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A veces el tener dinero o no depende de nuestras oportunidades de trabajo, nuestras actitudes y las aptitudes en el trabajo. Pero hay ocasiones en que nuestra visión del dinero y de la clase rica depende sobre la información que recibimos de los medios y nuestra experiencia con el grupo social.
Por desgracia, acabo de tener un crisis emocional y creo que está relacionado con mi problema.
Desde pequeño siempre he ido aprendiendo muchas conductas inadecuadas de los ricos, ya sea en los cartoons, las noticias, los comics, las películas, los videojuegos, el anime, incluso en la cultura popular de mi país.
Tipos como Max Montanna (Tiny Toons), Lex Luthor (Superman) o el señor Burns (Los Simpson) siempre los he visto como escoria, como depredadores que no tienen respeto por el ser humano.
Sin embargo, hay cuatro hechos que marcaron mi plutofobia, o también conocido como el miedo o el odio a la clase rica y al dinero.
El primero fue cuando conocí a un par de compañeros en la secundaria. Sus padres se dedicaban al negocio de los seguros y vivían en una colonia de gente bien. Sin embargo, eran gente muy presumida y me insultaba mucho con groserías y juegos de bullying. Eran de esa clase de puberto ricos que siempre buscan a alguien más jodido para joderlo más, y por desgracia, siempre me agarraban de su puerquito.
Desafortunadamente, no volví a saber de ellos. Lo último que recuerdo fue que estuvieron en un colegio para niños de su clase social de bajos conocimientos académicos y reprobaron. Y el mayor embarazó a su novia, se casaron pero se divorciaron.
El segundo fue con algunos familiares. Hay algunos que ganan muy bien porque se prepararon mejor, pero siempre me comparaba y a mi familia con ellos y eso me causaba envidia porque lo único que tenía era un negocio de abarrotes (tienda de articulos de necesidad doméstica o no sé cómo le digan en sus países), y mi papá trabaja como supervisor de inventario en almacén, pero fue su segundo trabajo. No gana tanto y esa comparación con los familiares me asquea.
Y el tercero fue la lucha fallida que tuve por encontrar trabajo: Intenté encontrar de lo que sea, llené la ciudad con solicitud, pero no podía pasar de una entrevista o una entrega de solicitud.
Un día, decidí encontrar trabajo en dos lugares: un puesto para tarjetas del Sams y un lugar en el Sams. El problema, es que perdí una documentación y exploté con mucha rabia en el Sams... y ante las cámaras de seguridad era más vergonzoso. Ahí fue donde me di cuenta que no valió la pena estudia y que el sistema laboral es muy diferente al mundo educativo. Ahí me dije que era incapaz de tener un trabajo tipo Godinez o estilo corporativo. Guardé rencor al mundo laboral y sus jefes. Actualmente trabajo en la tienda de mi familia y haciendo un archivo clínico para un consultorio dental de un primo.
Y finalmente, el cuarto y el que resultó ser la gota que derramó derramo el vaso: Donald Trump, su campaña de odio y su actual era del terror. Ese viejo hijo de la chingada es la persona más cerrada del mundo. Nunca en mi vida había visto una campaña que sacara el lado más podrido de Estados Unidos, y desde su victoria terminó fortaleciendo algo que se me inculcó por años: los ricos son malvados y la alta sociedad es una mierda.
Con estos cuatro hechos, he tenido capítulos de ansiedad y de depresión, alimentado una creencia distorsionada con ideas como: "Los ricos son dioses", "Los ricos son tiranos", "Los ricos son unos hijos de puta", etc.
Y aquí viene el verdadero problema: como no tengo más trabajo que hacer, estoy ayudando en el comercio con más actividad. Pero hay veces que tengo esas crisis de estabilidad emocional por las experiencias contadas previamente, sobre todo la última. Y aunque no sea capaz de trabajar para una empresa X o Y, tengo dónde trabajar, pero tengo tanto rencor a la clase rica que me desconcentro de mis deberes; tengo miedo a volverme rico y convertirme en un millonario hijo de puta y por eso me la paso criticándolos por sus acciones En otras palabras, quiero que los ricos me traten con pincitas o les miento la madre y les escupo en la cara por esa creencia de creer que son escoria.
No sé qué hacer. Quiero asegurarme como el dueño de una tienda de abarrotes y no como un eterno anarquista del sistema.
¿Qué hago?
Por desgracia, acabo de tener un crisis emocional y creo que está relacionado con mi problema.
Desde pequeño siempre he ido aprendiendo muchas conductas inadecuadas de los ricos, ya sea en los cartoons, las noticias, los comics, las películas, los videojuegos, el anime, incluso en la cultura popular de mi país.
Tipos como Max Montanna (Tiny Toons), Lex Luthor (Superman) o el señor Burns (Los Simpson) siempre los he visto como escoria, como depredadores que no tienen respeto por el ser humano.
Sin embargo, hay cuatro hechos que marcaron mi plutofobia, o también conocido como el miedo o el odio a la clase rica y al dinero.
El primero fue cuando conocí a un par de compañeros en la secundaria. Sus padres se dedicaban al negocio de los seguros y vivían en una colonia de gente bien. Sin embargo, eran gente muy presumida y me insultaba mucho con groserías y juegos de bullying. Eran de esa clase de puberto ricos que siempre buscan a alguien más jodido para joderlo más, y por desgracia, siempre me agarraban de su puerquito.
Desafortunadamente, no volví a saber de ellos. Lo último que recuerdo fue que estuvieron en un colegio para niños de su clase social de bajos conocimientos académicos y reprobaron. Y el mayor embarazó a su novia, se casaron pero se divorciaron.
El segundo fue con algunos familiares. Hay algunos que ganan muy bien porque se prepararon mejor, pero siempre me comparaba y a mi familia con ellos y eso me causaba envidia porque lo único que tenía era un negocio de abarrotes (tienda de articulos de necesidad doméstica o no sé cómo le digan en sus países), y mi papá trabaja como supervisor de inventario en almacén, pero fue su segundo trabajo. No gana tanto y esa comparación con los familiares me asquea.
Y el tercero fue la lucha fallida que tuve por encontrar trabajo: Intenté encontrar de lo que sea, llené la ciudad con solicitud, pero no podía pasar de una entrevista o una entrega de solicitud.
Un día, decidí encontrar trabajo en dos lugares: un puesto para tarjetas del Sams y un lugar en el Sams. El problema, es que perdí una documentación y exploté con mucha rabia en el Sams... y ante las cámaras de seguridad era más vergonzoso. Ahí fue donde me di cuenta que no valió la pena estudia y que el sistema laboral es muy diferente al mundo educativo. Ahí me dije que era incapaz de tener un trabajo tipo Godinez o estilo corporativo. Guardé rencor al mundo laboral y sus jefes. Actualmente trabajo en la tienda de mi familia y haciendo un archivo clínico para un consultorio dental de un primo.
Y finalmente, el cuarto y el que resultó ser la gota que derramó derramo el vaso: Donald Trump, su campaña de odio y su actual era del terror. Ese viejo hijo de la chingada es la persona más cerrada del mundo. Nunca en mi vida había visto una campaña que sacara el lado más podrido de Estados Unidos, y desde su victoria terminó fortaleciendo algo que se me inculcó por años: los ricos son malvados y la alta sociedad es una mierda.
Con estos cuatro hechos, he tenido capítulos de ansiedad y de depresión, alimentado una creencia distorsionada con ideas como: "Los ricos son dioses", "Los ricos son tiranos", "Los ricos son unos hijos de puta", etc.
Y aquí viene el verdadero problema: como no tengo más trabajo que hacer, estoy ayudando en el comercio con más actividad. Pero hay veces que tengo esas crisis de estabilidad emocional por las experiencias contadas previamente, sobre todo la última. Y aunque no sea capaz de trabajar para una empresa X o Y, tengo dónde trabajar, pero tengo tanto rencor a la clase rica que me desconcentro de mis deberes; tengo miedo a volverme rico y convertirme en un millonario hijo de puta y por eso me la paso criticándolos por sus acciones En otras palabras, quiero que los ricos me traten con pincitas o les miento la madre y les escupo en la cara por esa creencia de creer que son escoria.
No sé qué hacer. Quiero asegurarme como el dueño de una tienda de abarrotes y no como un eterno anarquista del sistema.
¿Qué hago?
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