Luego de haberle confirmado a Noir de que irían con ella, la monja sonrió ampliamente y se fue dando saltitos, dejando por su cuenta al grupo de Tamers pensando en la situación frente a ellos. Finalmente, fue el Elite el que dejó salir sus pensamientos luego de verificar que no iban a ser escuchados por accidente.
-Esta fiesta es la que nos permite confirmar si estamos frente a un problema de rebeldía adolescente o si de verdad, tenemos un tercer bando tratando de influenciar a Noir y a Blanc -comentó Masters, frunciendo al ceño ya que, luego de tantos días, no hubieran notado algo sospecho dentro del edificio.
-Tienes razón -respondió Kathleen a la pregunta del británico y colocando una mano sobre su cintura. -Es en este punto donde debemos descubrir si hay alguien influenciándolas de mala forma o si realmente, Noir y Blanc están en una etapa de rebeldía a lo que quiere Lord Holy Angemon para ellas -señaló la francesa mayor del grupo. A su lado, Tessa estaba tranquila leyendo una revista.
-Bah, yo digo que, si es lo último, dejemos al papá angelito lidiar con sus niñas -habló la Sistermon Blanc del grupo, encogiéndose de hombros y siguiendo con su revista. –“Suficiente tiene Kath con la niña darks de la Guild para que se este preocupando por otras” -pensó con fastidio y rodando los ojos al recordar la clase de dinámica que tenía Briand con Hale.
-Es de mala educación rechazar una invitación a un evento social sin tener bases solidas para hacerlo -comentó de forma seria Rox antes de sonreír levemente. -Luego de que se tomó la molestia de invitarnos, lo menos que podemos hacer, es ir a dicha fiesta.
-Solo iré porque mi señora lo dice -se apresuró a agregar Aegis, cruzándose de brazos y cerrando los ojos.
-Pues… yo… yo no soy de ir a fiestas de ese estilo-habló Collins, sonrojándose por la vergüenza de admitir que más allá del cumpleaños ocasional, no era la clase de chico que iba a esos eventos sociales. Por un instante, pensó que su novia iba a considerarlo un chico aburrido por eso.
-¡No te preocupes, Matthew! -exclamó Excalibur con su sonrisa característica y mostrándole el dedo pulgar. -¡Un verdadero caballero sabe cuales son los eventos sociales a los que vale la pena presentarse!
-No me gustan realmente las multitudes… pero no niego que es una excelente forma de reunir información -comentó Ludomon, empezando a murmurar para si mismo los pros y contras de dicha acción.
-No soy de las chicas que van de fiesta -se encogió de hombros Hale, sorprendiendo a Matt con eso. -Pero, puedo hacer la excepción a la regla por el bien del encargo -confirmó Hale, quien decidió atar su cabello en una coleta lateral con un broche de calavera.
-Lizzie, me empieza a preocupar tu actitud tan mercenaria en ocasiones -habló con absoluta sinceridad Gabumon, sonriendo nerviosamente al ver que su Tamer rodó los ojos.
-Y a mi me preocupa que tengas una obsesión por comer tantas costillitas… te pondrás gordo -comentó la gótica, sonriendo por unos instantes al ver la cara chistosa de pánico de su actual socio Digimon.
-Bueno, creo que tenemos el consenso de todos -habló Guilmon X de forma seria luego de ver la disposición de todos para ir a dicho lugar. -Porque por lo que hemos podido ver, antes de que las Sistermon tuvieran visitas gracias a que ampliamos su círculo social, la única persona que tenía contacto con ellas era esa Angewomon y no es como si tuviéramos pruebas para sospechar de ella -agregó el dragoncillo azul al recordar a la mencionada Perfect.
-“Bueno, estamos tratando con Ángeles Digimon” -comentó Grottomon con aburrimiento. –“Te recuerdo que Lucemon, Demon y Lilithmon en su momento, fueron seres sagrados y Ángeles Digimon antes de convertirse en los monstruos que son ahora” -agregó el duende, haciendo referencia al conocido trasfondo de tres de los Seven Greath Demon Lords.
-Bueno, en ese caso solo resta prepararnos para la fiesta de esta noche -habló Kyle, llevándose una mano al rostro ver los ojos brillosos de su novia al dirigirle la mirada a Elizabeth y a Rox. -Kath, es algo informal, además recuerda que puede tengamos que involucrarnos en una lucha.
-Bien, bien -respondió la francesa, que rodó los ojos al verse descubierta por su novio: la Expert ya estaba pensando de qué forma podía vestir y arreglar a las dos Medium para la ocasión.
Rox parpadeó sin entender realmente y Elizabeth no pudo evitar suspirar con cierto alivio dentro de su mente: ella mejor que nadie sabía que Kath podía dejarse llevar a la hora de querer arreglar a alguien para un evento.
[…]
-¿Esa es la situación?
-En efecto. Las Sistermon han adaptado sus rutinas y en lugar de estar comportándose como lo tenía contemplado, están adoptando un comportamiento que las está alejando de una potencial evolución oscura.
En aquel enorme almacén que Noir había visitado, el Digimon enmascarado escuchaba atentamente el reporte de Angewomon. Luego de escucharlo por completo, se mantuvo en silencio, pensando en cómo debería proceder. El Digimon alado le dio la espalda a Angewomon, meditando en su mente lo que iba a ocurrir esa noche.
No era partidario de dar muerte a otros y, de hecho, prefería evitarlo, pero sabía que si quería que su mensaje fuera escuchado, lastimosamente sangre debía derramarse y que por la malas decisiones de Lord Holy Angemon, los tres Tamers inocentes que acompañaban a los dos asesinos de Vamdemon iban a ver sus vidas cortadas esa noche.
-Muchas gracias, Angewomon -habló el enmascarado de forma solemne, volteándose para ver a la Digimon arcángel. -Muchas gracias por tus servicios. Dominimon se encargará de darte tu paga -comentó de forma seria antes de soltar un suspiro. -¿Estas segura de no querer aceptar mi oferta? -preguntó el Digimon alado, juntando sus manos por detrás de su espalda. -Alguien con tus talentos sería de mucha ayuda.
-Ya sabes mi respuesta -respondió la Arcángel de cabellos rubios, negando con el rostro y realizando un leve gesto con su mano. -Soy más una espía que una luchadora. Además, si tomó un bando, mi cartera de clientes puede disminuirse al ver que no soy “neutral” a los actos que estén planeando -respondió Angewomon antes de darse la vuelta y dirigirse a la salida. -Te deseo lo mejor en tus planes.
-Realmente, no entiendo a las mujeres.
El enmascarado se volteó al escuchar una voz a sus espaldas, encontrándose con lo que parecía ser un humano alto, vestido con una especie de gabardina blanca que cubría todo su cuerpo y junto a una especie de gorro de copa del mismo color. Su gesto de fastidio no pudo evitar sacarle una leve carcajada al Digimon con cuernos.
-Mi querido amigo, las mujeres son los seres más complicados que puedas imaginar. Ni siquiera Dios puedes comparárseles.
- ¿Tomaremos venganza por Vamdemon esta noche? -preguntó el tercer residente del lugar: un ángel acorazado en una armadura azul con detalles dorados, similar a Seraphimon pero lo suficientemente diferente para confirmar que era otro Digimon.
-Esta noche, no solo vengaremos a Vamdemon, sino que también las Sistermon verán la verdadera cara de este mundo -respondió el Digimon de forma solemne y apretando sus puños con fuerza. -Que no existe el bien y el mal… solo existen tontos que toman el papel de jueces -el enmascarado soltó un suspiro de pesar. -Y no olvides de que, aunque vayamos a vengar a Vamdemon, sangre inocente va a ser derramada esta noche, Dominimon.
-Entiendo tu pesar, pero, si están con esos asesinos, dudo que sean inocentes -respondió Dominimon de forma seria. - ¿Cuál es tu opinión, Mummymon?
-Que no importa si hubiera sido bajo otra circunstancia… esos Tamers y sus Digimon de forma inmediata se lanzaran a exterminarnos a mi y al jefe -contestó el Digimon de ropas azules, dejando atrás su disfraz y dejando ver a una momia que cargaba una especie de arma de fuego. -Tu eres el único Digimon sagrado en el que confío, Dominimon.
-Mummymon, Dominimon… les agradezco en lo profundo de mi corazón que crean en el mundo que trato de construir.
[…]
El día había transcurrido sin mayor problema y finalmente, la noche cayó sobre Holy Angel Citadel. Noir se encontraba afuera de la capilla junto a Blanc, esperando al grupo de humanos y Digimon con quienes habían estado conviviendo durante la última semana. La monja virus por dentro estaba emocionada, ya que, a decir verdad, le interesaba bastante ver a su “Maestro” debatir su filosofía con aquellos humanos, que muy a su pesar, también tenían puntos que no podía ignorar.
-“En fin, supongo que de igual forma, esta noche será memorable” -soltó una risilla Noir, llamando la atención de su hermana Blanc.
-¿Sucede algo? -preguntó la menor de las monjas, ladeando el rostro con confusión.
-No nada, solo una corazonada -restó importancia Noir, realizando un pequeño gesto con la mano.
-Oh, entiendo -respondió Blanc antes de inflar los cachetes. -Entiendo que lo veremos a “él” hoy… pero esperaba poder jugar un poco más con Matt antes de que se fuera mañana.
-Entiendo y, de hecho, no te niego que me hubiera gustado probar por lo menos los labios de esos chicos… y esas chicas -habló de forma juguetona Noir al imaginar los distintos escenarios con cada uno de los Tamers.
Antes de que la charla pudiera proseguir, las hermanas notaron al enorme grupo que salió con sus respectivos abrigos y sus Digimon. Blanc alzó la mano, saludándoles con una pequeña sonrisa mientras se les acercaban.
-Tardaron bastante -se burló Noir, irritando a la gótica del grupo y sacándole una risilla nerviosa a Collins. -¿A poco estaban teniendo sexo y no me invitaron? -preguntó de forma maliciosa, sonrojando a Matthew de forma excesiva y causándole un tic en la ceja a Elizabeth.
-Nada de eso -se apresuró a tranquilizar Rox la situación para que no escalara a más. -La señorita Kathleen se tomó el tiempo para cepillar el cabello de Elizabeth, eso es todo -aclaró Rox de forma tranquila, sacándole una mirada desconcertada a Noir.
-Bueno, supongo que es hora de partir -habló Guilmon X, esbozando una pequeña sonrisa a pesar de que, por dentro, estaba atento a cualquier situación sospechosa. -No queremos hacer esperar a sus amigos.
-¡En marcha! -exclamó Noir, tomando de la mano de la mano a su hermana y dirigiendo la marcha del grupo. -¡Vamos antes de que se haga muy tarde!
[…]
Había sido una caminata normal por las calles de la citadela y de no haber sido por la situación actual, muy probablemente el grupo de Tamers y Digimon hubieran pasado un rato entretenido al ver la escenografía que ofrecía Holy Angel Citadel durante la noche. Sin embargo, a pesar de no mostrarlo abiertamente, el grupo iba listo en caso de que la situación en la fiesta se fuera a salir de control.
-¿Este es el lugar? -preguntó Briand, notando que luego de unos veinte minutos de caminata, las Sistermon los habían llevado a un almacén que estaba en las afueras de la ciudad. Por dentro, la francesa estaba sospechando más y más de que en efecto, no iban a participar realmente en una fiesta.
-Wooooooooooooaaaaaaaaa -habló con sarcasmo Tessa y llevando las manos por detrás de la nuca. -Sus amigos sí que saben organizar una fiesta -comentó al ver que no se escuchaba música.
-No soy de ir a fiestas, pero estoy segura de que deberíamos escuchar música o bullicio de allí adentro -agregó Elizabeth de forma seria y entrecerrando la mirada.
-Concuerdo con Elizabeth -indicó Rox, analizando el lugar con la mirada. -¿Estamos en la dirección correcta?
-Eh si, no se preocupen -habló Noir con un poco de nerviosismo: le extrañaba que la fábrica pareciera estar desocupada. -Seguro nos estaban esperando para iniciar.
-“Tengo un mal presentimiento, niño” -señaló Grottomon para los oídos de Kyle y Guilmon.
El Elite asintió a sus palabras y fue el primero en acercarse a la entrada del almacén, abriendo la puerta sin ningún problema y mostrando que el interior estaba totalmente carente de luz. Aquello solo indicaba una cosa: los estaban esperando adentro del edificio y una clara invitación para que entraran.
Noir y Blanc fueron las primeras en ingresar, seguidas del Elite, los dos Expert y las dos Medium junto a sus Digimon. Una vez adentro, no pasaron ni 5 segundos para que las luces se encendieran de golpe, cegando por unos momentos a todos los presentes. Un par de aplausos llamaron la atención de todos y cuando Matthew recuperó su visión, abrió los ojos con sorpresa al reconocer al Digimon que estaba aplaudiendo: el mismo Ángel enmascarado con el que había chocado días atrás.
-Muchas gracias por aceptar venir -habló el enmascarado con una voz amable. -Lamento si no es lo que esperaban, pero realmente, no tengo experiencia organizando fiestas -bromeó el Digimon antes de adoptar una postura seria. -Ustedes son los Tamers y Digimon que Lord Holy Angemon envió para seguir controlando a Noir y Blanc, ¿estoy en lo correcto?
-No te niego que Lord Holy Angemon ha demostrado ser un “papá” sobreprotector con las Sistermon -respondió Kathleen de forma seria y llevando discretamente la mano a su cinturón. -Pero al parecer, tenía razón en que alguien estaba influyendo en sus niñas.
-¡Tu! -Matt apuntó con el dedo al enmascarado, confirmando efectivamente que era el mismo Digimon que había visto. -¡Te vi hace unos días cuando fui al centro con Liz! -declaró Collins, sorprendiendo a todos los presentes.
-¿Estas seguro? -preguntó Rox al escuchar la afirmación del canadiense, quien asintió con seguridad.
-En efecto, ese Digimon es el mismo que vimos el día que fuimos de compras con la señorita Elizabeth y Gabumon -afirmó Excalibur, dando un paso al frente junto al resto de los Digimon. Las dos Sistermon de la capilla, parpadearon confundidas al ver que literalmente, se había desarrollado un escenario de “duelo de vaqueros”.
-Maestro -llamó Noir al Digimon enmascarado de forma nerviosa. -Usted dijo que solo quería charlar con ellos -confesó la monja, confirmando al grupo que aquel Digimon extraño, era el que debía haber estado influyendo en las Sistermon.
-Y es la verdad, querida Noir -restó importancia el Digimon, cuya voz pasó de mostrar amabilidad y dejó salir un tono de habla bastante serio. -Pensaba darles la oportunidad de marcharse y olvidar que todo esto ocurrió, pero lamentablemente, dos de ustedes han cometido un crimen terrible.
-¿Un crimen? -Elizabeth fue la que interrumpió al Digimon, entrecerrando la mirada y su mano ya estaba cubierta de Digisoul. -Estoy segura de que nadie de aquí es un criminal -comentó la gótica, ignorando convenientemente su pasado de graffitera.
-Oh, por el contrario, querida -respondió el Digimon apretando sus puños con fuerza. -Dos de ustedes son culpables de exterminar a un Digimon por sencillamente, ser un Digimon oscuro -habló, arrastrando las palabras un con tono solemne pero que, a la vez, tenía veneno. -Tu y tu -el Digimon apuntó con su dedo índice a Kathleen y a Matt, que abrieron los ojos de la sorpresa al verse acusados. -Tomaron sin dudar la vida de un amigo mío.
-Muy bien, ya me enojé -Tessa dio un paso al frente y apunto con su bastón al Digimon, dedicándole una mirada de fastidio. -Me vale un soberano cacahuate que acuses al Romeo de la niña Darks de ser un asesino, pero ¿acusar a Kath? Eso ya es otro asunto -habló la monja de forma seria.
-Te recomiendo que hables -soltó Guilmon, cuyos ojos ambarinos no perdían de vista al potencial enemigo que tenía al frente.
-A pesar de lo que creen, ese no fue el primer encuentro que tuvimos -comentó el Digimon, apretando con tal fuerza sus puños que los guantes que los cubrían explotaron en pedazos de metal y dejaron ver un par de garras horripilantes y piel púrpura. -Hace unos días, mi amigo y yo estábamos investigando algunos rumores en el Bosque de las Pesadillas -confesó el Digimon, causando que Kathleen y Matt recordaran lo acontecido el día que ayudaron a Knightmon. -Verán, solo queríamos verificar que ningún Digimon ajeno de la zona estuviera herido en el lugar y por eso, estuvimos varios días revisando el sitio… sin embargo, por el simple hecho de que, Vamdemon, es un Digimon oscuro… un grupo de Tamers fue enviado por la Central a exterminarlo, aún cuando no había hecho nada malo más allá de usar sus Familiar Bats para registrar la zona, sin herir a nadie -habló con veneno y negando con la cabeza. -Típico de los Tamers y también de los Digimon Ángeles… juzgar a un Digimon solo por su especie -señaló con un tinte de rabia en su voz. -Holy Angemon sigue siendo un maldito hipócrita al final de cuentas. En fin, esos Tamers nos atacaron sin aviso y nosotros solo nos defendimos. Nuestra intención era darles solamente un buen escarmiento, nada grave, para que aprendieran una lección… pero entonces, ustedes aparecieron.
-Tu eres… -Excalibur abrió los ojos con sorpresa, recordando como un grupo de Tamers habían sido acorralados por un Demon y un Vamdemon.
Sistermon Noir y Blanc abrieron los ojos con sorpresa al ver como el Digimon que les había hablado sobre la libertad, se retiró el manto blanco que cubría su cuerpo, mostrando una figura demoniaca y cubierta de cabellos negros. Los zapatos metálicos, explotaron un movimiento, mostrando talones demoniacos. Finalmente, su garra derecha tomó el casco que cubría su rostro y lo retiró lentamente, lanzándolo a un costado suyo.
-¿Qué sucede? -habló el Digimon con voz dolida al ver la reacción de las monjas. -Solo porque ya no visto esa ropa, no significa que dejé de ser su amigo -comentó, llevándose una mano a su pecho. -Sigo siendo el mismo Digimon que escuchó sus quejas de Lord Holy Angemon y que, con mucho cariño, les dio consejos.
-T…Tu… tu eres Demon -susurró Blanc, colocando una cara horrorizada al reconocer al Digimon. A su lado, Noir tomó sus dos armas y le apuntó al Digimon. Aún así, el miedo era visible porque sus manos estaban temblando y era incapaz de apuntarle y mucho menos, dispararle.
-¡Nos mentiste! -alcanzó a gritar la monja Adult, sintiéndose en ese instante como la Digimon más estúpida de todos.
-No les mentí -respondió el Ultimate, negando con el rostro y con cierta decepción en el rostro. -Todo lo que les dije, fue con las mejores intenciones.
-¿Tuyas o de ellas? -preguntó Masters, endureciendo el rostro y manteniendo el temple calmado. El castaño ya estaba listo para causar que Guilmon evolucionara a Dukemon e iniciar el combate con el Digimon.
-De ellas obviamente -señaló como si fuera lo más obvio del mundo y negándole levemente con la cabeza. -Mi único anhelo es que tanto Blanc y Noir vivan como desean su vida y que, si llegan a evolucionar en Digimon oscuros, sepan que a diferencia de su “padre”, siempre tendrán un hogar conmigo -explicó Demon de forma seria, suavizando el rostro al dirigirse a las Sistermon. -Este mundo es cruel, ¿lo saben? Puedes ser el Digimon con todas las mejores intenciones del mundo… pero el instante que evolucionas en un ser Oscuro, todos te dan la espalda, aún cuando seas el mismo Digimon con el cual rieron, lloraron y pasaron tiempo -confesó el demonio de forma sincera, cerrando los ojos por un instante. -Por supuesto, su querido Lord Holy Angemon es el primero en dar la orden de exterminar a cualquier Digimon oscuro, aún cuando estos no hacen nada más que simplemente tratar de vivir tranquilamente en una ciudad -Demon abrió los ojos y señaló con una de sus garras a Elizabeth. -Tu, querida joven -habló el Digimon de forma solemne. -Dime, ¿cuántos Digimon como tu compañero trabajan en una tienda? -preguntó, tomando a todos desprevenidos y refiriéndose a Gabumon (Black).
-No veo porque eso es importante -respondió Hale, no disfrutando que Gabumon fuera ahora objeto de las palabras del Digimon.
-Oh, pero lo es -respondió Demon, usando su dedo índice para realizar un gesto negativo. -Por el simple hecho de ser un Digimon Black, tu compañero tiene menos probabilidades de encontrar un empleo y, de hecho, te puedo asegurar que Gabumon, al menos una vez, ha sido víctima de discriminación ¿O me equivoco? -esta vez, su pregunta fue dirigida al lupino, que apretó una de sus garras con fuerza y desvió el rostro.
-… antes de trabajar para Bakemon en File Island y antes de ser compañero de Lizzie, me fue muy difícil encontrar empleo. Muchos decían que un Digimon Black no era confiable -respondió con sinceridad el lupino, sorprendiendo a todos e ignorando la expresión triunfal de Demon.
-Y tu -señalando a Guilmon X, el cual endureció la mirada al ver al Demon Lord dirigirle la palabra. -No solo tu especie es conocida por evolucionar potencialmente en Megidramon, si no también eres un portador del anticuerpo X -agregó Demon, cruzándose de brazos y hablando con tranquilidad. -¿Puedes decirme en la cara que nunca te han mirado con terror u desconfianza por eso?
-Hace mucho tiempo dejo de importarme lo que piensan los ignorantes -fue la cortante respuesta del lagarto azul, sacándole una carcajada a Demon, quien le aplaudió con honestidad.
-Esplendido -concedió el Digimon demonio con una sonrisa. -Esa es la actitud que se debe tener para evitar sucumbir a la desesperación. Levantar siempre el rostro con orgullo, sin importar que clase de Digimon seas -aplaudió el alado, realizando una leve reverencia al dragón azul. -De verdad, estoy seguro de que, de habernos conocidos en circunstancias totalmente diferentes, pudimos haber sido verdaderos amigos -confesó con pesar y cerrando los ojos. -Como les dije, me gusta evitar derramar sangre. Lastimosamente, las circunstancias me obligan a tomar esta decisión -abrió los ojos, mostrando una mirada gélida que contrastaba con el gesto de cariño y calidez con el que se había dirigido a las Sistermon.
-¿Entonces planeas silenciarnos? -preguntó Masters de forma seria, mientras que a su espalda, Grottomon solamente insultaba sobre tontos Digimon con complejos de especie.
-Muy a mi pesar de que, me gustaría dejarlos ir a excepción de los que asesinaron a Vamdemon, si, deben perecer esta noche -Demon alzó su brazo derecho, chasqueando los dedos como si fuera una señal. -Lamentablemente, mis planes de desatar una guerra en contra de la discriminación y usar a Blanc y a Noir como ejemplo deben mantenerse en secreto por ahora.
Noir y Blanc vieron con horror como un Dominimon y un Mummymon aparecieron a sitios ocultos en el almacén, dando pasos y con claras intenciones de no dejar salir vivo a nadie de allí. El ángel Ultimate, que tenía deseos de vengar a Vamdemon, fue el primero en moverse, logrando separar a Kathleen y a Matt junto a sus Digimon del grupo y causando un enorme agujero en la pared por donde salió a combatir. Por su cuenta, Mummymon empezó a disparar y causó que Rox y Elizabeth, junto a sus compañeros, tuvieran que enfocar su atención en el Perfect e igualmente, tuvieran que salir por un improvisado agujero cortesía de los ataques erráticos de la momia.
Finalmente, Demon quedó frente al Elite, que en todo momento se mantenía calmado al igual que Guilmon X, comportamiento que no era compartido por las dos Sistermon, que estaban en una esquina y con Noir tratando de tranquilizar a una aterrada Blanc, que terminó perdiendo la consciencia en brazos de la monja negra.
-Veo que rebozan de confianza y que realmente creen que saldrán vivos de aquí -comentó el demonio, extendiendo sus alas y arrugando el rostro al ver la calma de sus enemigos.
-Shining Evolution -habló Masters de forma helada, deslizando por su D-arc la carta evolutiva principal de su mazo.
-Guilmon shinka -susurró el dragón azul de forma seria, siendo cubierto por un destello dorado.
Demon no pudo evitar cubrirse el rostro con uno de sus antebrazos, retirándolo en el momento que el destello cegador se detuvo y viendo como un imponente Dukemon de armadura blanca y azul estaba flotando en a unos centímetros del aire, cruzado de brazos y observándolo de forma expectante.
-Dukemon -habló con decepción el demonio al reconocer al Holy Knight frente a él. -Uno de los ejemplos de la hipocresía de este mundo: un virus que es adorado y respetado al ser un caballero sagrado. -¿Cuál fue la razón que te llevó a aspirar a esa forma y no Megidramon o Chaos Dukemon?
-Una promesa a un amigo -respondió Dukemon, materializando a Gram y a Aegis en sus brazos. -Y para tu información, Megidramon es una forma en la que me siento cómodo luchando, a decir verdad.
-Una lástima realmente -habló Demon de formas seria, extendiendo sus alas y tomando vuelo al mismo tiempo que Dukemon. -Alguien con tu fama, pudo ser un gran símbolo para los Digimon oscuros.
Masters tomó su Sound Linker y se lo colocó, activado el visor de su D-arc al ver como ambos combatientes atravesaron el techo como un par de misiles y se perdieron por los cielos nocturnos de Holy Angel Citadel.
[…]
-Supongo que aquí esta bien -habló el Demon Lord de forma tranquila, admirando el paisaje de la ciudadela a esa altura. -Puedes luchar con todo y sin miedo de daños colaterales -ofreció de forma educada el Demon antes de adoptar una posición de lucha.
-Muy considerado de tu parte, Demon -respondió Dukemon, adoptando una posición de combate al igual que su oponente.
-Creo que fui muy claro al mencionar que prefiero evitar la violencia de ser necesario. A pesar de mi claro desprecio a Lord Holy Angemon, tengo gratos recuerdos de esta ciudad y me gustaría dejar sus daños al mínimo -fue la respuesta del Digimon oscuro, extendiendo una de sus palmas al a frente. -¡Chaos Flare!
Dukemon fue rápido en poner su escudo al frente, recibiendo el impacto del tornado de flamas oscuras que salió de la palma del Demon Lord. El caballero sagrado se mantuvo firme en su voluntad y segundos después, sacudió con violencia su escudo para interrumpir el ataque de su enemigo. Demon meramente empezó a aplaudir ante tal proeza de su contrincante y ver como sus flamas fueron desviadas todavía más alto en el cielo.
-Así que ese es el legendario escudo Aegis -halagó el Seraphimon caído en desgracia. -Es digno de las historias que se dicen de él.
-Las flamas de Demon también le hacen honor a su infamia -respondió el caballero sagrado, tomando la ofensiva y lanzándose al ataque de forma veloz. -¡Gram Strike!
Demon abrió los ojos con sorpresa y tuvo que evadir la ola de golpes que lanzó Dukemon, que lideraba su ofensiva con una ráfaga de golpes con su lanza Gram, que tenían toda la intención de atravesarle el cuerpo. El antiguo Seraphimon tuvo mover el rostro a la derecha, evitando un golpe que estuvo a centímetros de atravesarle el cráneo. Demon apretó los dientes, aprovechando una apertura en la guardia del caballero y usó su Hammer Knuckle para mandar a Dukemon a volar con un puño gigante de energía demoniaca.
-Podemos hacer esto más sencillo si simplemente, no opones resistencia -comentó Demon de forma seria antes de suspirar con pesar. -Te prometo una muerte sin dolor y que tu Digitama será entregado a una de las guarderías de la ciudad.
El caballero sagrado, para sorpresa de su enemigo, se recuperó del golpe más rápido de lo esperado y de nuevo, se enderezó en el aire. Dukemon contrajo su brazo hacia atrás, lanzando al aire una potente estocada con Gram, que había tomado un resplandor sagrado en su metal.
-¡Royal Saber! -exclamó el Holy Knight al disparar el rayo de energía de su lanza.
Demon soltó un grito de dolor al sentir el impacto de dicho rayo en su abdomen antes de ser arrastrado por los aires por dicho ataque. El demonio empezó a caer por unos segundos por los aires, dejando salir humo del lugar de donde había sido impactado. Sin embargo, sus alas se extendieron y detuvieron su caída, permitiéndole enderezarse de nuevo. Sus ojos azules chocaron por unos instantes con los orbes amarillos de Dukemon.
Ambos Digimon salieron disparados como meteoros, usando sus técnicas de Gram Strike y Slash Nail, colisionando entre de si en varias ocasiones y dejando salir las ondas de choque de dichos impactos por los aires. Finalmente, una de los choques dejó a ambos Digimon en un concurso de fuerza, con Demon usando sus garras para sujetar la lanza de Dukemon.
-¡Dukemon! -exclamó el Digimon alado, con el rostro mostrando el esfuerzo que realizaba al sujetar dicha lanza. -¡¿Estas de acuerdo con la hipocresía de este mundo?!
-¡Eres un tonto Demon! -respondió Dukemon, desapareciendo su lanza para liberarse del agarre de su enemigo. -¡El mundo va más allá que un filtro blanco negro! -el caballero no retiró los ojos del demonio e invocó de nuevo su lanza. -¡Es cierto que ningún humano o Digimon esta exento de tener opiniones distintas y que, indudablemente, chocaran con las de otros! -declaró, apuntándole con su lanza mientras. Demon exhaló aire por la nariz, viendo como el manto azul del caballero era ondeado por el viento. -¡Tienes razón respecto a la hipocresía que se ve respecto a los Digimon oscuros, pero definitivamente, esa no es justificación para tratar de hacer, literalmente un Coup d’ Etat!
Ambos Digimon de forma inmediata volvieron a cargar con violencia, siendo que esta vez, ambos terminaron chocando sus cabezas en un improvisado cabezazo.
[…]
-Así que esos son tus planes -alcanzó a murmurar Kyle al ver el combate a través de su Digivice. -La pregunta es, ¿qué te llevó a tomar ese camino? -preguntó al aire el castaño, percatándose que Demon era totalmente diferente a cualquiera de los enemigos con los que había luchado. Por un instante, dirigió su mirada a las Sistermon y no pudo evitar soltar un suspiro de pesadez.
No iba a negarlo… Demon a su manera y desde su perspectiva, intentaba hacer lo correcto.
La diferencia estaba en que su método era digno para catalogarlo como un extremista, sin importar lo buenas de sus intenciones.
-Blue, prepárate para el apoyo -musitó el Tamer a través de su Sound Linker, ignorando el sonido de los combates que se desarrollaban contra Mummymon y Dominimon.
Después de todo, de nada le servía perder la calma y cometer un error que terminara empeorando la situación.
[…]
Por los aires, Demon abrió su boca y ante la sorpresa de Dukemon, escupió un torrente de llamas infernales que impactaron al caballero sagrado. El virus alado no puedo evitar sentir una mezcla de pesar y de satisfacción: por un lado, era obvio que lamentaba el hecho de tener que luchar y darle muerte a Dukemon. Pero por el otro, la satisfacción de sentir que estaba dando un paso a su sueño era lo que impedía que su pesar sobrepasara a su buen juicio.
En cuanto terminó con su ataque, la figura de Dukemon emergió entre las flamas, dejando ver su armadura con secciones quemadas al igual que su manto azul bastante magullado: evidentemente el caballero había recibido daños del combate. Por supuesto, no se espero el repentino estallido de energía ardiente en su enemigo, que de repente paso a tener alas, una espada y un escudo hechos totalmente de fuego.
Era como si Dukemon se hubiera convertido en un sol miniatura debido al resplandor que estaba emitiendo su cuerpo. Por supuesto, aquello era gracias a la carta Burst Mode ~ Aura que el británico había utilizado.
-No eres el único que puede jugar con fuego -fueron las palabras del caballero sagrado, que combino su armamento ardiente en una colosal espada de fuego que empuñó al aire. -¡Corona Blaze Sword!
Los cielos de Holy Angel Citadel se iluminaron por un instante gracias a la intensa llamarada que fue desatada en el instante que Dukemon, blandió aquella espada ardiente al frente y un potente estallido resonó por los aires, siendo acompañado por los gritos de dolor de Demon. Luego del impacto, la figura del Demon Lord emergió con secciones quemadas en su cuerpo y humo saliendo de diferentes partes de su ser.
-¿Por qué te esfuerzas en luchar por los caprichos de Holy Angemon? -preguntó Demon a su enemigo, el cual simplemente se sorprendió levemente ante la pregunta antes de recuperar su seriedad.
-Te equivocas. Yo no lucho por los caprichos de nadie -fue la respuesta del caballero sagrado, desapareciendo el Corona Shield y sustituyéndolo por su escudo, Aegis. -¡Yo lucho por lo que yo creo correcto!
-Tanto potencial desperdiciado -lamentó Demon, negando con el rostro y preparándose para si siguiente ataque.
Dukemon extendió su escudo al frente, el cual empezó a brillar con un sagrado resplandor blanco. A la vez, Demon empezó a reunir entre sus manos, flamas infernales del más profundo color negro. Ambos Digimon se encararon por unos segundos, desatando sus dos técnicas sobre los cielos de Holy Angel Citadel.
-¡Final Elysion!
-¡Algol´s Flame!
El rayo purificador de Dukemon colisionó de forma violenta con la enorme esfera de llamas negras que disparó Demon, desatando una potente explosión por los aires.