Ver a Latias golpear su cabeza de esa manera hizo que XingChen dudara en continuar con los ataques hacia ella, pero era la única forma de regresarla a sus sentidos. Mientras el tipo agua se recuperaba del
Dragoaliento de Sceptile, el aura oscura que rodeaba a la tipo dragón/psíquico se volvió más espesa resonando por todo el lugar causando que los Pokémon de Li y Pendragon sintieran un fuerte dolor de cabeza, al ver esto el dúo de entrenadores pensó en que se trataba del poder de Latias afectando a sus compañeros, lo cual les hizo considerar acelerar un poco las cosas.
Puesto así, el criador regresó a Sceptile a su Pokéball para después sacar a Gouken, su Lucario Shiny. Al ver que aparecía el tipo lucha en el lugar, la rubia omitió cualquier comentario acerca de un nuevo Pokémon poderoso que salía de las Pokéball que James tenía en sus manos, en cambio se enfocó en la batalla que se iba a retomar ya que Latias aún se encontraba con los ojos en blanco y cubierta del aura oscura, poco a poco las heridas que había sufrido a causa de los golpes que se había dado a sí misma, fueron desapareciendo de su frente así como el daño provocado por los ataques de Greninja-James y Sceptile.
La velocidad que la Pokémon legendario adoptó a continuación solo fue alcanzada por Gouken, quien uso su velocidad extrema y agilidad para detener con toda su fuerza el avance de la dragón psíquico. Al chocar de frente contra el tipo lucha, Latias abrió su boca emitiendo de esta una
Bola neblina que golpeó directamente a Lucario justo en el abdomen. El Pokémon Shiny salió disparado hacia atrás pero siendo atrapado por una burbuja hecha por Primarina para evitar que este colisionara contra una pared. Storm por su parte, utilizo
Tajo umbrío para forzar a que la tipo dragón/psíquico fuera hacia Gouken. El ataque del tipo agua no golpeó a Latias pero la mantuvo a raya para ir contra el Pokémon shiny, sin embargo, no evitó que volviera a usar su velocidad para taclear a todo aquel que pudiese encontrar en su camino, siendo Weiss su primer objetivo seguido de Ariel.
Star apretó los labios intentando no gritar, sus Pokémon no eran rivales contra Latias y ella misma tampoco podía hacer mucho si se acercaba para intentar auxiliarlas.
— Gouken,
Pulso cura. — Indicó el de cabello azul.
— No, si Latias sigue en ese estado de nada va a servir curar a nadie. — Dijo Xing con el ceño fruncido. — Solo tu Greninja y Lucario pueden enfrentarla.
— Esta bien. — Asintió Pendragon. — Gouken, megaevolución. — Decía mientras la piedra en su guante brillaba provocando que Lucario cambiara de aspecto.
Entre sus manos, el Pokémon megaevolucionado creó una esfera oscura la cual lanzó contra Latias, quien evadió la
bola sombra y el furtivo ataque del
Shuriken de agua de Greninja-james. A continuación, la Pokémon legendario usó
Psicoonda sobre ambos Pokémon, lo que hizo que el dúo se alejara evadiendo el ataque. Mientras el tipo agua creaba una
pantalla de humo para esconder sus movimientos siguientes, Lucario se acercó a la tipo dragón/psíquico empleando Ataque Óseo dándole una serie de golpes en varias partes del cuerpo antes de volver a tomar distancia al sentir el poder psíquico que emanaba de su contrincante, el cual hizo que la pantalla de humo se disipara notando que Greninja había usado
doble equipo para lanzar un
rayo hielo que congeló las alas de Latias volviéndola ligeramente más pesada. Gouken aprovecho esta nueva oportunidad para acabar con el combate, por lo que usó
Danza espada acompañada de Puño meteoro, golpe el cual resonó por todo el lugar agrietando el hielo en las alas de la Pokémon Legendaria y dejando un gran agujero en el suelo donde esta última yacía.
Pendragon y Xing no dudaron en acercarse a la tipo dragón/psíquico con esperanza de que el aura oscura se desvaneciera, lo cual ocurrió lentamente pero no fue lo único que paso en ese momento, poco a poco Latias comenzó a brillar cuyo cuerpo comenzó a desvanecerse dejando pequeñas motas de luz. Mientras el par de entrenadores se hallaban enfocados en lo que ocurría con la Pokémon legendario, Massimo había terminado lo que estaba haciendo con los aparatos que estaba manipulando así que se alejó hasta el borde del pilar celeste donde había una abertura por donde se veía el cielo y el mar. Al percatarse de ello, una frustrada Star comenzó a acercarse a este para evita que escapara al igual que Greninja, sin embargo el hombre se había lanzado lo que hizo que la chica y el tipo agua se detuvieran en seco al llegar al borde en donde vio como este se elevaba a los cielos subido sobre un Pidgeot, el cual se fue alejando mientras la ranger maldecía por lo bajo al hombre de traje.
— XingChen. — Llamó James a la rubia. — Gouken no puede ayudar a Latias.
— ¿Cómo que no puede ayudarla? — Preguntaba la chica de Dragis acercándose nuevamente a la Pokémon legendario. — Tu pokémon es poderoso, su habilidad de pulso cura debe serlo también.
— Parece ser que es un efecto colateral de esa Pokéball. — Explicó el criador viendo como las alas de Latias se habían desvanecido. — Y ella no está en condiciones para curarse a sí misma.
— ¡Vamos a dejar que se desvanezca así como así! — Exclamó aún más molesta la ranger tomando del cuello de su camisa al descendiente del rey Arturo.
— No estoy feliz por eso, XingChen. — Respondió el de cabello azul frunciendo el ceño. — En serio quisiera ayudarla, pero no es posible. — Murmuraba apretando sus puños.
— Lo siento… — escucharon ambos entrenadores la débil voz de Latias. — No quería ponerlos… en peligro…— expresaba la Pokémon mientras Star soltaba lentamente a Pendragon.
— No fue tu culpa. — Dijo Li arrodillándose junto a la tipo dragón/psíquico.
— Debí… tener cuidado… — susurró Latias — sabía que ese… sujeto no era un enemigo normal…
— Prometo hacerme cargo de él, no te preocupes. — Habló James colocándose al otro lado de la legendario.
— Sé que lo harán... — asintió la Pokémon. — Lo que… ocurrió aquí… puede volver a pasar… y estaremos listos.
— ¿A qué te…? — Antes de poder terminar la pregunta, la dragona psíquica terminó por desvanecerse en un estallido de luz que cegó a ambos entrenadores.
En el lugar donde una vez estuvo Latias apareció una pequeña esfera de color rojo. Aunque ambos humanos quedaron con la incógnita de las últimas palabras de la Pokémon legendario, algo les decía que era posible volverla a ver, a pesar de ello aún tenían el sentimiento amargo de su perdida.
Poco a poco una ligera niebla fue cubriendo la cúpula en el techo del Pilar Celeste, bruma la cual fue descendiendo poco a poco, lo cual les indicaba al dúo de entrenadores que debían salir de allí. Puesto así, tomaron la gema, regresaron a sus Pokémon a sus Pokéball, sacando a Charizard y Articuno para montarlos y que los llevaran de regreso a la isla.
[…]
El agua del mar había regresado lentamente a la normalidad, sin ningún incidente. Los turistas que habían asistido por el evento de veleros así como los residentes todavía seguían un poco conmocionados por lo ocurrido, y a pesar de no conocer a ciencia cierta lo que había ocurrido decidieron regresar lentamente a su día normal, solo James Pendragon y XingChen Li sabían parte de lo que había sucedido y a causa de ello necesitaban más respuestas acerca del hombre desconocido que habían visto en el Pilar Celeste.