Múltiples hologramas de diversos digimon llenaban el interior del museo, entre ellos había una distancia simétrica y estaban colocados de tal modo que no obstruían el paso de los turistas. En sus bases, se remarcaban algunas descripciones sobre aquellos personajes importantes, su valor histórico y otro tipo de datos curiosos. Ringo observaba con asombro lo realistas que eran sus gráficos, a menos que uno los tocase, no podría diferenciarlos de un digimon real. Betamon seguía dentro del iC, cada vez que tenía una misión importante, se refugiaba en el digivice con la intención de guardar todas las energías posibles, Tentomon aprovechó la nueva adquisición de su tamer para hacer los mismo. Law por otro lado, seguía a la distraída con cierta actitud malhumorada, más que nada porqué no había podido prender un cigarro en todo el día y por el enorme cartel de "no fumar" que había en cada pasillo del establecimiento. Los dos miembros activos de Nastrand's Maze eran guiados por una Renamon uniformada. Atravesaron la zona abierta al público y entraron en la parte "VIP" del edificio. Subiendo las escaleras los esperaba un cuarto bastante especial dónde se reunirían con Jijimon y otras personas. La zorra abrió la puerta y cuando dejó pasar a sus invitados, se fue silenciosamente. El suelo de la habitación estaba tapizado por una alfombra celeste y en el centro yacía una mesa redonda con varios sillones a su alrededor. Por último, el enorme tragaluz del techo iluminaba un poco el interior, si el día no estuviese nublado, probablemente esas paredes blancas como la nieve resaltarían más. Lo primero que notó el dueto fue a esas personas que estaban sentadas esperándolos; se trataba de Light, Nieves Katsukagi y sus compañeros Monodramon y Ryudamon.
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(Así que esos niños también están aquí.) - pensó la joven de pelo rosa. Ella sabía que la edad en el mundo digital no determinaba el valor y la utilidad de la persona, pero al fin y al cabo a sus ojos no dejaban de ser unos "polluelos".
Nieves se sintió aliviada al ver otra cara conocida, pero esa sensación no duró mucho al recordar la actitud de la distraída y el gruñón. Por otro lado, el digimon de la armadura y el dramon se mantenían serenos y tranquilos, sin ningún tipo de prejuicios. Takanabe saludó informalmente con un simple "hola" y Wolfe hizo una reverencia antes de sentarse. Al cabo de unos pocos minutos, Jijimon por fin entró a la sala.
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S-saludos mis valientes tamers. - tartamudeó el ultimate mientras limpiaba el sudor de su frente. Su estado indicaba que estaba atareado por su trabajo, pero aún así se tomó la molestia de venir y explicar su pedido en persona. Su apariencia, con harapos y barba desalineada, desencajaba totalmente con la habitación de nivel suite. -
Como saben, he contactado con las presentes guild Ávalon y Nastrand's Maze. Temo que no he tenido más opción que declarar al Monte Infinito como zona de raid. Vuestro blanco es un poderoso Devimon.
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Pregunta. - interrumpió una voz grabe que salió del iC de Ringo. Acto seguido, el anfibio se materializó junto al insecto y continuó. -
¿Qué clase de adult necesita a otros cuatro de su mismo nivel para ser eliminado? - su interrogante cargaba una enorme curiosidad, recordó en el pasado dónde se había reunido con ciertos lideres para vence a un inigualable
oni.
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Este...Recuerdo que ustedes trabajaron juntos para derrotar a aquel Ogremon. - comentó él haciendo uso de su excelente memoria. -
Se puede afirmar que aquel digimon era un adult fuerte por ser un experto en combate, pero en este caso, sin dudas el oponente posee un poder base mayor de lo normal. No podemos permitirnos el lujo de subestimarlo.
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¿Realmente merece ser eliminado? - la duda de Ryudamon puede haber sonado fuera de lugar, pero tenía su punto. Aquel Devimon estaba en un territorio desolado, si le dejasen solo probablemente no lastimaría a nada.
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Lamento decirlo, pero no hay más opciones. - la voz del barbudo denotaba su resignación. Le dio mil vueltas al asunto pero al fin y al cabo la respuesta seguía siendo la misma. -
Cuando sentimos la enorme energía que emanaba, mandamos a varios exploradores...todos fueron atacados y algunos terminaron con graves heridas. Si él baja a la ciudad, va a causar estragos.
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Enterado viejo, la misión parece digna de nosotros. - afirmó el verdecito con cierta confianza. -
Nos encargaremos de ese intento de Batman sin importar como. - sus afilados ojos reflejaban sus ansias de pelear, los métodos probablemente serían bastante violentos.
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Sí...Se los encargo. - el sabio se permitió un descanso y se sentó en uno de los sillones. -
¿Alguna otra pregunta?
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¿No tendrás algo de té? Me estoy muriendo de sed~. - la chica del chándal rosa como siempre no leía muy bien la situación, ni tampoco medía si era apropiado pedírselo a un personaje tan importante como Jijimon. En un acto de hospitalidad, el ultimate cumplió con su capricho y les sirvió una taza a sus invitados antes de que éstos partieran.
Law y Tentomon se presentaron formalmente frente a Nieves Katsukagi y Ryudamon pues eran los únicos que no se conocían de antemano. A ella le pareció curiosa la forma en la que él llamaba "jefa" a su guild leader, más que nada porqué ésta última no tenía pinta de llevar ningún cargo que requiera responsabilidad a diferencia del tuerto.
Llegados a la base del Monte Infinito, el grupo elevó sus miradas hacía la cima. Un enorme cumulo de nubes evitaba que el sol iluminara a la isla de forma eficiente. Allí, en la cúspide les esperaba un demonio bastante poderoso, la tensión en el aire probablemente aumentaría mientras más cerca estuviesen. Podría decirse que el aura maligna llenaba la atmósfera como si se tratara de un estanque. Por supuesto no podían llegar hasta allí sólo montando a sus digimon. Debían subir el primer tramo por su cuenta, evitando cansar a sus compañeros antes del combate. Tal acción no era tan compleja, la enorme elevación natural contaba con senderos lo bastante grandes como para permitir que un vehículo ascienda sin dificultad los primeros dos mil metros. Se trataba de una caminata bastante larga, pero considerando que partieron de mañana, seguramente llegarían a su destino antes de que anochezca. Iban sin prisas, permitiendo que sus cuerpos se acostumbrasen a los cambios de oxigeno, las bajas temperaturas y los fuertes vientos. Llevaron algunas provisiones para compartir y mataron el tiempo tratando de conocerse mejor. Betamon no estaba discutiendo con Guilmon como la otra vez, así que no se comportó como un patán. Monodramon dejó salir su personalidad curiosa y competitiva, a tal punto que empezó a indagar las en las habilidades de sus compañeros. Tentomon y Ryudamon tuvieron una charla intelectual, intercambiaron bastante conocimiento y experiencia.
En algún momento del ascenso, una fuerte ráfaga de viento empujó levemente a Nieves. Ésta se vio obligada a bajar la cabeza y cuando lo hizo se dio cuenta de que tan alto estaba. Los arboles en la base de la colosal montaña parecía hormigas y podía verse todo File City como si se tratara de un charco. Un intenso sentimiento de lejanía invadió su cuerpo, sus piernas flaquearon y fue incapaz de moverse por unos segundos. Ella quería aferrarse a la tierra con todo su ser, cualquier paso hacía delante le hacía creer que perdería el equilibrio y se caería. Recordó su objetivo y que pronto estarían peleado en un lugar tan peligroso, una onda de choque fácilmente podía expulsar a todos los humanos del área y hacerlos caer. Ringo le dijo que no debía preocuparse y que disfrutara de la vista mientras podía, no todos los días se verían semejante paisaje. La distraída se acercó al borde de una forma bastante imprudente, pues con todas esas fuertes brisas podía ser sencillo dar un paso en falso. -
¡C-c-cuidado, te puedes matar! - gritó la de pelo azul temiendo por la seguridad de la otra.
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¿Mm~? Nah, ya estoy acostumbrada. Es realmente bonito ver que el mundo desaparece bajo tus pies~ - comentó con una actitud inusualmente enérgica. Ver que tanto Light como Wolfe podían mantener la calma, de algún modo tranquilizó a Nieves. No obstante, el camino que podía ser recorrido a pie había terminado. Los tamers con el iC procedieron a evolucionar a sus digimon compañeros canalizando sus coloridas auras de digisoul mientras que Nieves lo hacía mediante el uso de una carta. Todos podían volar y ser montados, sobre el lomo de sus camaradas era completamente distinta la sensación de vértigo, sin dudas uno se sentía mucho más seguro.
No tardaron en llegar a la cima. Un terreno plano, como el de una meseta ahora estaba frente a sus ojos. Las nubes de abajo evitaban que los tamers pudiesen ver la isla y el sol ocultándose por el horizonte no llegaba a iluminar correctamente todo el lugar. Pero algo podía verse bien claro, sobre una roca, un enorme Devimon, de más o menos cinco metros de altura, estaba durmiendo como una gárgola. ¿Debían despertarlo con un "amistoso" saludo?
Claire.
.Wolfe
Lady Beelze
Aquí esta el post introductorio, como siempre, luego le hago corrección xD