Hola a todos. Creo que el avisar no tiene nada de malo, pero aquí retomé los primeros capítulos (capitulo 25, por ahí). Sobre el resto de este capítulo, la misma tónica del anterior.
Mientras las al parecer verdaderas traidoras, peleaban con clara ventaja contra Kasumi y las demás, los demás, quienes parecían desentendidos o neutrales, simplemente miraban tan estúpida batalla, según quién lo pensara.
—Son Goku, esto no lo planificaron las niñas —comentó Phil muy preocupado.
—¿Henry? —el guerrero miró al joven, y preguntó de forma muy extrañada— ¿Sabes que está sucediendo?
—Solo te puedo decir que Phil no quiere entrometerse en la situación, más porque no sabe qué hacer —le negó muy preocupado—. ¿Tú sabes que está sucediendo?
—Tú me pediste hace muchos años que confiara en ti, y ahora soy yo quien te pide esa confianza.
—Esto… —Henry comenzó a analizar la batalla, y comentó ciertos detalles—. Sakura está intentando detener a las chicas, pero cada vez que están por golpearla, todas cambian su enfoque de ataque, esquivándola.
—Pese a estar en medio de la batalla, no ha recibido ningún ataque —comentó Yoh con seguridad.
—¿Me están diciendo que esta es una traición actuada?
—Eso es algo que tiene que averiguar la misma Sakura —respondió Anna con cautela.
—Eso significa que todo lo que dijeron Iris y Serena es una mentira —resolvió algo más aliviado.
—En ningún instante dije que estuvieran mintiendo, mucho menos que la batalla fuera mentira —ante aquellas palabras, Henry quedó paralizado—. En verdad ven a Sakura y Paul cómo meras herramientas, y la necesidad de venganza de tus protegidas contra tus queridas y apreciadas amigas, es totalmente real.
—No estoy entendiendo nada, Anna —comentó el joven entrenador, totalmente confundido.
—Te acabo de decir que, es Sakura quien debe darse cuenta de lo que sucede. ¿O acaso no me estás escuchando?
—Entonces esto es una prueba —Henry volvió su atención a la batalla, sin que haya ningún cambio en el patrón de ataques—. ¿Pero de quién fue la estúpida idea de transformarla en una genocida?
Capítulo 109: "El último plan"
El viaje por las diez dimensiones, en búsqueda de ciertas personas y objetos, parecía haber terminado. Las duras batallas contra los generales de la luz y las crueles guerreras elementales, les ayudaron a ganar experiencia y madurez; madurez en que esto aún no había terminado, y aún quedaba mucho que hacer.
Aqua y Tera habían terminado sus misiones; en un torpe fracaso y una muy inteligente victoria respectivamente. En cambio, Magma seguía intentando eliminar a Ash y Sakura bajo cualquier método, pero había sucedido un acto muy curioso con Wind: traicionó a Arades, y decidió trabajar con nuestros amigos.
Después de haber tratado de la forma más aberrante a quien sí la quería, y la sigue queriendo como su mejor amiga, y haber terminado una supuesta cita con Yoh, en una conversión con la joven, el grupo partió de aquella extraña edificación.
—¡Trueno sagrado! —y sin siquiera mostrar alguna expresión, Wind destruyó no solo la edificación, sino también había eliminado a todos los seres que vivían en él.
—Me das un gran alivio el que hayas destruido el castillo, y mucho más el que hayas acabado con esos seres, ¡pero al menos expresa algo en esa cara, Wind! —le pidió muy asustada Sakura.
—Que te quede claro que nunca nos gustó trabajar con esas cosas, pero Arades les ordenó que hicieran lo que nosotras les dijéramos —Wind volteó a mirar a la peli morada, se le acercó, y le dijo con tono amenazante—. Ellos no son más que un medio para alcanzar nuestras metas, y si piensas tener compasión por ellos, no es asunto mío.
—¿Te refieres a lo que me dijiste hace un momento? —le preguntó Yoh muy extrañado.
—¿Saben que es la corrupción? —ante aquella pregunta, todos la miraron con intriga—. Es el acto de tomar el camino perverso, y cambiar tu forma de pensar, sin ninguna vergüenza, para tu propio beneficio.
—No te preocupes por nosotros, jamás haríamos algo así —comentó Tracey sin dudar.
—Si me lo dijera Sesshömaru, los tomaría en serio —le refutó de inmediato Wind, como si siempre estuviese a la defensiva—. La esencia del humano es ser corruptible, y eso jamás cambiará.
—Si piensan extender esta conversación, les sugiero que volvamos a la posada —les interrumpió Anna—. Realmente, me tiene sin cuidado tus metas o tu futuro, pero eres una invasora de esta dimensión, y causaste muchísimo daño.
—Tiene razón, Wind —le propuso Sakura—. Quiero olvidar el mal rato que me hiciste pasar.
—Acepto que jamás me perdonarás —declaró Wind de forma culpable, al tiempo que envolvía al grupo en un campo de energía verdoso, y reaparecían dentro del hostal—. Aceptaré el castigo que me impongas.
—¡Entonces, acompáñame! —y de un tirón, Sakura se llevó a Wind en dirección a las aguas termales.
—¿Creen que está bien confiar en esa guerrera elemental? —preguntó Goku al grupo.
—Hay cosas que les conviene no saber —le respondió Anna—. No me corresponde comentar cosas ajenas a otras realidades, y esta es una de esas.
—Pero si Sakura confía en ella, quiere decir que algo habrá que desconocemos —comentó de forma analítica Alphonse—. Si no nos quiere contar algo, quiere decir que debe ser muy delicado, y podría comprometer a la misión.
—Veo que estuviste analizando todo con detalle —le felicitó Anna.
—No nos queda más que esperar a que regresen —comentó Yoh conforme—. Que sean ellas las que tengan que decir todo.
Mientras tanto, las jóvenes ya se encontraban dentro de las tibias aguas del recinto.
—Sakura…
—Hikari —le interrumpió de forma culposa la entrenadora—. Creo que te debo una disculpa enorme.
—¿Eh? —aquellas palabras desconcertaron completamente a la joven pelíazul.
—Por lo sucedido en el monte Plateado. Los celos me cegaron, la rabia se apoderó de mí, y no fui capaz de mirar más allá de mi nariz.
—¿Te refieres a cómo escaparon del monte?
—Cuando encontré ese cuaderno, las intenciones reales que tenían, y la necesidad de matar a…
—Oye, espera un momento —la interrumpió de golpe Hikari, sin entender una palabra de lo que decía—. ¿De qué cuaderno hablas?
—¿Cómo que qué cuaderno? —ahora fue Sakura quien preguntaba con mucha intriga— Encontramos el subterráneo donde guardaban toda su información.
—¿Teníamos subterráneo?
Ambas se miraron con la misma intriga, sin entender absolutamente nada de lo que decía la otra.
—Cuando llegamos a esa edificación, fueron los mismos Pokémon quienes nos guiaron —comenzó a contarle Hikari—. Recuerda que a nosotras nos enviaron del futuro, y no llevábamos mucho tiempo aquí —y con algo de miedo, preguntó—. ¿Qué le dijiste a los demás de nosotras?
—Absolutamente nada —le negó con tranquilidad—. Misty y los demás son lo suficientemente inteligentes como para sacar ellos mismos sus conclusiones. Si llegan a descubrir algo, con Sato fingiremos sorpresa.
—¿También los están traicionando? —preguntó algo sorprendida Hikari.
—Para ayudar a unos, tienes que engañar a otros —parafraseó Sakura con tranquilidad.
—Suena cruel, pero creo que tiene mucho sentido —comentó muy pensante—. A propósito de cruel… ¿Le contaste a Sato?
—Aún no es el momento —le negó con tranquilidad—. Cuando llegue el momento, quiero que estés conmigo. Sé que será muy doloroso para él.
—¿Y si se llega a enterar por otros lados?
—De la única persona que podría enterarse, es de tu boca —le respondió, mirándola de reojo.
—¡Te prometo que no he dicho nada! —le respondió Hikari totalmente aterrada.
—¿Lo dices en serio? —y de forma maliciosa, Sakura se puso tras Hikari, y comenzó a masajear sus pechos—. Te falta un poco, pero como fetiche son geniales.
—¡Aléjate, pervertida! —y completamente avergonzada, Hikari se alejó varios metros— ¡No has cambiado absolutamente nada!
—¿Qué motivos tendría, preciosa? —le respondió con mucha sensualidad—. Estás como esperaba.
—¡Eres terrible! —y algo más tranquila, la miró seriamente—. Si quieres llegar hasta esos extremos, necesito mostrarles algo.
—¿Qué cosa nos quieres mostrar? —le preguntó Sakura, notándose mucho su intriga.
—Sabes que Arades no escogió estos lugares al azar —ante aquella aclaración, Sakura la miró con extrañeza—. Le tiene miedo a su madre, y no quiere que despierte.
—¿Que ese sujeto tiene madre?
—Asherah.
—¿Cómo cuánto? —aquel nombre solo provocó que Sakura la mirara con muchas dudas, más a su cordura.
—Se cuenta que ella fue quien lo creó todo, y creó la nada…
—¡Espera un momento! —la detuvo de golpe— ¿Me estás diciendo que Arades le tiene miedo a un ser de ese tipo? ¿Se supone que existe algo así?
—Solo lo escuchamos decir su nombre, pero no existe nada que pruebe su existencia, aunque sea una leyenda o mito, siquiera una obra de ciencia ficción —Hikari dudó en sus palabras, y miró a los ojos de su amiga peli morada—. Seguramente, el mismo Arades borró su existencia, pero en este tiempo puede que haya algún dato.
—Te puedo decir que Sato es muy curioso e investigativo, y, aun así, jamás habíamos escuchado algo así —le respondió con incomodidad—. Pero si realmente existe algo así, creo que antes de decirle a los demás, lo mejor es tener algo concreto de su existencia.
—Si Arades le tiene miedo, es porque existe —afirmó con seguridad Hikari—. Y según parece, en una de estas dimensiones está oculta, dormida o sellada.
—Dudo mucho que esa falsa esperanza sea lo que querías decirle a los demás —comentó Sakura con aún más extrañeza.
—Así es —le asintió—. De hecho, estoy de acuerdo con mantener esta conversación en nada. Lo que quería mostrarles, es a lo que realmente se están enfrentando.
—¿Te refieres al poder de las guerreras elementales?
—Algo así —Hikari salió de las aguas termales, y se dirigió a vestirse.
—Será como digas —y sin entender mucho, Sakura la siguió.
Y después de arreglarse, ambas partieron al comedor.
—¡Genial, ya tenían todo servido! —celebró Sakura, partiendo a sentarse a comer— ¡Me muero de hambre!
—¿Está bien si los acompaño? —les preguntó Hikari con muchas dudas, provocando que todos la miraran expectantes.
—De hambre, no te vas a morir por mi culpa —le respondió de forma estricta Anna.
—Si no te apresuras, el idiota de acá va a acabar con todo —le advirtió Sakura, sin mirarla, pero indicando de forma descarada a Goku.
—¡Qué formas de tratar a los demás! —se quejó muy molesto.
—¿Qué piensas, Wind? —comenzó a preguntarle Tracey— ¿Crees que tus amigas dejen a ese tal Arades, y peleen con nosotros?
—Con ese pensamiento egoísta, no vas a llegar muy lejos —le interrumpió Sakura.
—Nosotras no buscamos aliados de ningún tipo —le detuvo Hikari—. Nosotras tenemos una meta, y sin importar con quién, si nos ayudan a cumplirla, seremos sus aliados.
—Así que no buscas aliados, pero si trabajamos para ustedes, ¿sí lo serán? —Sesshömaru la miró con desprecio, y caminó hasta estar frente a ella—. No estoy para bromas de nadie, menos con alguien como tú.
—¡Oye, tranquilo! —le pidió Alphonse— Lo que menos queremos, son más peleas.
—¿Dices pelea? —comentó Sakura de forma sarcástica— Hikari, lo que me estuviste contando camino acá.
—Si —le asintió—. Prefiero hacerlo antes de comer.
—¿Hacer qué cosa? —le preguntó Yoh muy curioso.
—Mostrarles la verdad.
Hikari y Sakura se levantaron de la mesa, y se dirigieron al patio del hostal. Sin entender mucho aquellas palabras, totalmente envueltas en el misterio, todos las siguieron.
Una vez afuera y reunidos, Hikari parecía prepararse para algo, calmando su respiración totalmente. Sakura se paró a cierta distancia, y los demás en un grupo aparte, mirando a la concentrada pelíazul.
—¿Piensas pelear contra nosotros? —le preguntó Goku muy curioso.
—No lo haré —les negó, al tiempo que se ponía en guardia—. Lo único que quiero, es que me ataquen a matar.
—¡¿Estás loca?! —le cuestionó Tracey— Aquí nadie va a matar a nadie.
—Yo se los estoy pidiendo —dijo con seguridad la joven—. Si sucede algo, yo me haré responsable.
—Si tu deseo es morir —y lanzándose de forma directa, Sesshömaru comenzó su ataque con sus garras, asestando un golpe directo en la joven, dejándola terriblemente lastimada—. Esto es estúpido.
—Es verdad… —le respondió Hikari, casi al borde de la inconsciencia, siendo rápidamente asistida por Sakura.
—¡Idiota, pensé que esquivarías el golpe! —le regañó furiosa la peli morada, intentando contener la hemorragia.
—Como ven, no somos más que chicas comunes y corrientes, mantenemos nuestros reflejos y conocimientos, pero en esta ocasión, quise mostrarles que somos tan vulnerables como cualquier otra persona.
—No era necesario hacer esa estupidez —también le regañó Goku—. Ya no tengo semillas del…
Pero de un segundo a otro, Hikari cambió sus ropas, concentró energía en su mano derecha, y se curó en un segundo.
—Pero como guerrera elemental, tenemos un poder que supera el normal —Hikari se recompuso, siempre aceptando la ayuda de Sakura, y se soltó de la joven—. Vuelve a atacarme a matar.
—En verdad tú poder creció de forma abismante —muy distinto al ataque anterior, tomó a Tokiyi, y se lanzó a atacar a Hikari, esta vez esquivando los ataques con algo de dificultad.
—Apenas estoy usando una pequeña parte de mi poder, pero si lo uso todo —y de golpe, Hikari subió su poder al máximo—. Es lo más cercano que verán a un dios.
—Siento como tu ki aplasta todo —y con más emoción, Goku se lanzó a atacar cuerpo a cuerpo como super saiyajin.
—Tu poder también es sorprendente —le contestó emocionada Hikari, quien detenía sin problemas cada ataque—. Pero por más que se hagan más poderosos, jamás lograrán vencernos.
—Eso no lo sabemos —le respondió de forma arrogante el saiyajin.
—Llegó la hora de borrar esa arrogancia —Hikari cerró sus ojos, los abrió de golpe, y gritó— ¡Forma primigenia!
Fue tal el golpe de la transformación, que todos salieron expulsados, y cuando se recuperaron, vieron a la pelíazul con unas ropas muy distinta a su forma anterior. Vestía pantalones verdes muy ceñidos, una camiseta manga larga holgada, la cual parecía portar energía propia, tomando tonalidades rojas y azules, según como se le mirara, y unas ligas amarillas, las cuales ataban su cabello.
Aquella transformación había sido más que impresionante, tanto Sakura como los demás la veían embelesados, no daban crédito a lo que veían.
—No siento… ninguna presencia —Goku no entendía que sucedía, solo miraba muy aterrado.
—¿Qué se supone que hiciste? —le preguntó Alphonse—. Es como si estuvieses en otra dimensión, o algo por el estilo.
—Es como si hubieses trascendido de todo —comentó totalmente perpleja Sakura.
—Intenten atacarme nuevamente —fue todo lo que pidió Hikari.
Sin entender mucho, Goku, Sesshömaru, Alphonse y Yoh comenzaron su ofensiva directa, y cuando creyeron haber asestado sus ataques, siguieron de largo, como si hubiesen atacado a una ilusión, o algo por el estilo.
—Si trascendiste —comentó Sakura, notándose claramente una mezcla de miedo y ansiedad.
—Supero por mucho el poder de cualquier dios, incluso si unieran todas sus fuerzas —comentó Hikari—. De hecho, no puedo usar todo mi poder, sino podría destruir esta dimensión con mi sola existencia.
—¡Espera un momento! —le interrumpió Tracey— ¡¿Me estás diciendo que tus amigas tienen un poder igual al tuyo?!
—Así es —le asintió—. De hecho, Darkness y Whiteness pueden superar aquel poder que destruye las dimensiones, sin que se vean afectadas.
—¿Qué clase de seres son ustedes? —le preguntó igual de espantado Alphonse.
—¡Son mis amigas! —le respondió muy molesta Sakura.
—Saku, está bien —le calmó Hikari sin mucha preocupación, volviendo a su estado de chica normal—. Para su suerte, usar esta transformación consume mucha energía, y no sirve para batallas muy largas. Terminaríamos como presas fáciles para el enemigo.
—Ya veo —comenzó a analizar Goku—. Por eso nos mostraste desde un inicio que no eran más que chicas comunes y corrientes. Por más que alcancen esa inalcanzable transformación, necesitan estar con alguien de confianza a su lado cuando terminan cada batalla.
—Solo nos tenemos a nosotras, no confiamos en absolutamente nadie, y por mucho que odiamos a los humanos, tampoco queremos transformarnos en genocidas.
—Pero si pelearan con esas fuerzas, podrían derrotarnos en segundos —comentó Alphonse—. ¿Por qué no harían algo así?
—Porque pese a todo, sin ustedes, no podríamos existir —le respondió con algo de temor.
—¿Qué significa eso?
—Hikari —Sakura miró con dudas a la pelíazul, quien simplemente le asintió—. Escuchen con mucha atención, y no quiero que esta conversación salga de nosotros, ni, aunque se estén muriendo.
—¿Por qué tanto secretismo, Sakura? —le preguntó Tracey, sintiendo cierta sospecha de que podría ser.
—Nosotras venimos de cincuenta mil años en el futuro —comenzó a confesar la guerrera del viento—. En un inicio, nuestros padres nos enviaron a esta época, pero después de algunos acontecimientos terribles, terminamos trabajando para Arades en esta época.
Tras aquella confesión, el grupo guardó silencio, simplemente quedándose mirando a la pelíazul. Los pensamientos que cruzaban por la cabeza de todos, eran una madeja de hilo.
—Suponía que no me creerían —suspiró decepcionada Hikari.
—No es que no te creamos —comentó Goku muy pensante—. Simplemente dices algo muy impresionante, pero a la vez difícil de creer.
—Ash y Misty han tenido la oportunidad de viajar en el tiempo y a otras dimensiones, así que no tengo por qué ponerlo en duda —comentó con tranquilidad Tracey.
—Ahora que lo dices —interrumpió Alphonse—, Misty y Aqua se parecen demasiado, incluso Brock y Duplica se confundieron cuando llegó con nosotros.
—Cierto que Kasumi fue por la piedra filosofal —dijo en voz alta Hikari—. ¿Sabían que Kasumi y su amiga Misty tienen el mismo apellido?
—¡¿No intentas tratar de decir que Kasumi y Misty son…?! —comenzó a preguntar Sakura muy impresionada.
—Si hubiésemos sabido que la antepasada de Kasumi también pasó por lo mismo que nosotras, seguramente no estaríamos en esta horrible situación —Hikari suspiró, y volvió la vista al grupo—. A quienes llaman Aqua, su verdadero nombre es Kasumi, el de Tera es Haruka, el mío es Hikari, el de Magma es Taiyō —pero puso en duda continuar, cosa que todos notaron, por lo que continuó—. Ella fue a la caza de Ash Ketchum… Él es el objetivo de Taiyō Ketchum.
Casi se atragantaron con tal información, fue como si un Snorlax les cayera encima a toda velocidad, sin que se dieran cuenta.
—¡Se los suplico, no vayan a decir absolutamente nada de lo que estoy diciéndoles, podrían provocar que no naciéramos! —le suplicó casi llorando Hikari.
—¡¿Magma es descendiente de Ash?! —casi gritó Tracey— ¡No puedo creer que Ash si terminaría con alguna chica!
—Realmente es muy sorprendente —le apoyó Sakura—. Cuando Sato se entere, se va a caer de espaldas.
—¿No lo supieron desde un inicio? —les preguntó Alphonse bastante extrañado de la situación.
—Si algo nos pidió Arades, fue que mantuviéramos en secreto nuestra estadía en este lugar —comentó muy pensante Hikari—. Incluso nuestros padres nos decían que cualquier intervención en el pasado, sería perjudicial para nuestro tiempo.
—Eso debieron haberlo pensado antes de ponerse a destruir todo lo que encontraban —declaró de forma amenazante Sesshömaru, mirándola de forma amenazante, aterrando a la joven.
—De pocas palabras, pero tajante y sin falto de razón —le asintió Anna—. Al menos sabemos que no han exterminado a sus antepasados.
—De verdad se los suplico, no vayan a decir absolutamente nada de lo que hablamos aquí —volvió a implorar la joven.
—Si de verdad son los descendientes de los chicos, también son de nuestra familia —le dijo Sakura de forma amable—. Tu secreto queda muy bien guardado. Tienes la palabra de todos nosotros, así que no te preocupes.
—Como dices, ni, aunque nos estemos muriendo —le apoyó Goku.
—¡Muchas gracias! —les agradeció casi llorando— ¡Me han ayudado a quitarme este peso de encima!
—Muy al contrario —dijo en tono de apoyo Yoh—, hiciste lo correcto. Jamás quisieron intervenir en la vida de los demás, y pese a las cosas malas que hiciste, las reconociste.
—Ya no quiero cometer más errores —le asintió—. Si sigo este camino, Sato me odiará para siempre, y lo quiero mucho como para romperle el corazón.
—¡Oye! —le gritó bastante molesta y celosa la peli morada— Nombraste a seis mocosas, y ustedes eran cinco.
—¡Si! —le respondió algo asustada—. Darkness es Mariah. Ella es una saiyajin…
—¿Saiyajin? —preguntó muy preocupado Goku— ¿Qué hace un saiyajin en una dimensión extraña?
—La distorsión dimensional creó muchas aberturas, y eso provocó que muchos seres de otras dimensiones pasarán a la nuestra, y viceversa —comenzó a explicarles muy seria—. Pero nuestra dimensión es el epicentro de la batalla, ya que tomó su obligación de cárcel para Arades.
—Así que, de mi dimensión, viajaron a la tuya.
—Así es —le asintió—. Y Whiteness se llama Chloe. Ella es descendiente de una antigua línea de guerreras milenarias.
—¿Valkirias?
—Algo así, Sakura —le respondió—. Ella está en nuestro tiempo dirigiendo los ataques.
—Supongo que ella es la más poderosa de ustedes —comentó bastante preocupado Goku.
—Eso sí que sería muy problemático —agregó Alphonse—. ¿Existe alguna forma de adelantarse a sus planes?
—Ir un momento antes, pero siempre tendremos el problema de la paradoja —le respondió muy seria—. Decidimos sincronizar las aperturas temporales por lo mismo, así que, si aquí pasa un día, en el futuro habrá pasado el mismo día.
—Por mucho que hayan intervenido este tiempo, no podemos hacer lo mismo con el suyo —acotó Tracey—. ¿Entonces qué solución propones, Hikari?
—Quiero que mis amigas tampoco cometan más errores, así que quiero que vuelvan a como éramos antes de que nuestros padres desaparecieran.
—¿Algo así como hacerlas recapacitar? —preguntó Anna.
—Suena fácil por cómo lo dices, ¿Pero qué método usarías?
—Primero que todo, quiero que sigan creyendo que trabajo para Arades, porque sinceramente, no quiero traicionarlas, señor Goku —dijo muy preocupada Hikari.
—¿Y cómo planeas hacerlo?
—Necesito que identifiquen las señales —respondió con dudas—. Mientras tanto, les haré creer que trabajo para ustedes en estos momentos; me uniré a su equipo, así pasaré por traidora.
—No sé qué tengas en mente, pero más te vale que funcione —le cuestionó muy preocupada Sakura.
—No te preocupes, cuando llegue el momento, nos tocará a las dos actuar, y demostrar mi traición a los dos bandos.
—¿También nos vas a traicionar?
—Así es, Yoh —le asintió muy seria—. Y les sugiero que se defiendan correctamente, porque si los mato, no será mi responsabilidad.
—También quiero que identifiques mis las señales —le recordó Sakura—. Recuerda de lo que hablamos.
—¿De qué estuvieron hablando? —le preguntó de forma perspicaz Tracey.
—Sato siempre nos enseñó a tener un plan B, y si se puede hasta la Z, mucho mejor —le respondió la peli morada—. Pero este es personal con Hikari. Lo lamento, pero no puedo decirles absolutamente nada.
—Fue decisión de Sakura, y pienso respetarla —le asintió con mucha seguridad Hikari.
—Pero ese no es su objetivo real —les cuestionó Anna—. Sakura, tú con Satoshi tenían otro plan.
—Así es —le asintió la aludida—. El orden que les di para el segundo viaje, lo tenía prestablecido Satoshi.
—¿Eso incluía el hecho que todas las chicas se fueron con Ash a buscar esas susodichas cartas? —le preguntó Tracey, molestando mucho a la joven.
—¡Malditas mocosas, cuando las vea les daré una paliza! —gritó furiosa—. O eso debería decir —pero esas últimas palabras llamaron la atención del grupo—. Fue una orden de Eriol Hiragizawa y Henry Ketchum.
—¿Henry no es el nombre del padre de Ash? —le preguntó Tracey, manteniendo muchas sospechas de lo que acontecía.
—Ahora entiendo —resolvió Hikari muy preocupada—. Allí se encuentra un arma de doble filo.
—¿Doble filo? —a cada palabra, más volvían las interrogantes del grupo.
—La dueña de las antiguas cartas Clow, Sakura Kinomoto. Es verdad que es muy fuerte, pero si comparo su poder con el de ustedes, es muy débil.
—Y entonces, ¿qué tiene en especial esa niña? —le preguntó Goku.
—Que ve el mundo color rosa, es muy mimada, y además cree que todo puede solucionarse simplemente conversando —le respondió Hikari con cierto desagrado—. Si fuese así de fácil las cosas, ni siquiera estaría hablando con ustedes.
—Alguien así podría arruinar todo completamente —comentó Sakura—. Lo mejor sería dejarla fuera de todo esto.
—Pero podría ayudarnos como mediadora —les propuso Tracey—. Una guerra no sólo se gana con batallas, sino también con diálogo y acuerdos.
—También estoy de acuerdo con no involucrarla —acotó Alphonse—. No la conocemos, y no sabemos de qué forma pueda interactuar con los demás. En teoría, suena bien como idea, pero en la práctica, las cosas son muy distintas.
—¿Y si se llega a involucrar por accidente, al punto que no podamos deshacernos de ella? —preguntó Yoh.
—En ese caso, la tendremos en observación, y si llega a comprometer la misión, la mataremos —propuso con mucha frialdad Sakura.
—¡No vamos a matar a nadie solo por comprometer una misión! —refutó muy molesto Goku.
—Pon la excusa que quieras, pero no voy a interponer el bien de la existencia por una sola persona —contraatacó Sakura—. Tal vez tú hayas tenido la suerte, porque eres más fuerte que los enemigos a los que les has perdonado la vida, y por la misma razón, Hikari les mostró a todos su verdad.
—Ni siquiera podemos aspirar a ser rivales de las guerreras elementales —terminó de forma lapidaria Alphonse.
—Deberían usar más la cabeza y no sus sentimientos —les regañó Anna—. Deben pasar muchos factores coincidentes para que algo así suceda, ¿Y de cuánto creen que sean las posibilidades que coincidan?
—Las posibilidades de que esa niñita llegue a tener alguna clase de empatía indestructible con el grupo, a tal nivel de ser considerada la líder indiscutible… ¿Una desconocida que vive en una utopía? —ante tal analogía, Sakura soltó una risa sarcástica—. Claro, y yo me voy a meter con el hermano de esa mocosa.
—Verdad que tiene un hermano mayor —comentó Hikari—. Si lo usamos para mantenerla al margen, todo irá según lo planeado.
—Espero que sepan lo que están haciendo —les negó rendido el saiyajin—. Cómo dices, espero que tengan hasta un plan Z por si todos los otros fallan.
—Sería exagerado a más no poder que todo lo supuesto se cumpla, ya que, si llega a ser así, esa niñita sería la única capaz de derrotar a Arades, y yo terminaría locamente enamorada de ella, y mis sentimientos a Sato son inquebrantables, y si ni Hikari y las demás no lo han podido derrotar, ni en su forma primigenia, que ella tenga aún más poder… Nah…
—¿Juegas a ser adivina? —le preguntó algo fastidiada Anna.
—Es divertido —le asintió con entusiasmo—. Después puedes decir que, puede ser una sola posibilidad en más de diez millones.
—Son cien millones —le corrigió aún más fastidiada.
—¿Ven? Es imposible que pase. Así que, si los deja más tranquilos, solo en esa posibilidad, ella moriría.
Esta historia continuará…
Aquella batalla de chicas comunes y corrientes seguía. Curiosamente, aun siendo cuatro contra dos, Iris y Serena llevaban la batalla sin problemas y con mucha ventaja, muy contrario a Kasumi y las demás, quienes apenas podían con el ritmo de la batalla.
—¡No quiero que sigan! —gritó con desesperación Sakura, quien se interpuso contra la arremetida de las entrenadoras.
—No molestes —y pasando a un lado de ella, continuaron la contra, a punto de asestar sus ataques.
—¡No le hables así a mi amiga! —gritó con rabia Kasumi.
—¡Las derrotaremos a costa de cualquier cosa, ninguna les perdonará lo que le hicieron a Sakura! —gritó con la misma furia Haruka.
—Veamos si pueden cumplir siendo chicas comunes y corrientes —le desafío Serena, al tiempo que su golpe era retenido a mano limpia por Mariah.
—¡Cumpliremos! —arengó la peli azabache— Nuestro deseo bastará para derrotarlos.
—¡Yo no quiero que cumplan ninguna promesa, y menos a mi nombre! —volvió a gritar desesperada Sakura— Solo quiero a mis amigas de vuelta.
—Eres la persona más pura y genuina que hemos conocido —le declaró con orgullo Kasumi.
—No podemos dejar que unos seres tan repugnantes mancillen tu ser —también le declaró Haruka, notándose más molesta que con rabia.
—Les agradezco de corazón sus sentimientos, pero si matan a Iris y Serena, se transformarán en las mismas personas que atacaron a sus padres. ¿Cómo creen que sentirían Paul, Misty, la señora Delia, y los demás, si ellas llegan a desaparecer? ¿Cómo creen que se sentirían Phil y Saku si ellas desaparecieran? ¿Cómo se sintieron ustedes cuando sus padres desaparecieron?
De pronto, aquellas palabras tocaron muy hondo en las cuatro chicas, dejándolas pensantes.
—Iris, Serena, no sé por qué hicieron todo esto, y no sé qué hacer en una situación así, pero si me ayudan a buscar una solución para volver todo a la normalidad, les aseguro que los demás las perdonarán.
—Tú…
—Eres en verdad… una estúpida —tanto Iris como Serena no podían creer lo que oían, no sólo tenía deseos de perdonarlas, también quería ayudarlas a volver las dimensiones a la normalidad.
—¿Eres de verdad? —le preguntó Taiyō muy sorprendida, acercándose frente a frente.
—¿Eh? —ante la pregunta, Sakura la miró a los ojos— Supongo que sí. La pregunta es si de verdad tú crees en mí.
—Yo… Yo quiero creer en alguien que sea verdadero y sincero conmigo —le confesó melancólica—. ¡No quiero más engaños!
—Lo único y verdadero que puedo decirte, es que siempre tendrás a alguien que te quiera y te escuche. Nadie está solo para siempre.
—¿Puedo confiar ciegamente en ti?
—¿Qué es lo que dicta tu corazón? —ante aquella pregunta, Sakura abrazó con ternura a Taiyō.
—Me dicta que me quiebre en tus brazos, y confíe en ti sinceramente —le respondió con felicidad.
Y en el mismo segundo que las chicas volvían a lograr transformarse en guerreras elementales…
—Así que una posibilidad en cien millones —de pronto, entre un campo de energía verdoso, el cual apareció y desapareció a los segundos, una joven pelíazul hizo acto de aparición—. Qué desafortunado es el destino para algunos, pero tú causaste todo esto, y, por tanto, debes morir.
Todos voltearon su atención en dirección a la joven, muy preocupados, más por el tono de voz vengativo.
—Hikari… —la nombraron Kasumi y sus compañeras, muy sorprendidas de su aparición.
—¿Desafortunado destino? —extrañado de aquellas palabras, Phil miró a las jóvenes— ¡¿Qué está sucediendo aquí, Kasumi?!
—¡Te juro que no lo sé, Phil! —le respondió muy preocupada Kasumi.
—Esto no tiene nada que ver con ellas, seas quien seas —interrumpió con mucha arrogancia Hikari.
—¡Hikari! —de pronto gritó con mucho miedo Phil— ¡Pese a que han pasado muchas cosas, sigo siendo el mismo de siempre!
—No es necesario que me lo digas —Hikari caminó hasta estar frente a Phil, acarició su mejilla, y le dio un fuerte golpe en la boca del estómago, dejándolo tirado en el suelo, inconsciente—. Sé perfectamente que sigues siendo el mismo desde siempre.
—¡Hikari! —le gritó Goku muy molesto por su actuar— ¿Se puede saber que estás haciendo?
—Tú lo sabes, así que no te hagas el idiota —retomó su camino hacia Sakura, y continuó su oratoria—. Les advertí que tu presencia desataría el sufrimiento de muchos, la devastación, y todo porque no sabes comportarte. Lo peor de todo, es que vives creyendo que tú estúpida forma desinteresada, te hará ganar.
—Hikari… —Sakura no entendía que pasaba, simplemente seguía parada sin actuar o atinar a nada.
—¡No es su culpa…!
—¿En verdad crees que esas dos son las culpables? Ingenuas —le respondió a Mariah, quien había intentado increparla—. Son culpables de guardar silencio, pero tengo la sensación que desde hace mucho, Sakura sospechaba sobre qué sucedía realmente.
Ante aquella revelación, las jóvenes se quedaron mirando a Sakura. ¿Era cierto que era consciente sobre lo que sucedía?
—Es verdad que, desde el segundo que me enteré que tenía este poder, e intenté usarlo al máximo, perdía el control, pero… —pero los sollozos de la joven se transformaron en rabia— ¡Me prometieron que, si los iba a poner en peligro, me matarían, y ninguno de ustedes cumplió aquella promesa!
—Muy noble de tu parte, Kinomoto —Hikari tomó su ofensiva, y se preparó para el ataque—. De todos modos, haré lo que le encomendaron a Taiyō, y no fue capaz de cumplir. Eliminarte para siempre.
Sin una expresión o duda, Hikari se lanzó a atacar a Sakura. Pero a centímetros de asestar, algo retuvo el ataque.
—Es triste que haya sido la posibilidad entre diez millones, pero así es el destino, y es inevitable.
—Saku…
—Te prometí que te protegería de lo que sea, guapa —soltó con mucho entusiasmo la entrenadora de Johto, mientras continuaba deteniendo el ataque de su amiga.
—Te advertí que, si tu plan no funcionaba, pondría en marcha el mío —la retó Hikari muy molesta.
—No permitiré que lastimes a la persona que más amo —le respondió con mucha seriedad, al tiempo que la mandaba a volar—. Lugia, y tú, seas quien seas, ayúdenme a ayudar a Sakura.
—¿Qué está sucediendo, Saku? —le preguntó Haruka muy confundida.
—Si salimos con vida de esta, les contaré todo —le respondió con mayor calma—. Cuiden de Sakura, Iris y Serena. Hikari está hablando más en serio que ustedes.
—¡Hikari, detén todo esto! —le gritó Taiyō— ¡Ya no estamos trabajando para Arades, Sakura nos aceptó como sus amigas!
—Puede pudrirse en el infierno Arades, y si van a defender a esa niñita, no me dejan más opción de que la sigan al otro mundo.
—Estás demente —fue todo lo que pudo decir la peli celeste—. ¡No puedes estar en contra de los dos bandos, tienes que tener una meta!
—¿Acaso no es la misma meta que tenemos las seis? —le preguntó Hikari, dejando pensantes a todos— ¿Quieren preguntarle a Chloe que opina sobre lo que están haciendo ahora?
—¡Chloe no está aquí, así que hables por ella! —le desafío furiosa Haruka— ¡Es verdad que queríamos devolver la naturaleza a los seres vivos y eliminar a los humanos, pero Sakura y sus amigos nos demostraron que podemos hacer las cosas de otra forma!
—¡No todos los humanos son iguales, eso no lo dudes! —le apoyó Taiyō.
—Y según ustedes, esos humanos existen en nuestra realidad —Hikari comenzó a concentrar una gran cantidad de energía en su mano derecha, y apuntó a sus amigas—. O están conmigo, o con ella.
—¡Es lo más estúpido que te he escuchado decir, y eres la más criteriosa y diplomática del grupo! —aquellas palabras no sólo enfurecieron a Kasumi, las demás chicas también parecían listas para luchar— ¡Forma primigenia!
—¡Si nos vas a obligar a pelear contra ti, entonces qué así sea! —finiquitó Haruka, igual de preparada— ¡Forma primigenia!
—¡Modo sagrado! ¡Terminemos esta estúpida pelea ahora, pedazo de animal! —le gritó furiosa Taiyō.
—¡Zekrom, ya sabes que hacer! —también se preparó Mariah— ¡No sé qué te sucede, pero pareces muy segura de lo que haces! ¡Te haremos recapacitar a golpes!
—Forma primigenia —de pronto, Hikari lanzó su ataque contra las jóvenes, mandándolas a volar con mucha facilidad—. ¿Sabían que la regente celestial es la más poderosa? Soy la más cercana a lo que llaman inmortalidad y verdadera divinidad.
—¡Maldita creída! —completamente furiosa, Haruka y las chicas iban a retomar el ataque, pero Sakura les cortó el paso.
—¡Déjenme está idiota a mí! —les dijo la peli morada— Tiene razón, Hikari es aún más poderosa que todas ustedes juntas, y en especial tú, Mariah, eres consciente.
—El único motivo por el cual Hikari jamás me venció, fue por las limitaciones autoimpuestas —aceptó la guerrera de la verdad—. Pero si nosotras no podemos contra ella, tú sola menos.
—Si peleamos en equipo, podremos contra ella —le propuso angustiada Kasumi.
—Ni se les ocurra meterse —les pidió encarecidamente la joven entrenadora—. Esto es personal —volteó a ver a las chicas, y después a la card captor—. Cumpliste con tu deber, ahora es mi turno.
—Saku…
—Fuiste capaz de reparar un grave error que cometimos, aun interponiendo tu vida, pero llegó el momento en que solo debes preocuparte por ti misma. Nosotros podemos defendernos solos, no es necesario que nos sigas cuidando como si fuéramos tus hijos.
—Hermoso discurso, traidora —le felicitó de forma sarcástica Hikari—. Esto terminará ahora.
—En eso estoy de acuerdo —le asintió con seguridad—. Del modo que sea, te convenceré de que tu opción no es la correcta.
Mientras las al parecer verdaderas traidoras, peleaban con clara ventaja contra Kasumi y las demás, los demás, quienes parecían desentendidos o neutrales, simplemente miraban tan estúpida batalla, según quién lo pensara.
—Son Goku, esto no lo planificaron las niñas —comentó Phil muy preocupado.
—¿Henry? —el guerrero miró al joven, y preguntó de forma muy extrañada— ¿Sabes que está sucediendo?
—Solo te puedo decir que Phil no quiere entrometerse en la situación, más porque no sabe qué hacer —le negó muy preocupado—. ¿Tú sabes que está sucediendo?
—Tú me pediste hace muchos años que confiara en ti, y ahora soy yo quien te pide esa confianza.
—Esto… —Henry comenzó a analizar la batalla, y comentó ciertos detalles—. Sakura está intentando detener a las chicas, pero cada vez que están por golpearla, todas cambian su enfoque de ataque, esquivándola.
—Pese a estar en medio de la batalla, no ha recibido ningún ataque —comentó Yoh con seguridad.
—¿Me están diciendo que esta es una traición actuada?
—Eso es algo que tiene que averiguar la misma Sakura —respondió Anna con cautela.
—Eso significa que todo lo que dijeron Iris y Serena es una mentira —resolvió algo más aliviado.
—En ningún instante dije que estuvieran mintiendo, mucho menos que la batalla fuera mentira —ante aquellas palabras, Henry quedó paralizado—. En verdad ven a Sakura y Paul cómo meras herramientas, y la necesidad de venganza de tus protegidas contra tus queridas y apreciadas amigas, es totalmente real.
—No estoy entendiendo nada, Anna —comentó el joven entrenador, totalmente confundido.
—Te acabo de decir que, es Sakura quien debe darse cuenta de lo que sucede. ¿O acaso no me estás escuchando?
—Entonces esto es una prueba —Henry volvió su atención a la batalla, sin que haya ningún cambio en el patrón de ataques—. ¿Pero de quién fue la estúpida idea de transformarla en una genocida?
Capítulo 109: "El último plan"
El viaje por las diez dimensiones, en búsqueda de ciertas personas y objetos, parecía haber terminado. Las duras batallas contra los generales de la luz y las crueles guerreras elementales, les ayudaron a ganar experiencia y madurez; madurez en que esto aún no había terminado, y aún quedaba mucho que hacer.
Aqua y Tera habían terminado sus misiones; en un torpe fracaso y una muy inteligente victoria respectivamente. En cambio, Magma seguía intentando eliminar a Ash y Sakura bajo cualquier método, pero había sucedido un acto muy curioso con Wind: traicionó a Arades, y decidió trabajar con nuestros amigos.
Después de haber tratado de la forma más aberrante a quien sí la quería, y la sigue queriendo como su mejor amiga, y haber terminado una supuesta cita con Yoh, en una conversión con la joven, el grupo partió de aquella extraña edificación.
—¡Trueno sagrado! —y sin siquiera mostrar alguna expresión, Wind destruyó no solo la edificación, sino también había eliminado a todos los seres que vivían en él.
—Me das un gran alivio el que hayas destruido el castillo, y mucho más el que hayas acabado con esos seres, ¡pero al menos expresa algo en esa cara, Wind! —le pidió muy asustada Sakura.
—Que te quede claro que nunca nos gustó trabajar con esas cosas, pero Arades les ordenó que hicieran lo que nosotras les dijéramos —Wind volteó a mirar a la peli morada, se le acercó, y le dijo con tono amenazante—. Ellos no son más que un medio para alcanzar nuestras metas, y si piensas tener compasión por ellos, no es asunto mío.
—¿Te refieres a lo que me dijiste hace un momento? —le preguntó Yoh muy extrañado.
—¿Saben que es la corrupción? —ante aquella pregunta, todos la miraron con intriga—. Es el acto de tomar el camino perverso, y cambiar tu forma de pensar, sin ninguna vergüenza, para tu propio beneficio.
—No te preocupes por nosotros, jamás haríamos algo así —comentó Tracey sin dudar.
—Si me lo dijera Sesshömaru, los tomaría en serio —le refutó de inmediato Wind, como si siempre estuviese a la defensiva—. La esencia del humano es ser corruptible, y eso jamás cambiará.
—Si piensan extender esta conversación, les sugiero que volvamos a la posada —les interrumpió Anna—. Realmente, me tiene sin cuidado tus metas o tu futuro, pero eres una invasora de esta dimensión, y causaste muchísimo daño.
—Tiene razón, Wind —le propuso Sakura—. Quiero olvidar el mal rato que me hiciste pasar.
—Acepto que jamás me perdonarás —declaró Wind de forma culpable, al tiempo que envolvía al grupo en un campo de energía verdoso, y reaparecían dentro del hostal—. Aceptaré el castigo que me impongas.
—¡Entonces, acompáñame! —y de un tirón, Sakura se llevó a Wind en dirección a las aguas termales.
—¿Creen que está bien confiar en esa guerrera elemental? —preguntó Goku al grupo.
—Hay cosas que les conviene no saber —le respondió Anna—. No me corresponde comentar cosas ajenas a otras realidades, y esta es una de esas.
—Pero si Sakura confía en ella, quiere decir que algo habrá que desconocemos —comentó de forma analítica Alphonse—. Si no nos quiere contar algo, quiere decir que debe ser muy delicado, y podría comprometer a la misión.
—Veo que estuviste analizando todo con detalle —le felicitó Anna.
—No nos queda más que esperar a que regresen —comentó Yoh conforme—. Que sean ellas las que tengan que decir todo.
Mientras tanto, las jóvenes ya se encontraban dentro de las tibias aguas del recinto.
—Sakura…
—Hikari —le interrumpió de forma culposa la entrenadora—. Creo que te debo una disculpa enorme.
—¿Eh? —aquellas palabras desconcertaron completamente a la joven pelíazul.
—Por lo sucedido en el monte Plateado. Los celos me cegaron, la rabia se apoderó de mí, y no fui capaz de mirar más allá de mi nariz.
—¿Te refieres a cómo escaparon del monte?
—Cuando encontré ese cuaderno, las intenciones reales que tenían, y la necesidad de matar a…
—Oye, espera un momento —la interrumpió de golpe Hikari, sin entender una palabra de lo que decía—. ¿De qué cuaderno hablas?
—¿Cómo que qué cuaderno? —ahora fue Sakura quien preguntaba con mucha intriga— Encontramos el subterráneo donde guardaban toda su información.
—¿Teníamos subterráneo?
Ambas se miraron con la misma intriga, sin entender absolutamente nada de lo que decía la otra.
—Cuando llegamos a esa edificación, fueron los mismos Pokémon quienes nos guiaron —comenzó a contarle Hikari—. Recuerda que a nosotras nos enviaron del futuro, y no llevábamos mucho tiempo aquí —y con algo de miedo, preguntó—. ¿Qué le dijiste a los demás de nosotras?
—Absolutamente nada —le negó con tranquilidad—. Misty y los demás son lo suficientemente inteligentes como para sacar ellos mismos sus conclusiones. Si llegan a descubrir algo, con Sato fingiremos sorpresa.
—¿También los están traicionando? —preguntó algo sorprendida Hikari.
—Para ayudar a unos, tienes que engañar a otros —parafraseó Sakura con tranquilidad.
—Suena cruel, pero creo que tiene mucho sentido —comentó muy pensante—. A propósito de cruel… ¿Le contaste a Sato?
—Aún no es el momento —le negó con tranquilidad—. Cuando llegue el momento, quiero que estés conmigo. Sé que será muy doloroso para él.
—¿Y si se llega a enterar por otros lados?
—De la única persona que podría enterarse, es de tu boca —le respondió, mirándola de reojo.
—¡Te prometo que no he dicho nada! —le respondió Hikari totalmente aterrada.
—¿Lo dices en serio? —y de forma maliciosa, Sakura se puso tras Hikari, y comenzó a masajear sus pechos—. Te falta un poco, pero como fetiche son geniales.
—¡Aléjate, pervertida! —y completamente avergonzada, Hikari se alejó varios metros— ¡No has cambiado absolutamente nada!
—¿Qué motivos tendría, preciosa? —le respondió con mucha sensualidad—. Estás como esperaba.
—¡Eres terrible! —y algo más tranquila, la miró seriamente—. Si quieres llegar hasta esos extremos, necesito mostrarles algo.
—¿Qué cosa nos quieres mostrar? —le preguntó Sakura, notándose mucho su intriga.
—Sabes que Arades no escogió estos lugares al azar —ante aquella aclaración, Sakura la miró con extrañeza—. Le tiene miedo a su madre, y no quiere que despierte.
—¿Que ese sujeto tiene madre?
—Asherah.
—¿Cómo cuánto? —aquel nombre solo provocó que Sakura la mirara con muchas dudas, más a su cordura.
—Se cuenta que ella fue quien lo creó todo, y creó la nada…
—¡Espera un momento! —la detuvo de golpe— ¿Me estás diciendo que Arades le tiene miedo a un ser de ese tipo? ¿Se supone que existe algo así?
—Solo lo escuchamos decir su nombre, pero no existe nada que pruebe su existencia, aunque sea una leyenda o mito, siquiera una obra de ciencia ficción —Hikari dudó en sus palabras, y miró a los ojos de su amiga peli morada—. Seguramente, el mismo Arades borró su existencia, pero en este tiempo puede que haya algún dato.
—Te puedo decir que Sato es muy curioso e investigativo, y, aun así, jamás habíamos escuchado algo así —le respondió con incomodidad—. Pero si realmente existe algo así, creo que antes de decirle a los demás, lo mejor es tener algo concreto de su existencia.
—Si Arades le tiene miedo, es porque existe —afirmó con seguridad Hikari—. Y según parece, en una de estas dimensiones está oculta, dormida o sellada.
—Dudo mucho que esa falsa esperanza sea lo que querías decirle a los demás —comentó Sakura con aún más extrañeza.
—Así es —le asintió—. De hecho, estoy de acuerdo con mantener esta conversación en nada. Lo que quería mostrarles, es a lo que realmente se están enfrentando.
—¿Te refieres al poder de las guerreras elementales?
—Algo así —Hikari salió de las aguas termales, y se dirigió a vestirse.
—Será como digas —y sin entender mucho, Sakura la siguió.
Y después de arreglarse, ambas partieron al comedor.
—¡Genial, ya tenían todo servido! —celebró Sakura, partiendo a sentarse a comer— ¡Me muero de hambre!
—¿Está bien si los acompaño? —les preguntó Hikari con muchas dudas, provocando que todos la miraran expectantes.
—De hambre, no te vas a morir por mi culpa —le respondió de forma estricta Anna.
—Si no te apresuras, el idiota de acá va a acabar con todo —le advirtió Sakura, sin mirarla, pero indicando de forma descarada a Goku.
—¡Qué formas de tratar a los demás! —se quejó muy molesto.
—¿Qué piensas, Wind? —comenzó a preguntarle Tracey— ¿Crees que tus amigas dejen a ese tal Arades, y peleen con nosotros?
—Con ese pensamiento egoísta, no vas a llegar muy lejos —le interrumpió Sakura.
—Nosotras no buscamos aliados de ningún tipo —le detuvo Hikari—. Nosotras tenemos una meta, y sin importar con quién, si nos ayudan a cumplirla, seremos sus aliados.
—Así que no buscas aliados, pero si trabajamos para ustedes, ¿sí lo serán? —Sesshömaru la miró con desprecio, y caminó hasta estar frente a ella—. No estoy para bromas de nadie, menos con alguien como tú.
—¡Oye, tranquilo! —le pidió Alphonse— Lo que menos queremos, son más peleas.
—¿Dices pelea? —comentó Sakura de forma sarcástica— Hikari, lo que me estuviste contando camino acá.
—Si —le asintió—. Prefiero hacerlo antes de comer.
—¿Hacer qué cosa? —le preguntó Yoh muy curioso.
—Mostrarles la verdad.
Hikari y Sakura se levantaron de la mesa, y se dirigieron al patio del hostal. Sin entender mucho aquellas palabras, totalmente envueltas en el misterio, todos las siguieron.
Una vez afuera y reunidos, Hikari parecía prepararse para algo, calmando su respiración totalmente. Sakura se paró a cierta distancia, y los demás en un grupo aparte, mirando a la concentrada pelíazul.
—¿Piensas pelear contra nosotros? —le preguntó Goku muy curioso.
—No lo haré —les negó, al tiempo que se ponía en guardia—. Lo único que quiero, es que me ataquen a matar.
—¡¿Estás loca?! —le cuestionó Tracey— Aquí nadie va a matar a nadie.
—Yo se los estoy pidiendo —dijo con seguridad la joven—. Si sucede algo, yo me haré responsable.
—Si tu deseo es morir —y lanzándose de forma directa, Sesshömaru comenzó su ataque con sus garras, asestando un golpe directo en la joven, dejándola terriblemente lastimada—. Esto es estúpido.
—Es verdad… —le respondió Hikari, casi al borde de la inconsciencia, siendo rápidamente asistida por Sakura.
—¡Idiota, pensé que esquivarías el golpe! —le regañó furiosa la peli morada, intentando contener la hemorragia.
—Como ven, no somos más que chicas comunes y corrientes, mantenemos nuestros reflejos y conocimientos, pero en esta ocasión, quise mostrarles que somos tan vulnerables como cualquier otra persona.
—No era necesario hacer esa estupidez —también le regañó Goku—. Ya no tengo semillas del…
Pero de un segundo a otro, Hikari cambió sus ropas, concentró energía en su mano derecha, y se curó en un segundo.
—Pero como guerrera elemental, tenemos un poder que supera el normal —Hikari se recompuso, siempre aceptando la ayuda de Sakura, y se soltó de la joven—. Vuelve a atacarme a matar.
—En verdad tú poder creció de forma abismante —muy distinto al ataque anterior, tomó a Tokiyi, y se lanzó a atacar a Hikari, esta vez esquivando los ataques con algo de dificultad.
—Apenas estoy usando una pequeña parte de mi poder, pero si lo uso todo —y de golpe, Hikari subió su poder al máximo—. Es lo más cercano que verán a un dios.
—Siento como tu ki aplasta todo —y con más emoción, Goku se lanzó a atacar cuerpo a cuerpo como super saiyajin.
—Tu poder también es sorprendente —le contestó emocionada Hikari, quien detenía sin problemas cada ataque—. Pero por más que se hagan más poderosos, jamás lograrán vencernos.
—Eso no lo sabemos —le respondió de forma arrogante el saiyajin.
—Llegó la hora de borrar esa arrogancia —Hikari cerró sus ojos, los abrió de golpe, y gritó— ¡Forma primigenia!
Fue tal el golpe de la transformación, que todos salieron expulsados, y cuando se recuperaron, vieron a la pelíazul con unas ropas muy distinta a su forma anterior. Vestía pantalones verdes muy ceñidos, una camiseta manga larga holgada, la cual parecía portar energía propia, tomando tonalidades rojas y azules, según como se le mirara, y unas ligas amarillas, las cuales ataban su cabello.
Aquella transformación había sido más que impresionante, tanto Sakura como los demás la veían embelesados, no daban crédito a lo que veían.
—No siento… ninguna presencia —Goku no entendía que sucedía, solo miraba muy aterrado.
—¿Qué se supone que hiciste? —le preguntó Alphonse—. Es como si estuvieses en otra dimensión, o algo por el estilo.
—Es como si hubieses trascendido de todo —comentó totalmente perpleja Sakura.
—Intenten atacarme nuevamente —fue todo lo que pidió Hikari.
Sin entender mucho, Goku, Sesshömaru, Alphonse y Yoh comenzaron su ofensiva directa, y cuando creyeron haber asestado sus ataques, siguieron de largo, como si hubiesen atacado a una ilusión, o algo por el estilo.
—Si trascendiste —comentó Sakura, notándose claramente una mezcla de miedo y ansiedad.
—Supero por mucho el poder de cualquier dios, incluso si unieran todas sus fuerzas —comentó Hikari—. De hecho, no puedo usar todo mi poder, sino podría destruir esta dimensión con mi sola existencia.
—¡Espera un momento! —le interrumpió Tracey— ¡¿Me estás diciendo que tus amigas tienen un poder igual al tuyo?!
—Así es —le asintió—. De hecho, Darkness y Whiteness pueden superar aquel poder que destruye las dimensiones, sin que se vean afectadas.
—¿Qué clase de seres son ustedes? —le preguntó igual de espantado Alphonse.
—¡Son mis amigas! —le respondió muy molesta Sakura.
—Saku, está bien —le calmó Hikari sin mucha preocupación, volviendo a su estado de chica normal—. Para su suerte, usar esta transformación consume mucha energía, y no sirve para batallas muy largas. Terminaríamos como presas fáciles para el enemigo.
—Ya veo —comenzó a analizar Goku—. Por eso nos mostraste desde un inicio que no eran más que chicas comunes y corrientes. Por más que alcancen esa inalcanzable transformación, necesitan estar con alguien de confianza a su lado cuando terminan cada batalla.
—Solo nos tenemos a nosotras, no confiamos en absolutamente nadie, y por mucho que odiamos a los humanos, tampoco queremos transformarnos en genocidas.
—Pero si pelearan con esas fuerzas, podrían derrotarnos en segundos —comentó Alphonse—. ¿Por qué no harían algo así?
—Porque pese a todo, sin ustedes, no podríamos existir —le respondió con algo de temor.
—¿Qué significa eso?
—Hikari —Sakura miró con dudas a la pelíazul, quien simplemente le asintió—. Escuchen con mucha atención, y no quiero que esta conversación salga de nosotros, ni, aunque se estén muriendo.
—¿Por qué tanto secretismo, Sakura? —le preguntó Tracey, sintiendo cierta sospecha de que podría ser.
—Nosotras venimos de cincuenta mil años en el futuro —comenzó a confesar la guerrera del viento—. En un inicio, nuestros padres nos enviaron a esta época, pero después de algunos acontecimientos terribles, terminamos trabajando para Arades en esta época.
Tras aquella confesión, el grupo guardó silencio, simplemente quedándose mirando a la pelíazul. Los pensamientos que cruzaban por la cabeza de todos, eran una madeja de hilo.
—Suponía que no me creerían —suspiró decepcionada Hikari.
—No es que no te creamos —comentó Goku muy pensante—. Simplemente dices algo muy impresionante, pero a la vez difícil de creer.
—Ash y Misty han tenido la oportunidad de viajar en el tiempo y a otras dimensiones, así que no tengo por qué ponerlo en duda —comentó con tranquilidad Tracey.
—Ahora que lo dices —interrumpió Alphonse—, Misty y Aqua se parecen demasiado, incluso Brock y Duplica se confundieron cuando llegó con nosotros.
—Cierto que Kasumi fue por la piedra filosofal —dijo en voz alta Hikari—. ¿Sabían que Kasumi y su amiga Misty tienen el mismo apellido?
—¡¿No intentas tratar de decir que Kasumi y Misty son…?! —comenzó a preguntar Sakura muy impresionada.
—Si hubiésemos sabido que la antepasada de Kasumi también pasó por lo mismo que nosotras, seguramente no estaríamos en esta horrible situación —Hikari suspiró, y volvió la vista al grupo—. A quienes llaman Aqua, su verdadero nombre es Kasumi, el de Tera es Haruka, el mío es Hikari, el de Magma es Taiyō —pero puso en duda continuar, cosa que todos notaron, por lo que continuó—. Ella fue a la caza de Ash Ketchum… Él es el objetivo de Taiyō Ketchum.
Casi se atragantaron con tal información, fue como si un Snorlax les cayera encima a toda velocidad, sin que se dieran cuenta.
—¡Se los suplico, no vayan a decir absolutamente nada de lo que estoy diciéndoles, podrían provocar que no naciéramos! —le suplicó casi llorando Hikari.
—¡¿Magma es descendiente de Ash?! —casi gritó Tracey— ¡No puedo creer que Ash si terminaría con alguna chica!
—Realmente es muy sorprendente —le apoyó Sakura—. Cuando Sato se entere, se va a caer de espaldas.
—¿No lo supieron desde un inicio? —les preguntó Alphonse bastante extrañado de la situación.
—Si algo nos pidió Arades, fue que mantuviéramos en secreto nuestra estadía en este lugar —comentó muy pensante Hikari—. Incluso nuestros padres nos decían que cualquier intervención en el pasado, sería perjudicial para nuestro tiempo.
—Eso debieron haberlo pensado antes de ponerse a destruir todo lo que encontraban —declaró de forma amenazante Sesshömaru, mirándola de forma amenazante, aterrando a la joven.
—De pocas palabras, pero tajante y sin falto de razón —le asintió Anna—. Al menos sabemos que no han exterminado a sus antepasados.
—De verdad se los suplico, no vayan a decir absolutamente nada de lo que hablamos aquí —volvió a implorar la joven.
—Si de verdad son los descendientes de los chicos, también son de nuestra familia —le dijo Sakura de forma amable—. Tu secreto queda muy bien guardado. Tienes la palabra de todos nosotros, así que no te preocupes.
—Como dices, ni, aunque nos estemos muriendo —le apoyó Goku.
—¡Muchas gracias! —les agradeció casi llorando— ¡Me han ayudado a quitarme este peso de encima!
—Muy al contrario —dijo en tono de apoyo Yoh—, hiciste lo correcto. Jamás quisieron intervenir en la vida de los demás, y pese a las cosas malas que hiciste, las reconociste.
—Ya no quiero cometer más errores —le asintió—. Si sigo este camino, Sato me odiará para siempre, y lo quiero mucho como para romperle el corazón.
—¡Oye! —le gritó bastante molesta y celosa la peli morada— Nombraste a seis mocosas, y ustedes eran cinco.
—¡Si! —le respondió algo asustada—. Darkness es Mariah. Ella es una saiyajin…
—¿Saiyajin? —preguntó muy preocupado Goku— ¿Qué hace un saiyajin en una dimensión extraña?
—La distorsión dimensional creó muchas aberturas, y eso provocó que muchos seres de otras dimensiones pasarán a la nuestra, y viceversa —comenzó a explicarles muy seria—. Pero nuestra dimensión es el epicentro de la batalla, ya que tomó su obligación de cárcel para Arades.
—Así que, de mi dimensión, viajaron a la tuya.
—Así es —le asintió—. Y Whiteness se llama Chloe. Ella es descendiente de una antigua línea de guerreras milenarias.
—¿Valkirias?
—Algo así, Sakura —le respondió—. Ella está en nuestro tiempo dirigiendo los ataques.
—Supongo que ella es la más poderosa de ustedes —comentó bastante preocupado Goku.
—Eso sí que sería muy problemático —agregó Alphonse—. ¿Existe alguna forma de adelantarse a sus planes?
—Ir un momento antes, pero siempre tendremos el problema de la paradoja —le respondió muy seria—. Decidimos sincronizar las aperturas temporales por lo mismo, así que, si aquí pasa un día, en el futuro habrá pasado el mismo día.
—Por mucho que hayan intervenido este tiempo, no podemos hacer lo mismo con el suyo —acotó Tracey—. ¿Entonces qué solución propones, Hikari?
—Quiero que mis amigas tampoco cometan más errores, así que quiero que vuelvan a como éramos antes de que nuestros padres desaparecieran.
—¿Algo así como hacerlas recapacitar? —preguntó Anna.
—Suena fácil por cómo lo dices, ¿Pero qué método usarías?
—Primero que todo, quiero que sigan creyendo que trabajo para Arades, porque sinceramente, no quiero traicionarlas, señor Goku —dijo muy preocupada Hikari.
—¿Y cómo planeas hacerlo?
—Necesito que identifiquen las señales —respondió con dudas—. Mientras tanto, les haré creer que trabajo para ustedes en estos momentos; me uniré a su equipo, así pasaré por traidora.
—No sé qué tengas en mente, pero más te vale que funcione —le cuestionó muy preocupada Sakura.
—No te preocupes, cuando llegue el momento, nos tocará a las dos actuar, y demostrar mi traición a los dos bandos.
—¿También nos vas a traicionar?
—Así es, Yoh —le asintió muy seria—. Y les sugiero que se defiendan correctamente, porque si los mato, no será mi responsabilidad.
—También quiero que identifiques mis las señales —le recordó Sakura—. Recuerda de lo que hablamos.
—¿De qué estuvieron hablando? —le preguntó de forma perspicaz Tracey.
—Sato siempre nos enseñó a tener un plan B, y si se puede hasta la Z, mucho mejor —le respondió la peli morada—. Pero este es personal con Hikari. Lo lamento, pero no puedo decirles absolutamente nada.
—Fue decisión de Sakura, y pienso respetarla —le asintió con mucha seguridad Hikari.
—Pero ese no es su objetivo real —les cuestionó Anna—. Sakura, tú con Satoshi tenían otro plan.
—Así es —le asintió la aludida—. El orden que les di para el segundo viaje, lo tenía prestablecido Satoshi.
—¿Eso incluía el hecho que todas las chicas se fueron con Ash a buscar esas susodichas cartas? —le preguntó Tracey, molestando mucho a la joven.
—¡Malditas mocosas, cuando las vea les daré una paliza! —gritó furiosa—. O eso debería decir —pero esas últimas palabras llamaron la atención del grupo—. Fue una orden de Eriol Hiragizawa y Henry Ketchum.
—¿Henry no es el nombre del padre de Ash? —le preguntó Tracey, manteniendo muchas sospechas de lo que acontecía.
—Ahora entiendo —resolvió Hikari muy preocupada—. Allí se encuentra un arma de doble filo.
—¿Doble filo? —a cada palabra, más volvían las interrogantes del grupo.
—La dueña de las antiguas cartas Clow, Sakura Kinomoto. Es verdad que es muy fuerte, pero si comparo su poder con el de ustedes, es muy débil.
—Y entonces, ¿qué tiene en especial esa niña? —le preguntó Goku.
—Que ve el mundo color rosa, es muy mimada, y además cree que todo puede solucionarse simplemente conversando —le respondió Hikari con cierto desagrado—. Si fuese así de fácil las cosas, ni siquiera estaría hablando con ustedes.
—Alguien así podría arruinar todo completamente —comentó Sakura—. Lo mejor sería dejarla fuera de todo esto.
—Pero podría ayudarnos como mediadora —les propuso Tracey—. Una guerra no sólo se gana con batallas, sino también con diálogo y acuerdos.
—También estoy de acuerdo con no involucrarla —acotó Alphonse—. No la conocemos, y no sabemos de qué forma pueda interactuar con los demás. En teoría, suena bien como idea, pero en la práctica, las cosas son muy distintas.
—¿Y si se llega a involucrar por accidente, al punto que no podamos deshacernos de ella? —preguntó Yoh.
—En ese caso, la tendremos en observación, y si llega a comprometer la misión, la mataremos —propuso con mucha frialdad Sakura.
—¡No vamos a matar a nadie solo por comprometer una misión! —refutó muy molesto Goku.
—Pon la excusa que quieras, pero no voy a interponer el bien de la existencia por una sola persona —contraatacó Sakura—. Tal vez tú hayas tenido la suerte, porque eres más fuerte que los enemigos a los que les has perdonado la vida, y por la misma razón, Hikari les mostró a todos su verdad.
—Ni siquiera podemos aspirar a ser rivales de las guerreras elementales —terminó de forma lapidaria Alphonse.
—Deberían usar más la cabeza y no sus sentimientos —les regañó Anna—. Deben pasar muchos factores coincidentes para que algo así suceda, ¿Y de cuánto creen que sean las posibilidades que coincidan?
—Las posibilidades de que esa niñita llegue a tener alguna clase de empatía indestructible con el grupo, a tal nivel de ser considerada la líder indiscutible… ¿Una desconocida que vive en una utopía? —ante tal analogía, Sakura soltó una risa sarcástica—. Claro, y yo me voy a meter con el hermano de esa mocosa.
—Verdad que tiene un hermano mayor —comentó Hikari—. Si lo usamos para mantenerla al margen, todo irá según lo planeado.
—Espero que sepan lo que están haciendo —les negó rendido el saiyajin—. Cómo dices, espero que tengan hasta un plan Z por si todos los otros fallan.
—Sería exagerado a más no poder que todo lo supuesto se cumpla, ya que, si llega a ser así, esa niñita sería la única capaz de derrotar a Arades, y yo terminaría locamente enamorada de ella, y mis sentimientos a Sato son inquebrantables, y si ni Hikari y las demás no lo han podido derrotar, ni en su forma primigenia, que ella tenga aún más poder… Nah…
—¿Juegas a ser adivina? —le preguntó algo fastidiada Anna.
—Es divertido —le asintió con entusiasmo—. Después puedes decir que, puede ser una sola posibilidad en más de diez millones.
—Son cien millones —le corrigió aún más fastidiada.
—¿Ven? Es imposible que pase. Así que, si los deja más tranquilos, solo en esa posibilidad, ella moriría.
Esta historia continuará…
Aquella batalla de chicas comunes y corrientes seguía. Curiosamente, aun siendo cuatro contra dos, Iris y Serena llevaban la batalla sin problemas y con mucha ventaja, muy contrario a Kasumi y las demás, quienes apenas podían con el ritmo de la batalla.
—¡No quiero que sigan! —gritó con desesperación Sakura, quien se interpuso contra la arremetida de las entrenadoras.
—No molestes —y pasando a un lado de ella, continuaron la contra, a punto de asestar sus ataques.
—¡No le hables así a mi amiga! —gritó con rabia Kasumi.
—¡Las derrotaremos a costa de cualquier cosa, ninguna les perdonará lo que le hicieron a Sakura! —gritó con la misma furia Haruka.
—Veamos si pueden cumplir siendo chicas comunes y corrientes —le desafío Serena, al tiempo que su golpe era retenido a mano limpia por Mariah.
—¡Cumpliremos! —arengó la peli azabache— Nuestro deseo bastará para derrotarlos.
—¡Yo no quiero que cumplan ninguna promesa, y menos a mi nombre! —volvió a gritar desesperada Sakura— Solo quiero a mis amigas de vuelta.
—Eres la persona más pura y genuina que hemos conocido —le declaró con orgullo Kasumi.
—No podemos dejar que unos seres tan repugnantes mancillen tu ser —también le declaró Haruka, notándose más molesta que con rabia.
—Les agradezco de corazón sus sentimientos, pero si matan a Iris y Serena, se transformarán en las mismas personas que atacaron a sus padres. ¿Cómo creen que sentirían Paul, Misty, la señora Delia, y los demás, si ellas llegan a desaparecer? ¿Cómo creen que se sentirían Phil y Saku si ellas desaparecieran? ¿Cómo se sintieron ustedes cuando sus padres desaparecieron?
De pronto, aquellas palabras tocaron muy hondo en las cuatro chicas, dejándolas pensantes.
—Iris, Serena, no sé por qué hicieron todo esto, y no sé qué hacer en una situación así, pero si me ayudan a buscar una solución para volver todo a la normalidad, les aseguro que los demás las perdonarán.
—Tú…
—Eres en verdad… una estúpida —tanto Iris como Serena no podían creer lo que oían, no sólo tenía deseos de perdonarlas, también quería ayudarlas a volver las dimensiones a la normalidad.
—¿Eres de verdad? —le preguntó Taiyō muy sorprendida, acercándose frente a frente.
—¿Eh? —ante la pregunta, Sakura la miró a los ojos— Supongo que sí. La pregunta es si de verdad tú crees en mí.
—Yo… Yo quiero creer en alguien que sea verdadero y sincero conmigo —le confesó melancólica—. ¡No quiero más engaños!
—Lo único y verdadero que puedo decirte, es que siempre tendrás a alguien que te quiera y te escuche. Nadie está solo para siempre.
—¿Puedo confiar ciegamente en ti?
—¿Qué es lo que dicta tu corazón? —ante aquella pregunta, Sakura abrazó con ternura a Taiyō.
—Me dicta que me quiebre en tus brazos, y confíe en ti sinceramente —le respondió con felicidad.
Y en el mismo segundo que las chicas volvían a lograr transformarse en guerreras elementales…
—Así que una posibilidad en cien millones —de pronto, entre un campo de energía verdoso, el cual apareció y desapareció a los segundos, una joven pelíazul hizo acto de aparición—. Qué desafortunado es el destino para algunos, pero tú causaste todo esto, y, por tanto, debes morir.
Todos voltearon su atención en dirección a la joven, muy preocupados, más por el tono de voz vengativo.
—Hikari… —la nombraron Kasumi y sus compañeras, muy sorprendidas de su aparición.
—¿Desafortunado destino? —extrañado de aquellas palabras, Phil miró a las jóvenes— ¡¿Qué está sucediendo aquí, Kasumi?!
—¡Te juro que no lo sé, Phil! —le respondió muy preocupada Kasumi.
—Esto no tiene nada que ver con ellas, seas quien seas —interrumpió con mucha arrogancia Hikari.
—¡Hikari! —de pronto gritó con mucho miedo Phil— ¡Pese a que han pasado muchas cosas, sigo siendo el mismo de siempre!
—No es necesario que me lo digas —Hikari caminó hasta estar frente a Phil, acarició su mejilla, y le dio un fuerte golpe en la boca del estómago, dejándolo tirado en el suelo, inconsciente—. Sé perfectamente que sigues siendo el mismo desde siempre.
—¡Hikari! —le gritó Goku muy molesto por su actuar— ¿Se puede saber que estás haciendo?
—Tú lo sabes, así que no te hagas el idiota —retomó su camino hacia Sakura, y continuó su oratoria—. Les advertí que tu presencia desataría el sufrimiento de muchos, la devastación, y todo porque no sabes comportarte. Lo peor de todo, es que vives creyendo que tú estúpida forma desinteresada, te hará ganar.
—Hikari… —Sakura no entendía que pasaba, simplemente seguía parada sin actuar o atinar a nada.
—¡No es su culpa…!
—¿En verdad crees que esas dos son las culpables? Ingenuas —le respondió a Mariah, quien había intentado increparla—. Son culpables de guardar silencio, pero tengo la sensación que desde hace mucho, Sakura sospechaba sobre qué sucedía realmente.
Ante aquella revelación, las jóvenes se quedaron mirando a Sakura. ¿Era cierto que era consciente sobre lo que sucedía?
—Es verdad que, desde el segundo que me enteré que tenía este poder, e intenté usarlo al máximo, perdía el control, pero… —pero los sollozos de la joven se transformaron en rabia— ¡Me prometieron que, si los iba a poner en peligro, me matarían, y ninguno de ustedes cumplió aquella promesa!
—Muy noble de tu parte, Kinomoto —Hikari tomó su ofensiva, y se preparó para el ataque—. De todos modos, haré lo que le encomendaron a Taiyō, y no fue capaz de cumplir. Eliminarte para siempre.
Sin una expresión o duda, Hikari se lanzó a atacar a Sakura. Pero a centímetros de asestar, algo retuvo el ataque.
—Es triste que haya sido la posibilidad entre diez millones, pero así es el destino, y es inevitable.
—Saku…
—Te prometí que te protegería de lo que sea, guapa —soltó con mucho entusiasmo la entrenadora de Johto, mientras continuaba deteniendo el ataque de su amiga.
—Te advertí que, si tu plan no funcionaba, pondría en marcha el mío —la retó Hikari muy molesta.
—No permitiré que lastimes a la persona que más amo —le respondió con mucha seriedad, al tiempo que la mandaba a volar—. Lugia, y tú, seas quien seas, ayúdenme a ayudar a Sakura.
—¿Qué está sucediendo, Saku? —le preguntó Haruka muy confundida.
—Si salimos con vida de esta, les contaré todo —le respondió con mayor calma—. Cuiden de Sakura, Iris y Serena. Hikari está hablando más en serio que ustedes.
—¡Hikari, detén todo esto! —le gritó Taiyō— ¡Ya no estamos trabajando para Arades, Sakura nos aceptó como sus amigas!
—Puede pudrirse en el infierno Arades, y si van a defender a esa niñita, no me dejan más opción de que la sigan al otro mundo.
—Estás demente —fue todo lo que pudo decir la peli celeste—. ¡No puedes estar en contra de los dos bandos, tienes que tener una meta!
—¿Acaso no es la misma meta que tenemos las seis? —le preguntó Hikari, dejando pensantes a todos— ¿Quieren preguntarle a Chloe que opina sobre lo que están haciendo ahora?
—¡Chloe no está aquí, así que hables por ella! —le desafío furiosa Haruka— ¡Es verdad que queríamos devolver la naturaleza a los seres vivos y eliminar a los humanos, pero Sakura y sus amigos nos demostraron que podemos hacer las cosas de otra forma!
—¡No todos los humanos son iguales, eso no lo dudes! —le apoyó Taiyō.
—Y según ustedes, esos humanos existen en nuestra realidad —Hikari comenzó a concentrar una gran cantidad de energía en su mano derecha, y apuntó a sus amigas—. O están conmigo, o con ella.
—¡Es lo más estúpido que te he escuchado decir, y eres la más criteriosa y diplomática del grupo! —aquellas palabras no sólo enfurecieron a Kasumi, las demás chicas también parecían listas para luchar— ¡Forma primigenia!
—¡Si nos vas a obligar a pelear contra ti, entonces qué así sea! —finiquitó Haruka, igual de preparada— ¡Forma primigenia!
—¡Modo sagrado! ¡Terminemos esta estúpida pelea ahora, pedazo de animal! —le gritó furiosa Taiyō.
—¡Zekrom, ya sabes que hacer! —también se preparó Mariah— ¡No sé qué te sucede, pero pareces muy segura de lo que haces! ¡Te haremos recapacitar a golpes!
—Forma primigenia —de pronto, Hikari lanzó su ataque contra las jóvenes, mandándolas a volar con mucha facilidad—. ¿Sabían que la regente celestial es la más poderosa? Soy la más cercana a lo que llaman inmortalidad y verdadera divinidad.
—¡Maldita creída! —completamente furiosa, Haruka y las chicas iban a retomar el ataque, pero Sakura les cortó el paso.
—¡Déjenme está idiota a mí! —les dijo la peli morada— Tiene razón, Hikari es aún más poderosa que todas ustedes juntas, y en especial tú, Mariah, eres consciente.
—El único motivo por el cual Hikari jamás me venció, fue por las limitaciones autoimpuestas —aceptó la guerrera de la verdad—. Pero si nosotras no podemos contra ella, tú sola menos.
—Si peleamos en equipo, podremos contra ella —le propuso angustiada Kasumi.
—Ni se les ocurra meterse —les pidió encarecidamente la joven entrenadora—. Esto es personal —volteó a ver a las chicas, y después a la card captor—. Cumpliste con tu deber, ahora es mi turno.
—Saku…
—Fuiste capaz de reparar un grave error que cometimos, aun interponiendo tu vida, pero llegó el momento en que solo debes preocuparte por ti misma. Nosotros podemos defendernos solos, no es necesario que nos sigas cuidando como si fuéramos tus hijos.
—Hermoso discurso, traidora —le felicitó de forma sarcástica Hikari—. Esto terminará ahora.
—En eso estoy de acuerdo —le asintió con seguridad—. Del modo que sea, te convenceré de que tu opción no es la correcta.