Trate de despejarme por el momento, no dejaría que ese extraño encuentro echara a perder la noche que había planeado, así que me apresure a llegar a mi destino, a esa hora todo estaba ya muy transitado, esa parte de la ciudad tiene una esencia embriagante, las luces y la buena música abunda en todos lados, la vestimenta de las chicas es muy similar a la mía y si bien se ven muchos hombres que buscan una aventura rápida con alguna chica también se ven algunas parejas tratando de encontrar algo de diversión invitando a alguien más en sus lascivas tareas.
Llegue por fin a mi destino, la plaza roja, llamada así porque la mayor parte de la prostitución se tolera y concentra en esta zona de la ciudad, se puede ver de todo, desde parejas del mismo sexo, gente paseando con sus pokemon en un tono más que obvio y parejas con una diferencia de edad enorme, esta zona de ciudad Lumiose existe con permiso de las autoridades y de la misma gente que sabe que es una actividad que llama mucho la atención, se podría decir que es el 5to atractivo de la ciudad, después de la Torre Prisma, las boutiques de moda, el gimnasio pokemon y las cafeterías.
—¡Miren! ¡Es Blaziken Mask! —de repente el grito de una chica emocionada me volvió a poner nerviosa de sobresalto, gire mi cabeza rápidamente viendo como ella levantaba la mano señalando el cielo y ahí estaba, en todo su esplendor, saltando de edificio en edificio cuidando la calles de Lumiose hasta el último rincón, Blaziken Mask.
Los gritos de las chicas no se hicieron esperar y un bullicio emocionado de ellas comenzó estrepitosamente hacia su campeón.
—
¡Blaziken Mask, eres mi héroe!
—
¡Eres muy sexy!
—¡J’ai envie de toi!
—¡Voulez-Vous Coucher Avec Moi Ce Soir!
Blaziken Mask sigue su camino con su fiel compañero y mi corazón late rápidamente, al ver a las chicas tan decepcionadas por no obtener su atención, y ver lo deseado que es por tantas mujeres hay algo en mí que me satisface e infla mi ego al máximo.
Y es que mi primer experiencia sexual con un hombre maduro fue con el hombre que lleva esa mascara.
Recuerdo cuando llegamos con Clemont y Bonnie a ciudad Lumiose hace tanto tiempo, cuando su padre, el señor Meyer nos encontró enfrente de esa pastelería y tontamente me confundió con la novia de Clemont, fue la primera vez que un hombre tan varonil y mayor me llamaba hermosa.
No es secreto que para ese entonces ya no era virgen, realmente aquí en Kalos es algo que se tiene casi por tradición el tener sexo en la primera cita y si no es así, la variedad de juguetes que hay para la autosatisfacción hace que se puedan conseguir de todo tipo para probar el placer en todo momento.