inglés para estar en la academia.
- ¿Qué no las horas de práctica son de ocho de la mañana a una de la tarde? -
- Si, pero el club de volleyball está cerrado. -
- ¿Qué? ¿Por qué? -
- ¿Acaso no lees? Ahí lo dice. - Señaló el anciano una hoja pegada en la puerta del edificio.
- “AVISO: El club de Volleyball cesará sus actividades hasta nuevo aviso, cualquier información, dirigirse a la dirección o la entrenadora. Atentamente, la capitana del club. “ -
- No puede ser… ¿Por qué? -
- Ten entendido que el equipo estrella se disolvió. - Hablaba el intendente rascándose el interior de la oreja. - Tuvieron algunos problemas, es lo único que sé. -
- Que mal… Oiga. -
- ¿Oiga? ¿Qué clase de niña mal educada eres? -
- ¡Perdón! Disculpe, señor intendente ¿Sabe quien es la capitana del club? -
- Creo que se llamaba Victoria… Mm, del apellido, deja lo pienso… Ya recordé, era igual al de la muchacha de la foto, incluso, se parece a ella. -
- ¿A ella? - Preguntó Isa mientras el anciano señalaba hacía su ídolo. - A esa muchacha, se llama Victoria Topazzio. -
- ¿Topazzio? ¿Será algo de Melissa Topazzio? -
- ¡Yo que sé! Eres muy preguntona, mejor ve a preguntarle a ella, que todavía me queda mucho que limpiar. -
- ¡Lo siento! ¡Que tenga un buen día! -
Isabella siguió su rumbo, pensando en ir a la dirección o la sala de profesores para preguntar por aquella chica, pero, su fino oído le hizo escuchar un balonazo golpeando el suelo, el rebote de un balón de volley, por lo que volteaba para todos lados, notando la dirección del tiro. La rubia cruzó unas jardineras, llegando a lo que parecía un área deportiva más casual, encontrando una cancha de volleyball rodeada de malla ciclónica, estando en el interior, una rubia alta y una morena, ambas de cuerpos trabajados, se notaba que tenían buen nivel al estar practicando remates y rescates, pero, lo que más le captó la atención era que aquella chica que se parecía a su heroína, tenía un brazo biónico.
- Tenemos visitas. - Dijo la morena deteniendo el balón, colocándolo al lado de la cintura.
- Trae el uniforme de primero de bachiller ¿A poco no es linda? -
- ¿Ya vas a empezar? -
- No seas celosa… ¡Hola! ¿Quieres jugar? - Saludó la rubia levantando su mano, mientras Isabella entraba lentamente, curiosa por ver que sus ropas no parecían hacer juego.
- ¿Son del equipo de volleyball? ¿De casualidad eres Victoria Topazzio? -
- Si, soy la capitana del equipo, aunque, en estos momentos estamos ¿Cómo se dice? Inactivas. -
- El equipo será cancelado. -
- ¿Qué? ¡No puede ser! - Exclamó Isa sorprendiendo a las chicas por su reacción. - ¿Por qué? -
- No será cancelado, jaja, no le hagas caso a Nivy, es algo cortante. -
- Ya te dije que no me gusta que me llames así frente a los demás… Soy Nivaria. -
- Pero Nivy suena más lindo. - Río la rubia mientras cambió su risa al ver la cara algo preocupada de Isa. - No te preocupes, el equipo no será cancelado ni dado de baja, tenemos un pequeño problema de organización y comunicación, luego se resolverá. -
- ¿En serio? -
- Sí, te lo juro por el tiburón que se comió mi brazo y que seguro murió de indigestión. -
- ¿Te la comió un tiburón? - Preguntó Isa asustada tapando su boca, mientras Victoria llevaba sus manos a la cintura y mostraba una gran sonrisa.
- Igual yo le reventé un ojo de un puñetazo, así que no se fue sin un recuerdo. -
- Deja de hablar de eso como si fuese poca cosa. -
- ¿Siempre tienes que ser tan seria? -
- ¿Y tú tan despreocupada? - Cuestionó la morena mientras Victoria sacaba la lengua, recordándole a Isa las veces que vio en vídeos y fotos a su heroína hacer ese gesto. - ¿Pasa algo? -
- Te pareces mucho a ella, a Melissa Topazzio. -
- Es que ella es mi tía abuela. -
- ¿En serio? ¿Ella te contó alguna vez como tener esos saques perfectos? O cómo su hermana, la mejor libero de la historia, Samantha Topazzio, lograba aquellos rescates imposibles. -
- Jaja, para nada, mis abuelas solamente se la pasan descansando, una que otra vez me cuentan de sus hazañas y me dan consejos. -
- ¡Genial! -
- Pareces ser una fanática de ellas. -
- ¡Si! ¡Por ellas quise jugar volleyball! El equipo de la Step Fast School, liderado por Melissa Topazzio hace más de cincuenta años, invencible a nivel internacional, ella ha sido la mejor capitana de la historia, además, su hermana, la gran Samantha, me dio la confianza para ser una libero, que aún con mi estatura puedo ser de las mejores. -
- Sí mi abuela te escuchara seguro empezaría a decir que era la mejor, que blablablá y más blablablá, jaja. - Río Victoria por el animo que traía esa rubia, extendiendo su mano. - Encantada de conocerte, puedes decirme Vicky, estoy en segundo año de universidad junto a Nivy. -
- Nivaria. -
- ¡Nivy! -
- ¡Perdón, no me presenté! Me llamo Isabella Filiko, acabo de entrar a la preparatoria, sé que es pronto para decirlo, pero… ¿Puedo entrar al equipo como libero? -
Las dos mayores se miraron entre sí, era claro que esa jovencita estaba más que motivada, era como una niña cumpliendo su sueño, pero, había un inconveniente del cual no sabían como explicárselo, aunque, era mejor decírselo, pues, eso le ayudaría a entender mejor la situación y velar por entrenar fuera del equipo, como lo hacían ellas.
- Tendríamos que ver que tan bien juegas, la libero que teníamos se fue a Estados Unidos por un asunto familiar y la suplente se embarazó. - Habló Vicky con sus manos en la cintura suspirando. - Le dije, si vas a querer a jugar, tienes que ponerte el equipo adecuado. -
- ¿Por jugar te refieres al… Sexo? -
- ¡Bingo! -
- ¿Entonces? ¿Puedo entrar? -
- Espera, es cierto que nos quedamos sin una libero decente, el problema es que, no estamos practicando, el equipo está desarmado. -
- ¿Por qué? -
- Eres muy preguntona. - Dijo Nivy mirando algo afilada a Isa, haciéndole retroceder un poco.
- Ya, déjala en paz, a todas andas asustando, lo que pasa, es que, digamos que hubo un pequeño problemita, muy chiquitito, una discusión entre una jugadora y yo, ella logró convencer al segundo equipo de desarmarse y el equipo principal pues… Digamos que, para no meterse en esto, se fueron a otras disciplinas. -
- Así que, mientras ellas cambian de parecer, el equipo está disuelto. -
- En espera, en espera. -
- Odio que todo lo tomes a la ligera, Victoria. -
- Ya, no te enojes, aunque, te ves linda cuando te enojas. - Rio Vicky abrazando de la cintura a Nivaria, quien le daba la espalda al molestarse.
Isa estaba pensando en que hacer, por fin estaba en la escuela que tanto quiso, tenía la oportunidad de estar en el equipo que alguna vez su heroína guío, además, estaría al lado de su nieta, que seguro tendría grandes anécdotas y enseñanzas que transmitirle de ese legendario equipo, pero, sin un equipo, hasta ahí llegaría su sueño. Fue cuando algo en su mente apareció, una idea que le hizo sonreír y mostrar una mirada determinada, apretando sus puños antes de observar fijamente a la pareja.
- ¡Yo lo haré! -
- ¿Hacer qué? -
- Convenceré a las demás de volver al equipo. - Dijo Isa con una cara llena de determinación y alegría, cosa que hizo reír a Vicky y levantar la ceja a Nivy.
- ¿Crees poder hacerlo? -
- ¡Si! ¡Ya verán, el equipo de volleyball volverá a estar unido! -
- Entonces, ve con la entrenadora, seguro que ella tendrá información de donde están las demás. -
- ¡Gracias! - Exclamó la joven corriendo hacía el aula de profesores, mientras Vicky se reía.
- Es muy linda ¿O no? -
- Es muy ingenua… Pero, tal vez, eso ayude, las chicas le harían más caso a alguien como ella que a ti. -
- Vamos, me haces ver como la mala de la historia. - Habló Vicky llevando las manos a su cintura. - Tú sabes que hice de todo para que el equipo no se separara. -
- Lo sé, pero… El detalle estaba con ella, lo sabes. -
- Mmm… - Suspiró la rubia mirando a otro lado. - Bridgette es tema del pasado. -
- Pero la necesitamos en el equipo, tampoco me agrada, sabes que no me divierte que tu ex esté de nuevo en el equipo. -
- Olvidemos eso ¿Sí? ¿Seguimos? -
- Ok… - Contestó Nivaria viendo a lo lejos a Isabella. - Ojalá, tú hagas ver a las demás que, el equipo vale más que una disputa. -
Isa se dirigió hacia la zona playera-acuática, en específico, a las canchas de volibol de playa, ya que era el área más cercana para buscar a una de las integrantes del equipo, además, siendo que ella seguía practicando un deporte alternativo al original, sería más fácil convencerla de que volviera a participar. Al llegar a dicho lugar, sacó de su mochila la carpeta que le dio la entrenadora, viendo las fotos para poder encontrar a Ariel, a quien rápidamente encontró entre las canchas por su piel morena y gran salto que daba al rematar. Isabella no sabía como llegar y decirle ¡Ey ¿Puedes volver al equipo?! Seguro la mandaría por un tubo en cuestión de segundos, tenía que pensar en que hacer, fue justo el momento de suerte para ella, cuando vio que la compañera de Ariel empezaba a guardar sus cosas.
- ¿En serio ya tienes que irte? -
- No todas tenemos buenas calificaciones, perdonen chicas. -
- No te apures, suerte con los repasos. -
- ¿Y ahora? Nos falta una. -
- ¿Puedo jugar? -
Las tres chicas que quedaron voltearon a Isabella, fue Ariel quien rápido identificó su uniforme rosa correspondiente a las de primer grado, parecía tener experiencia, sus piernas y brazos mostraban señal de trabajo y se le veía algo de aspereza en sus manos.
- Creo que ya somos dos parejas. - Sonrió Ariel ofreciendo su mano a Isa. - Soy Ariel. -
- isabella, pero puedes decirme Isa. -
- Bien, Isa ¿Has jugado volibol de playa? -
- A veces, con mis amigas, haré mi mejor esfuerzo. -
- Con eso basta, quédate atrás, tu altura me ayudará en la defensa. -
- ¡Si! -
Isa se quitó sus tenis deportivos y calcetas para pisar la arena y prepararse para jugar, bastó desde el primer instante que se movió, que Ariel lo comprendió, Isa tenia experiencia como libero, su reacción y alcance para rescatar pelotas era casi de una profesional, le faltaba pulirse un poco, pero, sería una gran jugadora si seguía así. El encuentro siguió a un solo set, sorprendiéndose las tres jugadoras por la habilidad de la rubia, quien estaba en el suelo recuperándose al no haber calentado lo suficiente antes de jugar.
- ¡Guau, en verdad lo hiciste bien! -
- ¿No quieres unirte al equipo? - Preguntó una chica mientras Isa recuperaba su aliento y veía que Ariel le ofrecía una botella de agua.
- No lo creo, ella es del equipo de volibol de salón ¿Cierto? -
- ¿Cómo … Lo… -
- El uniforme, el color rosa es que le dan a las de reserva, mientras no conformen una de las dos selecciones, aunque, ahorita no tienen ninguna. -
- Lastima… Oye, si el equipo sigue disuelto, puedes unirte con nosotras, también tú, Ariel. -
- No lo sé, solamente quiero divertirme un poco, pero… Lo pensaré. -
- Piénselo, nos vemos luego, quedamos de desayunar con alguien. -
- Suerte. - Dijo Ariel despidiéndose de sus amigas, sentándose al lado de Isa quien bebía el agua y limpiaba su sudor. - Eres muy buena. -
- Gracias… Pero, tú eres mejor, tus remates son geniales. -
- Eso es porque tuve una buena compañera… Dime ¿Qué haces aquí? ¿Te mandaron ellas? -
- ¿Ellas? Oh, Vicky y Nivy, no, para nada, yo vine a platicar contigo. -
- Mm… No parece que estés mintiendo… Sabes que el equipo está en pausa ¿Verdad? -
- Sí, por eso quisiera que vuelvas al equipo ¿Sí? - Contestó Isa sin dar rodeos, haciendo que Ariel sonriera al pensar en lo sincera que era.
- No tengo muchas ganas de volver al equipo, menos por lo que pasó. -
- ¿Lo que pasó? -
- ¿No sabes porque se separó el equipo? -
- No, ellas me dijeron que tuvieron un pequeño problema. -
- Pequeño problema ¿Eh? Pareces una buena chica, te recomiendo que no te metas mucho en esto, lo mejor que puedes hacer, es buscar nuevas integrantes y formar un nuevo equipo. -
- Pero, yo quiero estar en el equipo estelar, ganarme mi lugar. -
- Créeme, sin dudas lo ganarías. -
- ¿No hay ninguna forma de convencerte? -
-Mmm… Iré, a ver como están las cosas, sólo si convences a Marishka de ir. -
- ¿Marishka? ¿La que estaba como defensa? -
- Sí, tuvimos una discusión tras la pelea dentro del equipo, se molestó porque me puse del lado de Vicky cuando ella me insistió en que no me metiera, pero, no pude evitarlo, conozco a Vicky desde la secundaria y sé que no se molestaría así sino fuese algo grave. -
- Ya veo… Marishka está ahorita en el equipo de atletismo. - Dijo Isa al recordar el expediente que le prestó la entrenadora.
- Así es, no contesta mis mensajes ni mis llamadas, creo que ya fue demasiado tiempo para que siga con ese berrinche… Tal vez, no hubiera pasado nada de esto si le hubiera hecho caso. -
- Parece que tu amiga se toma las cosas muy en serio. -
- No es mi amiga, es mi novia… Bueno, creo que aún lo somos. - Contestó Ariel haciendo que Isa se sonrojara y volteara a otro lado por la pena.
- ¡Perdón! -
- Ya, no es nada nuevo, así es ella, siempre hace mucho uso de la razón en todo, más que el corazón, pero así me gusta. - Rio la ojiazul al pensar en su pareja. - Tal vez, si te escucha a ti y la convences de ir un día al gimnasio, podría echarme una vuelta. -
- ¡Haré todo lo posible! ¡Gracias por el agua! -
Isa empezó a ponerse su calzado para caminar en dirección a la zona de atletismo, dejando a Ariel con un buen sabor de boca sobre ella, tal como dijo, parecía ser buena chica y esperaba que su novia, le prestara caso a alguien ajena a sus problemas, ya que, no podían seguir molestas por algo así. La joven llegó al área de atletismo, sentándose en una de las gradas al estar cansada todavía, sacó de nuevo la carpeta para ver la foto de esa chica, viendo que se encontraba trotando, por lo que esperaría a que se desocupara en un momento. Mientras Marishka daba vueltas en la cancha, Isabella pensaba en que habría pasado en el equipo, para que una pareja saliera mal y para que Victoria se molestara, no parecía ser una persona violenta, más bien, parecía ser buena onda ¿Qué la podría hacer enfurecerse?
Al pasar unos veinte minutos, Marishka se sentó en la cancha, para poder descansar, momento justo que aprovechó Isa para bajar de las gradas y acercarse a ella, pensando y pensando en que decirle para que se diera un momento para ir a la cancha.
- Buenos días, Marishka. -
- Hola ¿Nos conocemos? - Dijo la chica volteando por su hombro, viendo a Isa, notando su uniforme rosa.
- ¡Disculpa! me llamo Isabella, pero puedes decirme Isa, mucho gusto. -
- El gusto es mío. -
- ¡Eres muy buena corriendo, estás al nivel de las demás! -
- No lo creo, ellas se han esforzado mucho para lograrlo, yo apenas llevo unos días aquí. -
- No quiero ser grosera, pero, acabo de llegar y quiero formar parte del equipo de volibol, las chicas me dijeron que estaban en pausa, no sé, si podríamos juntarnos todas y platicar, ver si podemos trabajar juntas, se que podemos hacer que… -
- ¿Te mando ella? -
- ¿Ella? -
- Ariel. -
- No, claro que no, pero ella me dijo que solo iría si tu vas. -
- ¿Eso te dijo? - Susurró Marishka sorprendida por las palabras, agitando su cabeza antes de pararse y caminar en dirección a su bolso deportivo.
- ¿Qué dices? ¿No sería genial volver al equipo? -
- No me parece nada genial volver a un equipo que no puede dejar de lado los asuntos personales, un equipo así está condenado al fracaso. -
- ¡Por eso! Si nos juntamos, podemos platicarlo y resolverlo, juntas. - Hablaba Isa con una confianza y positivismo que le hizo entender a la castaña que no sabía el motivo de esa ruptura.
- Eres muy chica para entenderlo. -
- ¿Entender qué? -
- Olvídalo… ¿Me disculpas? Tengo que irme a la regadera. -
- Ok… - Contestó Isa al ver que esa chica no parecía interesada en volver, por lo que, al menos quería cumplir en la promesa que le hizo a Ariel. - Ariel, parecía arrepentida. -
- ¿Arrepentida? -
- Me dijo que, tal vez, si te hubiera escuchado, nada de esto hubiera pasado y… Dice que le preocupa que no le respondes a sus mensajes y llamadas. -
- Idiota… Nunca hace nada de lo que pido y siempre se le hace fácil disculparse. - Susurraba Marishka agachando un poco el rostro, apretando sus puños, tratando de que Isa no viera su cara triste. - Luego la llamaré. -
- ¡Genial! -
- Pero no es por lo del equipo, es por lo de nosotras ¿Entendido? -
- Ok… -
Isa vio como Marishka guardó sus cosas y se dirigió a las regaderas, dejándola pensativa, parecía que ella era muy seria y se comportaba de forma madura, aunque su rostro pareciera ser él de una chica frágil, tenía un carácter fuerte y causaba algo de presión a su alrededor, muy distinto a Ariel que parecía ser la típica chica en busca de diversión, no obstante, las dos parecían muy interesadas en la otra, tan sólo esperaba que ellas arreglaran su problema, no era bonito que una pareja estuviera peleada, aunque le importaba la situación del equipo, importaba más que ellas estuvieran bien entre sí.
- Bien… No he tenido mucha suerte… Queda una más. - Pensaba Isa viendo la foto de una chica de bello rostro, de tez canela. - Bridgette Mcclennan… La más grande del equipo junto a Vicky… Espero que ella acepte. -
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