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Supuestamente tenemos dos vidas, la laboral y la privada. En la laboral tienes que intentar ser el mejor profesional posible y vivir de acuerdo a las leyes de tu sector. En tu vida privada hay libertad de pensamiento, expresión y crítica, siempre que estas sean legítimas y acorde a la ley.
Han ocurrido dos casos recientes a personas de mi alrededor:
caso 1: una de mis mejores amigas empezó a trabajar en una cafetería, realizaba su trabajo bastante bien, los clientes dejaban bastantes propinas, su jefe encantada con ella, un ambiente de trabajo de 11/10. Al segundo mes de trabajo su jefe la llama al almacén y: te voy a despedir, porque me he enterado por un tercero que ayer pusiste en tu twitter "mi jefe va de bueno, pero en realidad es un hdp" (no fue tal que así pero por resumir), a lo que mi amiga dijo, tú qué tienes que ver con lo que yo opino en mi vida privada? dio igual, despedida.
caso 2: mi pareja entró a trabajar a un nuevo colegio este año y la avisaron "no pongas en tus redes sociales ninguna opinión o que haces algo que pueda incomodar a los padres" y ella se quedó, WTF? entonces no tengo ya derecho a una vida privada?
Así que abro este debate para que opinéis, un profesional que hace bien su trabajo, puede ser recriminado por opiniones o actitudes legítimas que tengan después del salir del trabajo? sí o no? Si mediante un tercero ves que tu médico, el que te va a operar dice "puff, que hartón de operar tanto, a ver si me cambio de especialidad...", deberías tener el derecho de solicitar que te opere otro médico, o eso sería juzgar la labor profesional de un médico por lo que hace en su vida privada, que, en principio, no es de incumbencia de nadie.
Han ocurrido dos casos recientes a personas de mi alrededor:
caso 1: una de mis mejores amigas empezó a trabajar en una cafetería, realizaba su trabajo bastante bien, los clientes dejaban bastantes propinas, su jefe encantada con ella, un ambiente de trabajo de 11/10. Al segundo mes de trabajo su jefe la llama al almacén y: te voy a despedir, porque me he enterado por un tercero que ayer pusiste en tu twitter "mi jefe va de bueno, pero en realidad es un hdp" (no fue tal que así pero por resumir), a lo que mi amiga dijo, tú qué tienes que ver con lo que yo opino en mi vida privada? dio igual, despedida.
caso 2: mi pareja entró a trabajar a un nuevo colegio este año y la avisaron "no pongas en tus redes sociales ninguna opinión o que haces algo que pueda incomodar a los padres" y ella se quedó, WTF? entonces no tengo ya derecho a una vida privada?
Así que abro este debate para que opinéis, un profesional que hace bien su trabajo, puede ser recriminado por opiniones o actitudes legítimas que tengan después del salir del trabajo? sí o no? Si mediante un tercero ves que tu médico, el que te va a operar dice "puff, que hartón de operar tanto, a ver si me cambio de especialidad...", deberías tener el derecho de solicitar que te opere otro médico, o eso sería juzgar la labor profesional de un médico por lo que hace en su vida privada, que, en principio, no es de incumbencia de nadie.